31 enero 2016

Jaime Gil de Biedma

No volveré a ser joven

Que la vida iba en serio

uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.


María Vigo







ESCRIBO




Sudo metáforas y colecciono tropiezos.
Escribo, porque me pican las rimas
y los únicos clavos ardiendo,
a los que aún puedo aferrarme,
son los versos.

Desayuno dolores y ceno incienso.
Escribo, porque me aprietan las formas
y me sangran las estrofas,
de historias tatuadas en la retina,
a corazón abierto.

Siembro utopías y cosecho verbos.
Escribo, porque me pesan en los ojos
las telarañas de los sueños,
y me escuece en la mirada,
el lamento del deseo.

Escribo, porque...
Tengo que hacerlo.


29 enero 2016

Anamaria Mayol






DETRÁS DE ESTOS SILENCIOS


Corro las cortinas de la casa
la belleza ante mi
sellada por el viento

me espera el día
detrás de estos silencios

la voz
las voces habitadas

el recuerdo
de todos los destierros

la sombra fugitiva y libre
que huye de tu sol

la arena
arrojada ante mis ojos ciegos
en nombre de todos los nombres

que me regresan



PEDRO ANDREU





Me perderé despacio
en tus rincones, en el preciso
hoyuelo de tu risa,
en las comisuras de tus ojos
—perdón, quise decir tu boca—.
A veces me confundo:
es tan compleja y rica
toda tu anatomía.
Olvidarme del tedio,
del mundo ardido
que dicen que rompimos,
pero que destrozaron otros.
Dejar plantado mi trabajo,
escupir a mi jefe lo que pienso
de los Servicios Sociales,
desconducir mi coche
cincuenta y dos kilómetros
hasta la calle donde te tiene esclava
una oficina, gritarle basta
a los teléfonos, romper la cremallera
de los meses iguales,
setenta y tres centímetros
de espalda y de deseo: saberte viva
al fin, libre como internet,
como los yayoflautas
o las plantas que crecen
salvajes en las tejas.
Fundar mi patria, la tuya,
nuestra tierra
en dos metros de cama.
Acariciar palabras boca a boca.
Hasta que nada duela tanto.
Hasta que tanto duela nada.
Hasta que el mundo finja
que nos quiere y se digne
—por fin— a ser feliz.


28 enero 2016

CISSY HOUSTON - YOUR SONG

Pedro Javier Martín Pedrós.



A un hombre jirafa lleno de barro




Me pareció tu actitud de una carencia
humana total.
Cuando abriste la boca fue
para decir algo chulesco
propio de tus andares y ademanes,
experimenté una sensación vomitiva
en mis sentimientos.
Me cuesta entender este tipo de conducta
en la gente,
posiblemente necesite mirar más al cielo
y disfrutar de la danza de los ángeles.
Intuyo que en el fondo tu pobreza
está en la bandera de tu corbata.


Del libro : Soledades




Aída Acosta.







Resbalar por tus párpados,
despertarte los sueños,
que beses esta tierra
que abraces el paisaje imperfecto,
esta agonía de tierra, viento, lluvia y sol
olvidada en mi piel,
descúbreme los surcos y las cosquillas,
aparta esta niebla de sábanas
y quiéreme esta tierra.





Del poemario Sudor de un paisaje.

Juana Ríos





Simplemente escucharnos,
sentados bajo la noche y sus estrellas,
sin ninguna prisa,
sin ningún hueco con la forma de nuestros cuerpos
esperándonos en otro lugar
que no sea el del aire que nos envuelve.

Dejar que las palabras dibujen las emociones,
las confesiones, el mapa de lo que navega,
inquieto, en nuestros océanos interiores.

Deseamos detener el viaje de la nube en nuestro cielo,
que su belleza despierte por siempre nuestros sueños.

Y la nube sólo responde al viento.



De Aduanas de agua (Huerga y Fierro Editores, 2015)


Foto: Marco Zbigniew Parzych

27 enero 2016

Nuria González Carrillo

ELEGÍACA

I

Como prisión a lo largo de la garganta,
se queda atravesada la certeza de la no vida,
como aroma perecedero se evapora.
Jugamos a la sonrisa con calaveras envueltas en piel,
jugamos a la belleza: Los gusanos forman corona.
El aire se torna pesado, receloso, espeso,
el cuerpo de hierro.
Mientras en el fondo de la mente toda esperanza es pagadera por insustancial,
vuelven a golpear de nuevo, una, mil veces,
mientras la realidad cruda se impone tan irreal como ella sola sabe ser.
La vida, milonga asechante,
estéril piedra de cáñamo rota,
donde el nudo succionado de la base de la garganta baja y sube,
toda cosa imposible puede ser tornada real,
como la punzada de frío y calor recorriendo el espinazo,
¿Cómo cerrar la puerta al pasado, cuando fue el fragmento feliz?
aun sabiendo que debes pagar el precio de seguir.
Hoy soy sabedora de merecer una vida de besos,
los tuyos, tus besos.
No, tu ya estas muerto, 
mis besos, lo míos...sin ti.




Nuria González Carrillo ( Derechos registrados, poemario :A Dentelladas )


Ana García Briones





Te invito
a cruzar conmigo
el puente hacia los sueños.
Allí,
sumergidos en las flores,
cruzaremos las nubes
tumbados en el aire.
Daremos brazadas
de libertad
en los pasillos
de los placeres,
en las respiraciones intensas
entre copas de vino
enamorado.


Del libro: Partos de luz.

Juan Leyva







ANTE LA PALABRA


Desnudo me presento ante la palabra
que escoge representar la idea,
lo parece, pero no soy yo quien decide
sólo soy el vehículo, silencio que habla,
alguien que se detiene y espera,
como cuando se ignora la distancia
en la que se abre una puerta automática.
Desnudo me presento ante la palabra
como cuando salgo de ti
para ensuciarme con el día,
para recibir el agua.

26 enero 2016

The Best Of YIRUMA | Yiruma's Greatest Hits ~ Best Piano

-- Roberto Juarroz -








El centro del amor
no siempre coincide
con el centro de la vida.

Ambos centros
se buscan entonces
como dos animales atribulados.
Pero casi nunca se encuentran,
porque la clave de la coincidencia es otra:
nacer juntos.

Nacer juntos,
como debieran nacer y morir
todos los amantes.


Brenda Ascoz






Lleva muerto casi un mes
y sin embargo, nuestro hijo, o nuestra hija,
sigue sangrando.
Sangra en hebras,
sangra
a pequeñas puñaladas, diminutos puñetazos en los riñones.
Creíamos que estaba creciendo en mi interior,
formándose en su nuez de líquido amniótico,
y estaba seco, consumido.
Pero sigue sangrando, sigue
aferrándose a su cáscara,
dando
señales de vida.

25 enero 2016

- Andrea Farchetto









Tatùa su cuerpo
le pone
a cada parche,
un poema.
Nadie imagina
lo que cada trazo
del artista
grita.


Maná - Amor Clandestino (Video Oficial)

Ángel Petisme

Mi gigante preferido





Me trae un vaso de leche, de noche cuando le llamo.
y me lee: El faro de los corazones extraviados.
De sus viajes me trae libros y máscaras de Venecia,
caleidoscopios, prismáticos y una muñeca de cuerda.

Escribe de madrugada versos que aún no entiendo.
-Si gano este premio, Alba, te compraré la Nintendo.
Me hace un pollo asado para chuparse los dedos
y chocolate con churros en los domingos de invierno.

Mi gigante preferido tiene las manos calientes,
tiene ojeras mi gigante pero nunca me miente.
Mi gigante preferido –se lo digo- fuma mucho,
y me trae chocolatinas, chocolatinas,
chocolatinas del mundo.

A veces nos peleamos; entonces desde el salón
le escribo un correíllo para pedirle perdón.
Jugamos al Veo veo, cuando vamos en el coche,
recogemos conchas, huesos de sepia y chapapote.
Si un día se pone malo mi gigante preferido
le llevaré a ese faro de corazones perdidos.

Mi gigante preferido tiene las manos calientes,
tiene ojeras mi gigante pero nunca me miente.
Mi gigante preferido –se lo digo- fuma mucho,
y me trae y me trae chocolatinas, chocolatinas,
chocolatinas del mundo.



Mar Dominguez








Caen los días a mis pies
ciruelas maduras que no retiene la rama,
cae la piel creando orillas
y soy la arena sin playa que busca el remedio

caen los sueños
lluvia que taladra los hombros
cae la noche masticando miedos
y cuento los pasos
y cuento tu respiración
y soy la falda que cae a tus pies

y soy la playa que bebe tu orilla.




24 enero 2016

Blanca Zanel Claudio







perdone usted
no he podido dejar de sentir
pues lo amo cada dia mas  
y cuando no lo veo a usted
siento que la vida se me va
y cuando lo llego a ver 
la vida me regresa....
dígame usted 
que puedo hacer
para dejar de sentir
para dejarlo de amar
para dejarlo ir
pues usted es mi motor de vida 
sin usted no quiero la vida 

Bárbara Grande Gil







EL HUECO


Déjame no existir contigo.
Enséñame a abandonarme
en el vacío
y a irme a la ciudad
donde los besos
ni se recuerdan, ni se olvidan.
Déjame no ser,
para poder compartir
este hueco infinito.

Begoña Abad






Trazar coordenadas.
Tocarte con la mano del corazón.
Llenarte la boca de silencios.
Abrir las puertas de los sin puertas.
Abrirme de pies a cabeza
y enseñarte en lo que me he convertido
después de que pasaran sobre mí,
como un trillo,
la vida, tú y las constelaciones de tus ojos.




"Estoy poeta (o diferentes maneras de estar sobre la tierra) Ed. Pregunta.




23 enero 2016

Carmen Maroto





Desvísteme despacio
hasta encontrarme
el corazón.




De la Saliva de los versos.

Jorge Novak Stojsic Sarac

me hago viejo
queriendo saber
lo poco
que mi curiosidad
sabe

por eso
por eso al pasar los años
abro más los ojos
y camino despacio
como dejándome entrar
de lo que me llega
viendo

y si escucho
el cantar de los recuerdos
que duelen
dejo que lleguen
y humedezcan
de vino y lloro
como regando arrugas
mis adentros

se me acorta el tiempo
y preparo el viaje
de mis amados pájaros
para que vuelen
vistiendo de versos
nostalgia
y risa linda
tristona
mi andar de poeta sureño

22 enero 2016

Bob Dylan - Meet Me In The Morning (Alternate Take)

Jaime Gil de Biedma








 NOCHES DEL MES DE JUNIO

A Luis Cernuda





Alguna vez recuerdo
ciertas noches de junio de aquel año,
casi borrosas, de mi adolescencia
(era en mil novecientos me parece
cuarenta y nueve)
porque en ese mes
sentía siempre una inquietud, una angustia pequeña
lo mismo que el calor que empezaba,
                                                                          nada más
que la especial sonoridad del aire
y una disposición vagamente afectiva.

Eran las noches incurables
                                                        y la calentura.
Las altas horas de estudiante solo
y el libro intempestivo
junto al balcón abierto de par en par (la calle
recién regada desaparecía
abajo, entre el follaje iluminado)
sin un alma que llevar a la boca.

Cuántas veces me acuerdo
de vosotras, lejanas
noches del mes de junio, cuántas veces
me saltaron las lágrimas, las lágrimas
por ser más que un hombre, cuánto quise
morir
            o soñé con venderme al diablo,
que nunca me escuchó.
                                              Pero también
la vida nos sujeta porque precisamente
no es como la esperábamos.


Marina Arrate





Para que me amaras
maquillé yo mi rostro de negro
y así pintada
ascendí de nuevo al escenario
monstruosa y deformada.

Quería mostrar lo negro
de mi oculto rostro
(Atrás las maquilladas capas)
Quería ser
mimo del terror
ser fascinante.

Ahora,
de espaldas a ti,
miro el guante negro que cubre
la superficie blanca de mi brazo
de mi brazo níveo de pura porcelana
cristalina y china
y en el cuerpo
delgado y nervioso
el vestido negro que ajusta
como otro guante
la silueta contoneante
de la predilecta lujuriosa.

Un abanico antiguo de conchaperla
remolineo en mi muñeca
y en el aire se muestran
los revueltos pelos de mi axila.

Pero es mi espalda la que te enfrenta, observa,
mi espalda curva
insinuante y desnuda.

Enrosco mi verde manto
de Eva y acometo:
qué placer éste de bajar lenta,
suave, sensualmente
el cierre eclaire que encierra su grupa.
Todo el vestido cede
y su contorno bruno.

Esta es la entrada triunfal
de la carne en el estrado:
blanca es y redonda,
firme y suave.

Y en derredor todo es
rojo y oscuro.

Plateada es la caminata en el sendero
y su redonda luna.
Es hora, date vuelta, princesa,
enséñame tu rostro.

-Momento -murmuro con voz ronca-
que no hay nada.
Sino un giro violento de mi oculto rostro.
Primero: vampira con dientes de sangre y ojos
Negros de cadáver y
después: la consumida.

Y todo nada más que un espectáculo
para que vieras a esta deformada
y la amaras
con terror y piedad.

21 enero 2016

El lado oscuro - Jarabe de Palo

Zaida Giles de Quirós






tú, azul,
llenas mi osamenta
de tu fluido vital

tú, azul,
penetras la quintaesencia
del cuerpo de aguamarina
que soy

tú, solo tú, amor azul,
en el espacio de mi cuello
alargado en el éxtasis
de tu recuerdo





Francisco Cobacho







DESTELLOS
El entorno se pigmenta con aroma de cisco
y un agrisado de melancolía
traspasa las enagüillas de la mesa
penetrado despacio en mis ojos
y habitándome la sangre con su perfume.

Recalo en mis adentros más recónditos
y busco la luz de aquellos días,
de aquella edad que ya no existe hoy,
lugares de pequeños arroyos,
de personas humildes y sabias.

Recuerdo las fragancias a romero y juncia,
la calidez del chamarín enamorado,
enrejado en su jaula de cañas
inundando la casa con sus letanías
de trinos y alegres gorgoteos.

Fragmentos de antiguas memorias
contenidas en lo más hondo de mi alma,
recogidas de mi posada de entonces
y convertidas en nostalgias casi apagadas
de lo que un día fueron primaveras.





© F. Cobacho/ 2012
"Ceniza caliente"

Huertas de los llanos-Jauja (Córdoba)
Óleo sobre lienzo 73 x 54 cm.
© F. Cobacho/ 2011




20 enero 2016

Sara Zapata

ADVERTENCIA



No quiero promesas,
no se pueden cumplir.
No espero tu todo
ni deshilacharte a poquitos
ni que me mires y mueras
porque yo,
te quiero vivo.
No hagas de mí tu centro
no me lleves por bandera
que mi luz no te ciegue
ni mis besos te callen.
Cédeme rincones,
avenidas, portales
pero guárdate lugares
en los que yo no entre.
Protégete de mí
que tiendo a la expansión
a poblar todo un mundo
para después huir
ante el horror que supone
sólo verse a una misma
cuando dos, se hacen espejo.
Recuérdalo, compañero:
yo sólo
te quiero libre.


"Palabras para salvarse"
Ed. Huerga & Fierro





Pablo García Baena



Otro adiós

La mermelada duró más que el amor...
no tendré que bajar ya por la confitura.
Chillan los gorriones no informados:
¡Levantaos amantes que dormís las mañanas frías!
Terminaron los desayunos para dos.
Vuelve a tu duro pan de solitario.

II
Creció la zarza ardiente del silencio
signaron hojas los gastados labios,
quemaron las palabras sin decirse.
¿Por qué no hablaría yo?
Gustavo Adolfo
desde el visillo trémulo apuntando
el llameante aullido silencioso.

III
¿Proust otra vez ? Guermantes,
vano nácar del tiempo, los biombos
de olvido desplegando fastos...
¿Eres tú o una sombra que cuenta lo de otros?
Sentimientos en eco,
hay lejanas levitas en lo que dices,
pasos que no son tuyos resonando
por galerías de espejos, muselinas,
frutales cornucopias de alucinante alinde
donde no te reflejas...
Caiga al fin el guarnido cortinón escarlata.
 
IV
Llegó el derribo urgente y necesario.
Quedan las cartas. Quema las cartas,
velador giratorio que consultas a veces
en busca del secreto.
Infinitud de amor: están los cedros
dando su sombra al músculo del lince,
pájaros, lluvia, nardo asirio, huerto
terrenal siempre.
Incierto encuentro, realidad fue sólo
las escritas palabras, tal la lápida.
Allí surges de nuevo, allí te tengo
criatura del amor ,
naciendo entre las valvas venéreas de las olas.





19 enero 2016

Antonio Porras Cabrera






Quisiera ser


Quisiera ser el lápiz
que perfila los labios
que sellan tus besos.

El rímel que adorna tus ojos
dando a tus pestañas
el tono perfecto
que tiene la magia
de un mirar avieso.

La ropa interior
que abraza tu cuerpo
que envuelve tus pechos
y juega enroscada
con púbicos versos
de labios abiertos
en besos profundos de sexo.

Quisiera ser el perfume
que inunda tu cuerpo
de suave fragancia.

La cama que acoge tus sueños
en lechos de amores
vestidos de besos,
en mares profundos
que ocultan ensueños.

Quisiera ser eso…
lo que tú quisieras
dentro de tus sueños.