30 junio 2014

Buddy Guy - What Kind Of Woman Is This

Ana García Briones. Copyright ©





Me derrumbo
en el aire espeso
de la hipocresía,
en las estrellas fugaces
que se cruzan
ante mis ojos
y se pierden,
dejando un resquicio
de melodías abiertas.

Me derrumbo
en las miradas dispersas
que se entrelazan
en cualquier portal,
esparciendo besos
sin mirar la luna.,

mientras mueren las gaviotas.


Mario Benedetti






Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Javier Salvago

 





Me recosté en tu cuerpo...



Me recosté en tu cuerpo, mientras tú preparabas
la comida. El contacto de tu piel bronceada

me despertó los tigres, dormidos un momento,
y sentí que sus uñas me arañaban por dentro.

Aunque era mediodía, nos fuimos a la cama.
Luego la casa olía a lentejas pegadas.

Gioconda Belli,

 





Y Dios me Hizo Mujer



Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y plieguesy suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigar atodo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidosy taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas

Ángel González

  










Breves acotaciones para una biografía

Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo,
pero luego no digas que no sabes lo que haces.

Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.


Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.

Gloria Bosch



Gloria Bosch. Barcelona,1959. Poeta y rapsoda. Cursa estudios de Periodismo y participa en Talleres Literarios en Madrid y Barcelona. Obra publicada:

De Carne y Verso (Ed. Libertarias), Premio Hermanos. Argensola 1994
Dédalo del deseo (Ed. Huerga & Fierro), Premio Villa de Benasque 1997
Una llamada tuya bastará para sanarme (Ed. Carena), accésit Premios Marco Fabio Quintiliano del Ayuntamiento de Calahorra.
Otras voces plaquette conjunta con 6 poetas más.
Desnudario junto con Nora Almada y María José Aldunate, Editorial Jirones de Azul, 2007

Ha sido incluida en las Antologías Circunstancias (Ed. Abecedaria) y IV Tomo Poetisas Españolas 2003 (Ed. Torremozas). Es fundadora del grupo Veus de Dones con el que trabaja para dar a conocer la poesía, especialmente la poesía escrita por mujeres. Ha sido integrante del grupo Punts suspensius Teatre y actuado bajo la dirección de Feliu Formosa en dos espectáculos en homenaje a las escritoras Montserrat Roig y Mª Mercè Marçal. Ha colaborado en programas de radio y realizado lecturas poéticas y dramatizadas en diferentes escenarios.
Actualmente trabaja en la Administración.


BARRIO CHINO


Viví la infancia en una planta baja
en pleno Barrio Chino
en medio de dulces y lecheras
interrogantes y ojeras.
Un gato negro se paseaba entre mis piernas
mientras yo, con un lápiz mordido,
jugaba con un poema.
Algunas tardes merendaban en casa
clientes diferentes
mendigos, prostitutas, travestidos
-buena gente-
otras, me sentaba en una silla baja
para ver como la vida, vestida de rojo,
se paseaba contoneándose por la acera.
Ahora vivo en un quinto sin ascensor
-he mejorado-
tengo palomas en la azotea
y un día invité a la vida a que subiera.

28 junio 2014

Brenda Lopez Soler






Lo que yo quiero , amor.
Es tan simple como pasar el dedo por los labios.
Y que no se desmoronen las torres del aire.
Como un cataclismo de amapolas.

Tan brutal como el último rayo de sol.
De toda la luz contenida.
Detrás del muro azul noche.
Adivinándose en grietas horizontales.
Como el único camino que marca la entrega y la lujuria.

Tan mortal y agua.
Tan sagrado y final.
Tan leve y fuego.
Tan pornográfico y peligro.
Como la historia de tu boca entreabierta.

Lo que yo quiero, amor.
Es que no me termines.

Juan Gelman













Escribo en el olvido...



Escribo en el olvido
en cada fuego de la noche
cada rostro de ti.
Hay una piedra entonces
donde te acuesto mía,
ninguno la conoce,
he fundado pueblos en tu dulzura,
he sufrido esas cosas,
eres fuera de mí,
me perteneces extranjera.

ANA VEGA




Si me rescatas
del frío,
prometo abandonar
el invierno
para siempre...

Consu Jimenez






Ser todo y nada,
es estar y no estar,
creo que es el estado
ideal,flotar en el mar.

Soy de todos

y de nadie,
mi alma aletea
segura de ti.

Dime que si,
vente conmigo
a ningún sitio,
ningún lugar,
un poco de mágia
y dos poesias
y aterrizamos
juntos en tu mirar.

Pedro Javier Martín Pedrós.








La puerta de la vida
se me presenta con cantos agridulces.
Mi patrimonio es un
manojo de sueños.
Cada estación pasa deshojando la
arboleda de mi palabra.
Soy romero,
vela abierta,
silencio pactado,
opresión compartida,
fecundación in vitro,
sacerdote de mis sombras,
hoja de otoño,
poeta de nada,
mosto de la tierra,
repartidor de caricias,
volador de corazones
bebedor de amaneceres.

Del libro: Travesía interminable

27 junio 2014

Isabel Rezmo







déjame decirte te quiero,
en la comisura de un arrecife,
las mañanas dormidas ,
en los columpios de las sonrisas,
en los atardeceres,
en las noches,
las madrugadas,
los encuentros,
la fantasia,
la caja de música sonando en la despensa,
la niña de los ojos de incertidumbre,
posando la mariposa en el bolsillo
de una moneda en el canto.
Déjame decirte te quiero,
en la brisa de tu pelo en la cintura,
en nuestro cuerpo arreciando los estigmas,
arreciando los influjos,
mostrando la caligrafía que no para de encorsetar
las intenciones de una sonata,
de una palabreria insensata que solo busca una y otra vez.
Déjame decir te quiero y seremos dos mas dos
en el producto final de un señuelo.
.

Juan Risueño Lorente.





LATIDOS

Lo espero. Espero
verme en el latir del poema,
sangre de su loco corazón.
Espero a esa luz que nos acerca.

Espero en la lluvia confundida
su gota de mí.
Lo espero....
y a ti.

Begoña Abad










He cambiado radicalmente de vida.
Antes vivía con tu soledad,
ahora vivo con mi compañía.

.
Del libro: Cómo aprender a volar

Lupe García Araya






Recuerdas
que guardé un barco
en la mesita de noche
y un faro
bajo la almohada
y un tiempo
que no quiso esperarnos
y una tarde
amarilla
que habitó el desconsuelo.





Del libro: Imágenes de agua y tiempo.

Noemí Trujillo

 


Una semana de ocho días
quise llegar todas las noches a tu alcoba,
apagué el ordenador,
desconecté el móvil,
me comí todas las “íes” 

de la tecnología
y nos fuimos en coche hasta Rapallo
escuchando a los Beatles.
Tú hiciste de mis dedos
flautas mágicas
mientras cantabas eso
de: hold me, love me,
y yo quise abrazarte
y amarte,
todo volvió a su sitio
y los árboles se llenaron
de dioses
y ramas verdes
y me llevé conmigo
( ya para siempre)
la luz suave de la tarde
y bauticé todas las canciones
con tu nombre.
El tiempo entero se llenó
de vida y lluvia,
porque la música canta
y yo ya me he quitado
el rosario de tristezas
que llevaba encima
como faja de cilicio
y soy feliz en tu mirada.
He vuelto a ser yo
en esta semana de ocho días,
te amaré a todas horas
y no habrá más roces
ocultos
que se deslicen dentro
del arca oscura.

Luisa Castro






Aunque se rían de los versos que te escribo
y que dejo escondidos en las mantas del catre,
pedaleo.
Y Vegadeo es de lejos un fósforo encendido,
llevo alas en las ruedas,
voy en llanta,
pero conozco el paisaje y tengo alma
porque hago amistades
con recuas de perros de varios pueblos
y diversa índole.


Me ladran porque te amo.
Se arrojan a mis zapatos como fanecas salvajes.


De “Ballenas” 1988

Jose María Parreño

 





Descálzate...


Descálzate
los ojos:
el mundo es un jardín
de páginas
o un libro

¿qué sabría
si no fuera por él?

¿de quién habría aprendido
tolerancia y bondad
sino del suelo
que lo mismo alimenta
la ortiga que el jazmín?

si no fuera por la noche
y el alba
¿cómo habría tenido la certeza
de que nada termina
de que todo termina
de que se llora hasta la última lágrima
y luego nos despierta
la serenidad?

¿cómo habría escrito versos
sin escuchar el ritmo
de la lluvia?
¿cómo habría escrito prosa
sin haber visto que la nieve contaba
de manera distinta la ciudad?
¿de quién aprendí humor
sino de nubes?

¿de quién paciencia más que del almendro
que espera el año entero
por un día?

¿de quién pasión más fiel
que del torrente:
cada deshielo
buscando sin dudar
el mismo cauce?

¿generosidad de quién sino de octubre
que marcha hacia el invierno
derrochando en monedas
el oro
que ganó bajo el sol?

¿de quién sabiduría más que del paisaje
que en cada ocasión se las arregla
para hacemos anhelar
lo que inexorablemente
le sucede?

La canción más hermosa del mundo (Joaquín Sabina, Dímelo en l

26 junio 2014

Maria Eugenia Ruiz Rey



15 PRIMAVERAS


Mi corazón latía abatido, no sabía nada de ti,
y desde el primer día que te vi, me sentí ido, distinto.

Mi concentración desapareció,
mis pensamientos volaban siempre a tu encuentro.

Mis quince primaveras se afloran, cuando la veo,
madre ya sé que mi edad es temprana, lo siento.

La hada del amor se ha colado por mi ventana,
ella ha encendido mi corazón, y mis labios solo dicen te quiero.
su nombre solo me provoca una cosa, momentos dulces, eternos.

Sus quince primaveras están llenas de ternuras,
de desconcierto, de una  luz brillante que me oprime el pecho.

Que tendrá madre el amor, que se lleva tan adentro.
que cuando lo tienes de verdad, lo ignoras
y cuando no está lo añoras.


No olvidaré nunca mis quince primaveras.

Ricardo Fernández Moyano








016
Apenas has cruzado el umbral,
descubres en el paladar
el sabor metálico del desprecio,
algunos pasos más
y unos ojos te atraviesan
anulando toda respuesta.
El amor compartido por años
no puede ahora aliviar
la amenaza que acecha.
Te acurrucas en un rincón
a la espera que nada sea verdad
y vuelvan al abrazo

las manos que te golpean.

Ana García Briones. Copyright ©






Desabrocho el corazón
y lloro con los tristes.

Desabrocho el corazón
en señal de solidaridad
con los débiles,
me agarro a sus ramas
y me balanceo en sus hojas
desde una habitación
sin armas,
solo con palabras
promuevo el combate.

Desabrocho el corazón
y ensayo himnos
que solo los pájaros
y los gorriones cantores

entienden.

25 junio 2014

Begoña Abad.





Cada vez que intento alzar el vuelo
tengo que soltarme las ataduras
de quienes dicen quererme
y me atan con sus miedos.
Como mucho, me quieren como paloma mensajera,
de ida y vuelta,
pero yo sueño con ser aire.



Del libro: Palabras de amor para esta guerra

Tomás Soler Borja. Acróbata





EN LA NIEBLA.


Adentrarse en la niebla
con una sola piel,
sin más abrigo que la palabra.

Y confirmar lo ya sabido.

Que el frío viene de dentro:
inviernos sin sol,
hielos antiguos
que se resisten a ser agua
río abajo.

Quién podrá con eso.

Tal vez el tiempo
y sus hierros al rojo.
Tal vez
el fuego y su mirada.

Mar Blanco.





Entregué una rosa
desde mis labios sin rostro.
Me lo robó un cuervo que
ahora me mira
-desde lo profundo-
En sus alas se llevó
mi fragancia.
Cada vez que miro atrás
se me cruzan estas aves.

Es necesario remontar
y poner a rodar una bola negra
descendiendo por la montaña.
Se desintegra en el mar,
me desaloja.
Una fina lluvia de plata
me baña,
deshaciendo vendas
- adheridas a la piel-
de rotos abiertos
de la ternura, la flor
y la inocencia.
Blancas las cicatrices.
En el corazón en zarzas
un pájaro pequeño y su canto
-apenas imperceptible-
Su huella, el destello.
En la mejilla una caricia
y la cuenta atrás hacia la luz
-inasible-
Camino al sol.
Despellejar la piel de aquel tiempo,
volver a empezar.
El amor de paso,
la única pieza posible
que completa este puzle.




24 junio 2014

Africa Eúfrates





Mis dedos ciegos leen pacientes
las cicatrices que me muestra
tu cuerpo desnudo, entregado.

Muy lejos, muy profundo
late un antiguo dolor.
No te pido que me digas,
que me cuentes.
No lo necesito.

Yo sé de dolores,
de pérdidas, de desgarros.
Heridas que nos hablan
del triunfo de estar vivos,
del regalo del amor,
de los sueños que no tienen miedos.

Sé del vacío donde antes vivían abrazos,
de la ausencia insoportable de quienes
ya no tienen voz para decir nuestro nombre
porque están donde no existen los huesos,
ni la carne es necesaria.
A quienes vemos ya sólo en nuestros recuerdos
y a veces nos visitan en las noches,
despertándonos con su perfume en la habitación.

Sé que eres un hombre,
de agua, de ansias,
de inquietudes y locura,
y cuando me tumbo junto a ti en nuestra cama
siento el latido de tu sangre
que llena de vida, esperanza y fuerza
las horas en los relojes de mi alma.
Africa Eúfrates

Vanesa Torres.





Aún recogida goteando candor
me distingo en tu segmento
En medio del escaparate de tu cuarto
casi cansada/ávida /y flaca de ti
Casi dolida
sobre estimulada de feromonas y
drogodependiente de besos
Y es que, aún nos queda
hacer la mañana y con ella
la poesía que se esconde en tu pubis
Aún nos queda colorear de sol
la ventana que arrebata nuestro
sueño indigente
Nos queda destilar
la poca cordura
que reservamos
sin derecho de admisión
Aún así
nos quedaran tantas cosas por hacer

-en este tiempo mortal-

Desastres, poemas y otras delicias 2010.®

Begoña Abad.


No siento traiciones,
siento alas.
No siento deseo,
siento aliento.
No siento pecado,
siento vida.
No siento quererte,
sentiré no haberte querido más.
cuando te hayas ido.


Del libro : Cómo aprender a volar

• José Sánchez del Viejo •



ALBA





Otra vez
el albor inicial del oro
amamantó a las horas nuevas
para que se hicieran multitud,
y del conjunto formado
tomó cuerpo el nuevo día.
De sus profundos bolsillos
fueron emergiendo alondras
que poblaron los oteros
para ir sembrando la risa
en ese paisaje romo
de flores y de arboledas.
Un duende distinto a todos
enarboló los caminos
en las cuatro direcciones,
para que los hombres libres
no se sientan recortados
y tengan sus proyecciones
más allá del horizonte
y sigan, sigan y sigan
atesorando en sus arcas
paisajes, soles y amigos.

• Sonia Martínez Requejo •







CONTRADICCIONES EN EL ARMARIO




Folio atlántico escrito en pólvora
que enciende y ciega al que lee,
que vacía y apaga al que escribe.
Pliego de amores y desamores
sonado de silencio a gritos
y apagado de luces en sombra.
Este es mi espacio;
mi rincón de sueños y realidades
de contradicciones y rigores poéticos.
Y este es también
tu hueco en mi armario,
sombra inundada de luces
y perchas de las que descolgar versos.