12 enero 2008

Fallece Angel González

Creemos que el mejor homenaje que le podemos hacer a Ángel González, es acercarnos a su poesía y seguir leyéndole.

Nacido en Oviedo el 6 de septiembre de 1925, Angel González Muñiz es académico de la Lengua y fue galardonado en 1985 con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y con el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1996. La poesía de Ángel González (1925) ocupa, casi por entero, la segunda mitad del siglo veinte. Su primer libro, 'Áspero mundo' se publicó en 1956. Uno de sus últimos libros fue '101+19 = 120 poemas', volumen en el que se recoge ciento un poemas de su obra anterior junto a otros diecinueve inéditos. En el 2001, se editó en Tusquets su nuevo libro de poemas 'Otoños y otras luces', dentro de la colección 'Nuevos textos sagrados', dirigida por Antoni Marí (Mayo 2001).
Biografía
Ángel González nace en Oviedo, en el seno de una familia de clase media. En 1943, enferma de tuberculosis y lo envían para que se recupere a Páramo del Sil. Durante su enfermedad se aficiona intensamente a la lectura de poesía y empieza a escribir poemas. Estudia abogacía por su cuenta en la Universidad de Oviedo. En 1950 se traslada a Madrid y comienza a estudiar periodismo. Cuatro años después se presenta a las Oposiciones para Técnico de Administración Civil del MOP. De este modo ingresa en el Cuerpo Técnico de Administración Civil y es destinado a Sevilla. En el año 1955, González pide la excedencia en el trabajo y se marcha a Barcelona durante un periodo, donde ejerce como corrector de estilo de algunas editoriales. De esa forma entabla amistad con Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma y José Agustín Goytisolo. En 1956, publica su primer libro 'Áspero Mundo', dentro de la editorial Adonais, en Madrid. Recibe el accésit del Premio Adonais. Vuelve a Madrid a trabajar de nuevo en la Administración Pública. Allí conoce a Juan García Hortelano, Gabriel Celaya, Caballero Bonald y a algunos poetas más de su generación. Casi Diez años después publica 'Palabra sobre palabra', dentro de la Colección 'Poesía para todos'. Este libro se compondrá básicamente de una breve selección de poemas de amor. Durante un tiempo viaja por Francia, Italia, Inglaterra, entre otros países europeos, con el fin de asistir a diversos congresos de escritores. En 1970, es invitado a dar unas conferencias en la Universidad de Nuevo México, en Albuquerque. Dos años después Ángel González se traslada finalmente a Nuevo México, a la Universidad de Albuquerque, en Estados Unidos, donde imparte clases en esta Universidad como profesor invitado durante un semestre. A continuación pasa una temporada en Estados Unidos como profesor invitado en las Universidades de Utah, Maryland y Texas. Hasta que en1974 regresa a la Universidad de Nuevo México, esta vez permanentemente, como profesor de Literatura Española Contemporánea. En 1979, viaja a Cuba para formar parte del jurado del Premio Casa de las Américas de Poesía. Ese mismo año conoce a Susana Rivera. En 1985 aparece la Edición aumentada en Hiperión de Prosemas o menos y le es otorgado el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Se publica Guía para un encuentro con Ángel González, por el grupo asturiano 'Luna de abajo'. Título bajo el que se reúnen textos de un grupo de poetas, escritores y amigos del poeta, con el propósito de rendirle homenaje. En el año 1993, se casa con Susana Rivera. El poeta se jubila como profesor de la Universidad de Nuevo México. Sigue residiendo en Estados Unidos pero las visitas a España cada vez son más reiteradas. Finalmente en el año 1996, es nombrado miembro de la Real Academia Española y le otorgan el Premio Reina Sofía de poesía Hispanoamericana. Se publica una nueva versión aumentada del libro que Emilio Alarcos Llorach escribió sobre Ángel González. Ésta aparece bajo el título 'La poesía de Ángel González'. Posteriormente se edita 'Luz, o fuego, o vida' por la Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional, con una amplia introducción de Víctor García de la Concha. En el año 2000, se publica el libro '101+19 = 120 poemas', volumen en el que se recoge ciento un poemas de su obra anterior junto a otros diecinueve inéditos. Un año después Tusquets edita su nuevo libro de poemas 'Otoños y otras luces', dentro de la colección "Nuevos textos sagrados", dirigida por Antoni Marí (Mayo 2001).





¿CÓMO SERÉ...

¿Cómo seré
o
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado
mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.

Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano
en mano de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,




que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas,
fieles.



ME BASTA ASÍ
Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.





1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre estarás cerca de nosotros.