30 noviembre 2015

Iván Rojo







En el paseo marítimo
vino la anciana y se sentó a mi lado

Me habló en ruso
No sé cómo sabía que lo domino
tal vez fue una simple casualidad

Dijo
Buenas tardes
y que no siempre había tenido glaucoma
que durante veinte años seguidos
de mirar el mar al atardecer
todas y cada una de las olas
que habían chocado allí enfrente
contra las rocas
habían creado la misma figura

una calavera de espuma, sonriente
que duraba un segundo
hasta deshacerse
en el aire

Le dije
Señora
con el debido respeto
eso es imposible
No hay dos olas iguales

Lo mismo dicen de los días, replicó
Y añadió: mira, mira si te atreves
Al instante empezó a reírse
Carcajadas burbujeantes
sin dientes

Dirigí la vista al acantilado
El mar estaba en calma
Pero la vi

Toño Morala





TIERRAS AMIGAS...VALDUVIECO. (León)




Relato, por Toño Morala.






...¡¡Ay Dora...ay Dora mía!!! Así termina Nana (Arseliana Aláez,) una canción de cuando era moza. Amaro Aláez tiene esa mirada limpia y de respeto inmenso. Dionisio Mata tiene la memoria intacta de las cosas. Hermógenes Aláez, hermano de Amaro, la formación del hombre trabajador y luchador. Entre los cuatro, casi cuatro siglos de vida, y escrita queda la historia sencilla y humilde y llena de dignidad. Valduvieco es un pueblo sereno y lleno de buena gente; pertenece al Ayuntamiento de Gradefes (León) y se llega desde el Puente de Villarente por Villafañe hasta Mellanzos y se gira a la izquierda. Dicen que las vacas eran de trabajo y si apenas daban leche para el ternero; sopas de ajo y la parva y a navegar por los campos en silencio, enganchados todos al arado romano de punta. Los cornales bien prietos unciendo las vacas al yugo. Trigo, garbanzos, titos, centeno, yeros, tochos...acarrear con las pernillas altas en el carro, que esperan las gavillas en las morenas y el trillo en la era. Antes se había segado a hoz, y más tarde a guadaña. La madre llega a los campos tan pronto andando como en burra, y lleva los garbanzos con tocino y a veces un trozo de chorizo. La siesta...y otra vez para la era, que hay que seguir trabajando para separar la paja del grano. Primero aparvar para aventar con horcas de seis guinchos, la vienda, el viendo solo tiene cuatro. En las trojas se almacena el grano para el ganado; con la escriña se alimenta a mano. Llega Diciembre... hay concejo; quince días de podeja y hacha; así están los montes de cuidados. Se reparten las suertes de la leña de roble en la Cota, Valdevegas, Vallin del Agua, Valdeñadales, Las Barrosas, La Laguna del Fresno. En Pozo Vallina Carbonero se hicieron algunas carboneras de carbón vegetal, y se bañaban las ovejas después de la esquila allá por principios de Junio. Y por la noche que no falten los frejoles, que hay que comer para tan duro trabajo. Son las tres de la mañana y por el camino van los hombres y las mujeres a acarrear...que pronto llega el día y hay que espabilar. Ya se pasan las mujeres el Recentadero, que hay que amasar pan; y en el campo se bebe de las fuentes...la que más cerca está...tan pronto la de los peces o el barrero, la de las doncellas...todas bellas. Tocan a muerto...el día del entierro hay que hacer bacalao con arroz y poco más, que eran tiempos de vacas flacas y mucho que trabajar. Y así se escribe la vida entre alegrías, sonrisas, y llenas de vida, hombres y mujeres de Valduvieco, tierra amiga.


Sandra Santana








Una mosca
golpeándose reiteradamente
contra el cristal.

Abandono mi lápiz
sobre el papel, la dejo salir,
y cierro de nuevo
la ventana.

Reanuda su tarea
desde el exterior.


Nos entendemos:
todo puede resumirse
en el acto de huir.

Lucía Fernández Núñez





Me diluyo
ante la grandeza de los otros.
Mi pequeñez crece
mientras admiro y aprendo.
Así, algún día seré
la invisibilidad absoluta,
la nada inmensa y eterna,
sin nombre, sin ego,
vacía de triunfos,
solo un ente sin vida,
olvidada de todos.

Crecer y crecer
hasta dejar de ser.
Misión cumplida.

Fernando Sarría.








14 NOV.

Hoy, ciertos nombres
son como las flores secas,
marchitas, cuando la maleza cubre
todo lo que se ha dejado
en medio de un camposanto de recuerdos.


27 noviembre 2015

Carmen Ariza

He sentido enredarse
tu deseo en la orilla de mi vientre
esparcido y vencido
al olor de tu mar,
y húmedas las sabanas
anudan mis tobillos a tu cintura
que mecen la marea
de olas con sabor a deseo y sal,

entreabiertos los labios
esperando tu hambre y tu sed
de beber y comer de mi sexo y mis pechos
los océanos infinitos del placer que juntos inventamos
para renacer...

humedeces cada rincón del desierto
de esta playa deshabitada
sin límites, ni fronteras
ancho
como ancho es el mar de todo aquello
que al amanecer soñamos...

penetra por cada orificio de esta playa desierta
que sin ti vive muerta,
y desata tu furia desde dentro hacia fuera
como las olas furiosas
que contra la rocas se estrellan,
renuévame las ganas y la vida..
adéntrate infinito, sacudiéndome, inundándome
cubriéndome,
hasta ahogarme con furia
en el delirio animal de tus besos
nuestro mar, la risa y el goce de ser uno
en la suma de dos almas gozosas de amar

y
pompas de espuma blanca
se derraman
mientras
yo,

me pongo de nuevo
a temblar.




Ilustracion Seguio Martinez Cifuentes

Lito Vitale Cuarteto - "Viento Sur"

José Cercas Domínguez





FLOR EN EL CAMPO DE BATALLA


Yo te golpeo.
Tú me golpeas.
Nosotros te golpeamos.
Vosotros nos golpeáis.

Entonces, alguien dijo tierra y encontró una flor,
y la puso en las manos de los golpeados.
Hasta que esa flor creció y multiplicó su imperio.
Hasta que alguien dijo que esa flor era dios y era su patria.
Entonces, ocurrió de nuevo:

Yo te golpeo.
Tú me golpeas.
Nosotros te golpeamos.
Vosotros nos golpeáis.

Hasta que el último dueño de la flor con piel guerrera,
golpeó al penúltimo que deseaba la flor con piel guerrera.




Entonces, todo cambió.
El pan y la piedra se detuvieron,
la flor cayó golpeada sobre la sangre de los invencibles,
el último de los guerreros murió ante tanta derrota.

Entonces, nada ocurrió,
la nada ocupo el centro de la tierra.

MARIO BENEDETTI








CHAU NÚMERO TRES


Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo derrotando imposibles
segura sin seguro
te dejo frente al mar descifrándote
sola sin mi pregunta
a ciegas sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas a pie juntillas todo
no creas nunca creas este falso abandono
estaré donde menos lo esperes
por ejemplo en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano horizonte
sin horas en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar de tu sueño
en la red esperando tus ojos
y mirándote.


Laura CASIELLES





MODO DE EMPLEO


Estuve al borde del cinismo.
Afilé mis palabras,
cultivé alusiones,
desgrané tristezas.
Casi pensé
que era importante un gusto impenetrable
y hacer como si el dolor fuera asunto de risa.

Pero no
Hay que acariciarse los ojos.

También nosotros necesitamos amor para ser valientes.



26 noviembre 2015

Carmen Maroto








Mis palabras
escogen su propio destino,
no escuchan órdenes,
andan en grupos
incontrolables,
se amotinan en mi lengua
cuando hablo de ti.







imagen Erika Kuhn

Felicidad González







Deshago la maleta
de mi última huida,
de mi último encierro.
Tan solo cuatro trapos
y mi dignidad van dentro.

Me alejé de tu mano,
me alejé de tus gritos.

Curaré las heridas
que me dejaste grabadas
por fuera y por dentro.

Y si un día te encuentro,
te miraré a la cara,
y te llamaré por tu nombre,
... MALDITO.


Luis Cernuda





ESTOY CANSADO

Estar cansado tiene plumas,
tiene plumas graciosas como un loro,
plumas que desde luego nunca vuelan,
mas balbucean igual que loro.

Estoy cansado de las casas,
prontamente en ruinas sin un gesto;
estoy cansado de las cosas,
con un latir de seda vueltas luego de espaldas.

Estoy cansado de estar vivo,
aunque más cansado sería el estar muerto;
estoy cansado del estar cansado
entre plumas ligeras sagazmente,
plumas del loro aquel tan familiar o triste,
el loro aquel del siempre estar cansado.





Maite García Córdoba





Ahondan alas destempladas,
en ésta ausencia requerida.

No sé cómo trazar el camino,
ése, que ya lleve, la llave clara a tu boca.

Y entre mi rubor y tus manos anheladas,
quizás ya asoma inquieto mi sentimiento.

Rio raudo, fresco y con tu nombre.
Ay! siempre con tu nombre.

No tardes, que tengo olas tardías,
llenas de todos los deseos.

.

25 noviembre 2015

Begoña Abad






Mis tareas diarias contra el espanto:
Ser mejor que ellos.
Amar más que ellos.
Diferenciarme de ellos.
Mantenerme firme cuando mire a los ojos, que no me tiemble la mirada, que no me permita un gramo de odio.
No permitir que pisen un gramo de lo que SOY, a pesar de la fuerza de sus botas.
Mantener mi tristeza al borde, que no invada mi espacio de la alegría de reconocerme.
Aprender siempre y saber que no sé nada.
Saber cuál es mi sitio y cuidarlo con la misma energía que humildad.
Trabajar también para el otro.
Seguir sabiendo que esto no acaba aquí, que la vida es otra cosa.
Poner poesía contra la ceguera, la violencia, la sinrazón…
Sonreír y acariciar a ser posible.
Dar mi mano.
Dar mi aliento.
Dar-me.

Lu Sesma




Esos versos que se fueron
con la noche oscura
buscando los labios mas cálidos,
las promesas perdidas en el viento,
las miradas errantes,
vuelven a mi cada noche
cuando ya vencida, cierro los ojos
y vuelo..

Felices sueños!

Germán Terrón

Foto de Germán Terrón Fuentes.
Ya sé que nada es eterno,
que cada partícula nuestra
se esparcirá por el aire
y que ni el humo de la hoguera
de nuestro cuerpo
será perenne.

Pero acá estamos,
con esa manía tan nuestra
de inmortalizar nuestros actos,
cuando ni siquiera valen
para rellenar una sola hoja
de cualquier libro.

Pero nos basta para morir tranquilos,
-al menos eso dicen-

Yo en cambio me conformaré
con haber amado y con haber vivido,
lo suficiente,
como para dejaros esos cuatro versos
que a menudo os escribo.

© Germán Terrón
(Dedicado a todos mis amigos y amigas de las redes sociales, porque ellos también me hacen sentir que estoy vivo…y con eso me conformo)

MARWAN

Es por eso, es por ti


Si mis dedos se alargan es porque tú vives y algo de ti me pide, o algo de mis manos exigen que acuda hacia el contacto, que ruede hacia el milagro.
Por eso mis dedos te buscan en cada mapa donde el deseo plantea una nueva coordenada, de camino a ti, de camino al mundo.
Yo te sigo por esto y porque me gusta ver a mis pies volverse daltónicos y confundir tus rojos con mis verdes tus semáforos abiertos como una fruta madura que estalla en nuestra boca, con la pulpa del sexo buscando aire en el contacto de otra piel, como un oasis de pólvora donde quemarnos en pleno desierto cuando el corazón mastica arena y bandadas de nubes pasajeras que nunca rompen en agua que apague la sed.
Yo te viajo. Yo decido viajarte en lugares sin nombre donde solo nos hagamos la paz, donde descorchemos nuestros cuerpos como tapones sin billete de vuelta, donde nos mojemos con el agua azul de las victorias pisándole los charcos a la duda para que deje de aguarnos la cama.
Si me estiro,
si me rompo,
si me busco frente a ti es por eso, es por ti, y por todo lo que no cuento
y tú ya sabes.


Foto de : 

Michel Comte

Consuelo Jimenez







APATÍA



La noche se arrincona
en la tangente del silencio.
Son los desgastados minutos
esos lentos parpadeos
que van dejando versos
en la mirada quemada
de las nubes.
Un resquicio de vela
late en fuego.
Es entonces
cuando arde el cielo
La espera se alarga.
Queda poco.
Poco queda.
¡ Ah ! eso es tanto.
Que hasta la luz
se vacía en el eco
de un suspiro.

24 noviembre 2015

ANA GARCÍA BRIONES

 







Las puestas
de soles,
las caricias
y las risas incontroladas
son
oasis
reservados
a
los
afortunados
del
universo.


Del libro: Partos de luz

Paco Mateos.



TU ESPALDA. En "Del Color de las Nubes."




En tu espalda se acurruca
la noche.
Estrellas destrenzadas
en cuevas de esmeralda
un de verde manzana
mordida por la luna
conchas marinas
con gemido de sirenas
tu espalda
el mapa del mundo
rincón perdido
todo comienza en ti
rosa
naranja
brea
surco
arroyo silencioso
tu espalda.

Natalia Belleq.









Ven...
Voy a darte un paseo por la luna
A romper la noche oscura
Quemar el silencio
Tropezar con los sueños
Vamos a gritar bajito
A murmurar suspiros
Vamos a querernos despacito
A darnos besos de niño
A sentir las miradas
Y morir en la madrugada
Amanecer en tu cuerpo
Robarte un te quiero
Vamos a contarnos un cuento
Guardián de mis deseos.


Toni Montesinos Gilbert






Home, Sweet Home

Me avergüenza mucho enseñar mi casa.
Es muy pequeña, las baldosas crujen
y el papel de la pared está sucio.

Los mayores de la familia dicen:
"Todo era feliz antes de la muerte."
Y añaden: "Tienes los muebles muy viejos...
aquí huele mal... comes porquerías..."
Todos ellos se fijan en la casa.
Ni una vez han reparado en mis ojos.

Mi casa es fea, poco acogedora.
No se la enseño a nadie. (Es por vergüenza.)


Sigo aquí. Aunque me han dejado solo.

23 noviembre 2015

Amado Nervo.





En paz.


Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Susana Násera







Tú.
Sí, tú.
Inundas de deseo mi pensamiento
renaciendo en el perfume de las horas.
Luz que incesante grita en mis silencios.

Una vez más, tú.
Me desnudas en cada palabra, encendiendo
miradas, piel y brasas.
Dilatando mi aliento en el abismo de lo imaginable.

Siempre tú.
Desangrándome en cada latido
y estremeciendo -incansable- mi desnudez.
Respiras en todos y cada uno de mis sentidos.


Luis María Lettieri





silencio, voz, y luz de vela.
el silencio es algunos días
un grito eterno

y a veces amo más
tu voz que tu boca

no entiendo las palabras de la lluvia
aunque me hable toda la noche

prefiero tu sonrisa
y sus gerundios de lengua

el cielo es ese fuego
que enciende la vela

sólo para que yo te vea

Eva Hernández







No me cabes en una palabra,
Ni siquiera en un verso.
No hay poema que te cante,
Ni voz que te recite.
No hay luz que oculte tu misterio
Ni noche que apague tu reflejo.