30 junio 2013

Rebekka Bakken - Powder Room Collapse

Pedro Salinas





A la noche se empiezan
a encender las preguntas.

Las hay distantes, quietas,
inmensas, como astros:
... preguntan desde allí
siempre
lo mismo:
cómo eres ?

Otras,
fugaces y menudas,
querrían saber cosas
leves de ti y exactas:
medida de tus zapatos,
nombre de la esquina del mundo
dónde me esperarías.

Tú no las puedes ver,
pero tienes el sueño
cercado todo él
por interrogaciones
mías.
Y acaso alguna vez
tú, soñando, dirás
que sí, que no, respuestas
de azar y de milagro
a preguntas que ignoras,
que no ves, que no sabes.
Porque no sabes nada...

y cuando te despiertas,
ellas se esconden, ya
invisibles, se apagan.

Y seguirás viviendo
alegre, sin saber
que en media vida tuya
estás siempre cercada
de ánsias, de afán, de anhelos,
sin cesar preguntándote
eso que tú no ves
ni puedes contestar.


Pedro Javier Martín Pedrós

RENACER


Corazones abiertos en
busca de sol,
pájaros pidiéndome sonrisas
que no llego a entender,
seres anónimos queriendo
abrazar mi pecho desnudo.
Cansado de tanto fingir
siento alegría al decirte
que fui testigo
del parto que anunciaste,
y volaron las fuerzas
de la tribulaciones,
se fueron las frases hechas,
y…
me visitó el
verbo ser.

J.S. del Viejo



HÍKUS




Media naranja

con qué brindar el jugo

ácido y puro.

28 junio 2013

Aníbal Núñez








Ya lo sabes, amada...


Ya lo sabes, amada
ahora podemos
realizar nuestros sueños imposibles
esa luna de miel en cielo exótico
viaje todo incluido
vistas al mar crepúsculos
íntimos revisados por expertos
a nuestro alcance todos
los silencios románticos
con el nuevo sistema de cómodos
pagos a plazos: a escoger
islas privilegiadas o lugares
de gran mundo -aquel sueño
ya es una realidad-
(o bien quedarse aquí junto a la brecha
al lado de la lucha que aún hay tiempo
de jugarse el pellejo para algo)
una de dos, amada mía, no olvides
que elegir es el único problema

que este sistema ofrece.

27 junio 2013

Enrique Nanti

Magisterio



Eso es todo.
No en la tierra
alardeando pasos
sino en el aire.
Dejar huellas en el aire
para que las aves nuevas
aprendan a no caer.

Tu vienes vendiendo flores - Enrique Morente

Begoña Abad

Parchís


Los políticos juegan al parchís,
juegan a la oca, al ajedrez,
juegan.
Sacrifican peones, damas,
tiran otra vez
y se comen una roja
mientras la azul se cuenta veinte.
Repiten la tirada.
Del laberinto al treinta, se aseguran
y a río revuelto ganancia de pecadores.
Desde sus torres de marfil
viven como reyes
y nunca caen en la cárcel.
De puente a puente
cabalgan sus caballos,
esquían en Baqueira
y si alguna vez caen en el pozo,
aún les quedan peones para rescatarlos.
Los políticos, ya se sabe,
tienen mal perder,
por eso, de vez en cuando,
hacen trampas para seguir ganando.

Antonio Gala



Bagdad



Tenía tanta necesidad de que me amaras,
que nada más llegar te declaré mi amor.
Te quité luces, puentes y autopistas,
ropas artificiales.
Y te dejé desnuda, inexistente casi,
bajo la luna y mía.
A las princesas sumerias,
cuando fueron quemadas con joyas rutilantes,
les brillaban aún sus dientes jóvenes;
se quebraron sus cráneos antes que sus collares;
se fundieron sus ojos antes que sus preseas....
Bajo la luna aún brillaban sus dientes,
mientras te poseí desnuda y mía.

Ángela Mallén




La Autopista del Tiempo Agitado
El cielo estaba emborronado de nubes sucias, como si amenazara con una tormenta de arena para uso industrial. El paisaje cobraba un aspecto deslucido y mustio. La aparición de un matadero junto a una fábrica de ladrillos y una planta de biodiesel daba a entender que se estaba instaurando un orden inquietante. La tierra en carne viva, sin su piel de yerba, cobraba un aspecto de chuletón y de ternera desollada. De hecho, los arcenes estaban revestidos con una malla metálica igual que la del embutido de lomo.
Robbie Williams cantaba su DG por la megafonía y, al mismo ritmo, bailaban los molinos aerológicos a lomos de las colina que formaban una silueta de espina dorsal palenteológica. Parecían un ejercito de gimnastas realizando un ejercicio acrobático en la lejana China. También parercían bailarinas rusas disciplinadas.
En el parque eólico conté 28 molinos. 25 no se movían. 3 se movían. Giraban sus tres aspas hacia el mismo lado: en el sentido de las agujas del reloj. ¿Corría una brisa estrecha y breve, como un arroyuelo aéreo? ¿Eran los otros 25 molinos inertes, rígidos, apáticos? ¿Estaban allí de adorno, como 25 árboles blancos de tres ramas peladas?
Mientras me hacía preguntas empezaron a moverse 24. (Sólo faltaba uno. El molino estúpido. El tonto del parque). ¿El arroyo de brisa se había vuelto río de viento? ¿Corriente nueva? ¿Moda?
Todos los molinos menos uno bailaban a la vez. Ejecutaban una jota de tres brazos, una sevillana solemne, un ritual budú arcano. Al pie de la colina se extendía un campo de girasoles. Todos dirigieron sus cabezas hacia los molinos. Cabecitas amarillas. Miles de ellas. Como un estadio lleno de aprendices del movimiento, admiradores de los gigantes blancos disciplinados. La uniformidad casi detenida frente a la blanca gigantez marcial. Los productores de semillas solares versus los embaucadores del viento que parecían asesinos de pájaros a manotazos, que parecían esbeltos relojes midiendo un tiempo tridimensional acelerado. Sin embargo el campo iba quedándose atrás, lo cual daba a entender que su tiempo era más lento que el mío, más atrasado, más durmiente.
Entonces empecé a fijarme en los postes de la luz. Eran incontables. Unidos por tres cables. Enmarañando el campo. Tal vez inmovilizándolo.El molino catatónico seguía sin inmutarse, como un ángel dormido, como un cristo de harina, como un héroe sin hálito, como un muñeco roto, como un muerto a lomos del horizonte. ¿O quizás era el vigía?
Los girasoles se mostraban cada vez más atónitos, con los ojos como platos amarillos, intentando averiguar qué clase de hora marcaban los gigantes blancos del tiempo agitado: ¿Las veintiocho menos uno? ¿Las tres horas verdes de los árboles? ¿Las cuatro de la colina desollada?Las nubes de aceite industrial fueron aligerándose, perdiendo grasa, perdiendo componentes condensatorios y volviéndose ligeras, vaporosas, inmaculadas, de una pureza dulce, tierna y esponjosa. Levitaban detenidas en el claro turquesa del cielo, como ropa tendida de bebé en un día de verano, como esculturas de merengue glasé, como diapositivas de fantasmas, como figuritas de nieve naiv.
El autobús seguía su ruta, obediente, ajeno, ¿veloz?, con su música de Robby Williams y de servofrenos. Acataba las órdenes de la autopista, obviando los mundos marginales: la carne de arcén, las cabecitas amarillas, los postes tejedores, los relojes gigantes que miden un tiempo aparentemente agitado, sincronizado por el viento.
Nosotros llegaríamos a nuestro destino a las diecinueve treinta de los relojes diminutos que miden un tiempo aparentemente parsimonioso, que adelanta, atrasa, vuela, se detiene.

Andrés Neuman



Iluminación

El alma existe.
Y huele
a sales y calor,
lleva un silbido impuro,
arde como la menta
y se pliega y se ciñe
a tu vientre.


Ali Salem Iselmu





“Mírame siempre

Trata de entenderme,

Ver mi destino como el tuyo.

Nunca dejes de observarme,

Si lo haces, habremos desaparecido…”






26 junio 2013

Pedro Jesús Cortés Zafra.

 
 
Como un viento de júbilo, lo recuerdo:
Mar, sol desamarrado al borde del cantil
Oigo la luz y el viento, como un velo gritando
al mar, ¡silencio!.
Cerrando olas, luz abriendo.
Yo ignoraba que era horrible por dentro...


Azotó a un hombre al borde del cantil.
Veo entre el mar sus brazos y su alma alzados
a nado entre el frío cielo
y el viento.
Avanza, ceniciento, frente al viento
Veo un ciego golpe de los brazos y las olas,
con el braceo, a las rocas.
Hombre, tropiezo, sienes,...
Hombre al borde de... la muerte.
Emerge del viento y el mar
empujado por las olas
hacia el cielo.
Fue un recuerdo mudo, ceniciento.
Y doloroso recuerdo.

Pedro Javier Martín Pedós



  1. RESPETO HACIA EL OTRO.


    Cada día descubro a un hombre nuevo,

    que anochece con el silencio

    del amor.

    Intento compartir en mis sentimientos

    ... su equipaje,

    su olor y su perfume

    me hacen sentirme

    navegante en su marejada,

    e infinitamente respetuoso

    con su forma de andar.



    Pedro Javier Martín Pedrós.

    Del libro : Trozos de vida

The Boomtown Rats - I Don't Like Mondays

Mayte Martín "Por la mar chica del puerto"

Mercedes Dueñas






A TU SER.
A tu ser que me acompaña siempre
en la distancia y cercanía.
que respira al unísono
 acaricia mi alma con dulces palabras
y bellos sentimientos.
Gracias por soñar paisajes
donde la piel es un mar de olas
que trasporta caricias
donde germinan las flores
de una nueva primavera.
A tu ser
capaz de convertir
huracán y torbellino de emociones
en hálito remanso de calma,
que abraza la piel, el corazón
y traspasa el aura.


Antonia Naranjo Paris





Tú eres ese alguien
a quien de vez en cuando
le pongo la voluntad para escapar
del peso de todos los silencios.

Alguien a quien brevemente
le encaro la realidad,
sin insistir en el error de los fracasos
y lo traigo más acá de la  noche fría,
y de rincones muertos.

Lo levanto sin prejuicios.
Y sin asombro descubre
que no se distingue
de las demás virtudes
ni de las demás miserias.
 
Tú y yo
somos el mismo desde siempre.
Somos
como ese espejo
que trozo a trozo se rehace
y no queda perfecto.

Nos quedamos sin asidero,
pero ya no nos duelen
los bordes del cristal con sus secretos
ni reprimimos la inocencia.

Simplemente somos
lo mejor y lo peor que podemos.      


Pintura de : Antonia Naranjo Paris.











Magda Robles



Oculto...

Te escondes entre mis pliegues.

En esa arruga infinita
que tímida ofende
a la comisura del labio,
y grita distante a un pasado,
que por pasado,
es ya fruto del olvido.

Te oculto bajo mis párpados.

Te hago un refugio en ellos,
y desde mi pupila miras,
pintando de malva y gris,
estas aceras de tránsito,
de cuerpos vencidos y ausentes,
que van quebrando mis pasos.

Cae la tarde,
y me encuentras entre tus manos,
o jugando maliciosa en tus pestañas.

Y me abrasas
con un beso kamikaze que se lanza
y se estrella frente a frente con la vida...



24 junio 2013

Pink Floyd - PULSE Full Concert (Live at Earls Court, 1994)

Rafael Alberti





¡Qué blanca lleva la falda
la niña que se va al mar!

¡Ay niña, no te la manche
la tinta del calamar!

¡Qué blancas tus manos, niña,
que te vas sin suspirar!

¡Ay niña, no te las manche
la tinta del calamar!
¡Qué blanco tu corazón
y qué blanco tu mirar!

¡Ay niña, no te los manche
la tinta del calamar!
Foto de Rosa M.

Uberto Stabile,




Y AHORA DIME QUE ME AMAS


Te dejaré sola en casa
Fregarás por mí los platos
Amaré por ti a otras
Te arrancaré una costilla
Construiré el mundo en seis días
Te sacaré de paseo los domingos
Tendrás derecho a votar
Alquilarás vídeos
Dormirás sola
Te preguntarás por mí
Sabrás llorar cuando te perdone
Y también cuando te olvide
…y ahora
dime que me amas

(de Los días contados, Ed. Diarios de Helena, Elche, 2000)


Sitio web de esta imagenDime-que-me-amas

desmotivaciones.es

Francisco de Paula Oliva ( Paí Oliva )




AVANZAMOS

La proa
va abriendo el río.
Parece que nada hace.
Las aguas,
detrás,
se vuelven a cerrar.
Y todo parece igual.


No crece ninguna flor.
No florece ningún árbol.
Y, sin embargo,
la cosecha es grande.
El jardín es hermoso.
Porque
la proa
abre el río
nosotros vamos avanzando.
Y con nosotros este Pueblo.
Y con este Pueblo
la causa del Dios de la VIDA
Foto de Mad82

Lupe García Araya





Sigue ahí,
desnuda sobre su alma
esperando que la llamen.
Sigue ahí,
adivinando el parecido
de ese árbol con su vida.
Sigue ahí,
quieta sobre sus pasos
y con soles en la espalda.
Sigue ahí,
pero algún día
se irá al mar a buscar caracolas
y algas para su vida.


Del libro : Imágenes de agua y tiempo

Noni Benegas,













La Melancolía

Si soy feliz, ¿por qué yo no me entero?
¿por qué el matiz entre mejor y apenas
no alcanza a desligarme de mis penas
y estando bien también me desespero?
Si tengo mucho, ¿qué otra cosa espero?
y si poco, ¿por qué busco sirenas,
y bailo atada a un mástil con cadenas
al son de falsas letras que no creo?
¿Por qué no hago una playa de este piso
si tanto quiero arena, sol y luna
y mágica adivino tras la duna
la noche con sabor a paraíso?
Ese vaivén del alma es porque añora
el recuerdo de un algo que ella ignora.

Fernando Beltrán



la voz de los poetas,


los que aventan palabras, los que tejen la piedra,

los que avivan los grifos del incendio y se lavan los dedos

en sus llamas, los que esculpen espejos como arterias

y echan bloques de azúcar en los campos

minados de la sangre, los que sueñan cuchillos

y atraviesan el filo de las noches con un pie en la galerna

y otro quieto en el barro de las casas natales, los que llaman

a voces a los botes, y callan luego al borde del rescate

y ven cómo se aleja la ambulancia pasándoles de largo,

los que atizan cometas y hurgan calmas y confunden

las rayas de las cebras con las rayas de un tigre,

el galope de un pez con la espina de un árbol,

los que tienen siempre hambre, los saciados, los que buscan

sinfín y al fin se abocan como dientes de leche

condenados al tránsito, los que arrojan palomas

a sus pozos y arena a sus paraguas, los que no

se conforman, los pálidos la miel los contagiados,

los que nunca se rinden, los que mueren de pie bajos los cascos

de los mismos caballos que inventaron, los que arengan

al poema con sus tropas, verso a verso ordenadas

y engañan luego al mundo con sus banderas blancas,

los que imantan las brújulas de lluvia

y al calor de la herrumbre, una noche de perros

inventaron el don de las metáforas


(Del libro "El corazón no muere")

Poema de Ernesto Cardenal.



(Corn Island)


El agua de South

West Bay es más

azul que el cielo

pero tus ojos son

más azules que

south west bay

Y en las cuevas de

(...)

han llegado ya

las lluvias de mayo,

han vuelto a florecer

los malinches colorados

Y el camino del

Diriá está alegre

lleno de charcos;

pero ya vos

no estás conmigo

23 junio 2013

Sergio Naranjo


-Mi mar Serena-

 

 

Oigo un llanto y no es de un niño,
siento mi alma que esta vacia,
solo vive en mi tu recuerdo,
maldita sea esta agonia.

Cuento cada segundo,
que me queda vida mia,
para acercarme a tu lado,
y sentir que ya llega el dia
.


No quiero llantos cielo,
que no sirven para nada.
Dame la mano fuerte,
y agarrate a mi alma.
que juntos volaremos aun mundo con estrellas,
en el que viviremos tu y yo.


Mi mar serena cuando tu no estas,
en la brisa que roza tu piel,
quisiera estar...
si me hundiera,
resurgiria por ti,
por ser mi vida,
por ser asi...

Caminos que recorrimos,
me traen de nuevo tu sonrisa,
no soporto este sentimiento,
de no verte diia tras dia.


Pero se que las mismas calles,
que hoy desprenden melancolia,
seran de nuevo nuestro refugio,
cerraran al fin la herida.

No quiero llantos cielo,
que no sirven para nada.
Dame la mano fuerte,
y agarrate a mi alma.
que juntos volaremos aun mundo con estrellas,
en el que viviremos tu y yo.


Mi mar serena cuando tu no estas,
en la brisa que roza tu piel,
quisiera estar...
si me hundiera,
resurgiria por ti,
por ser mi vida,
por ser asi...

Eladio Orta,




Bajé a la pleamar
a acariciar con mis manos
el



agua.
La probé.
y estaba salada





Imágen de Eugenio Fernandez Corral

Fernando Pessoa


¡No, no digas nada!

¡No: no digas nada!
Suponer lo que dirá
tu boca velada
es oírlo ya.

Yo oí lo mejor
de lo que dirías.
Lo que eres no viene a la flor
de las frases y los días.

Es mejor de lo que tu.
No digas nada: lo sé!
Gracia del cuerpo desnudo
que invisible se ve.

CARMEN CAMACHO,



PECADO ORIGINAL

Lo primero que hizo mi padre al verme recién nacida
fue besarme ampliamente en el sexo,
para que tú sólo pudieras aspirar,
como máximo,
a un modesto segundo puesto.
De mi viejo dicen que aprendió el Dios
que dio vida a Eva mordiéndole en la entrepierna.
(A estas alturas ya todo el mundo sabe:
lo de caín, lo de la costilla,
el diluvio, las plagas, en fin,
todo eso
del Antiguo Testamento,
es una sarta de estrategias de marketing
para promocionar la segunda parte

Angel Poli,




No en tus pupilas,
más allá.
No en los espejos donde el llanto acude,
donde el gozo alumbra.
Más allá,
más allá de los ojos.
Donde tu yo y el mío tropiezan y se funden,
disueltos en pureza inconfesable.
Más allá,
más allá de los ojos nos hallamos.



De "Con amor a destiempo " (1994)

Bob Dylan - Knockin' On Heaven's Door (Unplugged)

22 junio 2013

Juan Pan García




AMOR IMPOSIBLE

Miguel tenía 16 años y estaba perdidamente enamorado de su maestra. Ella era una hermosa chica que no pasaba de los veinticinco, de mediana altura y pelirroja, en cuyo bello rostro lucían dos ojos de mirada intensa, color miel.
Miguel se la comía con los ojos mientras ella explicaba la lección junto a la pizarra. Su mirada se detenía en su bonito trasero, que llevaba enfundado en unos estrechos y deshilachados pantalones vaqueros, y cuando ella le miraba de frente se quedaba extasiado contemplando su boca, sus senos, imaginando que se los comía a besos. Cada noche se masturbaba pensando en ella haciendo caso omiso de las quejas de su madre al descubrir las sábanas manchadas. Al finalizar el curso, los alumnos acompañados de sus respectivos maestros, fueron a pasar una semana a un campamento ubicado en la Sierra de Cazorla.
Un día Miguel halló a su maestra sentada en la cafetería del campamento, y respirando hondo se acercó a saludarla. Ella le invitó a sentarse a su lado y luego comenzó a preguntarle si le gustaba el sitio, cuáles eran sus proyectos para el futuro, a qué se dedicaban su padres...
Estaba Miguel respondiendo a todas su preguntas, eufórico por estar junto a ella, cuando se acercó uno de los maestros del Instituto y besó a la chica en ambas mejillas, luego le preguntó:
— ¿Te vienes a dar un paseo por el río?
— Sí, vamos
La joven recogió su bolso y se agarró del brazo de su compañero, y sin decirle nada a Miguel, que se había quedado mudo, abandonaron el local. El chico sintió un fuerte ardor en el pecho mientras que las uñas de los celos arañaban sus entrañas. Las lágrimas afloraron a los ojos y el fuerte latido de su corazón herido y desbocado le oprimía el pecho y dificultaban su respiración.
No se lo pensó más: se levantó de la mesa y salió del local. Vio a la pareja a unos cincuenta metros de distancia. Se dirigían al bosque por la senda que conducía al río.
Miguel los seguía a un centenar de metros, cuidando de no hace ruido y ocultándose tras los árboles. De pronto observó que la maestra se detenía y el maestro la abrazaba y besaba en la boca. Miguel no podía apartar los ojos de ellos, no se creía lo que estaba viendo. Su maestra, la chica de sus sueños, la que durante cuarto años le había dado clase y le había encandilado de tal manera que sólo pensaba en ella, soñando despierto con sus besos y caricias, se entregaba al profesor de gimnasia.
Se quedó pasmado y sintiendo su corazón golpear con fuerza en su pecho al ver que la maestra le desabrochaba la bragueta, sacaba el miembro viril del maestro y poniéndose de rodillas le hacía una felación.
Miguel no pudo soportar más el dolor que le producía lo que estaba viendo y, olvidándose de tomar precauciones, salió corriendo y regresó al campamento.

Al día siguiente, nadie supo explicarle a los guardias los motivos por los que Miguel, un chico aventajado cuyas notas superaban con creces las del resto de la clase, se había cortado la venas y aparecía tumbado en su lecho con la tez pálida, muerto y desangrado

Pedro Javier Martín Pedrós




No me importa con los colores...


No me importa con los colores
que esta tarde me saluda el
arco iris,
no me importa el color de tu
camisa,
ni la marca de tus zapatos.
No me importan tus arrugas,
ni el color de tu piel,
no me importa tus caprichos,
tu forma de andar,
de entender la vida,
no me importa nada.
Se, que tu corazón es limpio
y transparente,
¡eso me basta!
Mañana, seguiremos creciendo,
seguiremos volando,
seguiremos amaneciendo…….

Joan Margarit





Historia en un ático
 
 
 
 
La vida convirtiéndose -¿recuerdas?-
en viajes y trabajo.
La terraza, las vistas, y nosotros
mirando hacia otra parte: así acostumbra
a iniciarse el error: Pero al final,
hacía tanto frío que una tarde
cerramos la terraza de aquel ático.
Sabes lo que te ofrezco: un viejo buitre
a quien el miedo hace volar más alto
y que prepara su vertiginoso
descenso hacia las últimas carroñas.
Del confuso negocio del amor
quedan sólo las últimas monedas
de un tesoro saqueado. Conversemos,
ya que nosotros siempre hemos hablado,
y la conversación tiene el calor
que desea quien sube a un tren nocturno
como el que se me lleva: mi pasado
se borra y el futuro ya no es nadie.
Es otra clase de felicidad.

Lupe García Araya. Copyright ©,





En el fondo,
duele que te escapes dormido,
sin besarte al tacto como quisiera.
Me duele el agua latiendo
y la sombra fugitiva que te acecha.
Corre, sálvate, escapa al vacío,
desnuda las formas invisibles,
el ruido del silencio,
el color de la tristeza...
inclínate a lo no tocado,
vela tu libertad.
Tu piel tersa estará junto al musgo
y yo te daré un beso azul
para que nunca te marches