31 agosto 2012








Cuando me visto y ejerzo de buzo,
 
viajo por las alcantarillas.

Mi sorpresa es enorme

al comprobar que existe

otra ciudad idéntica a

la que pertenezco.




BEBO & CIGALA - Lagrimas Negras:La Caridad. 2002 Concert (HD)

Itziar Mínguez Arnáiz,

inventario de derrotas

los recuerdos

si pudieran separarse los buenos
de los malos
y repartirse

igual que hacemos con los objetos

tal vez las cosas sean sólo eso
la excusa perfecta
para no explorar demasiado
en lo vivido

no vaya a ser que nos volvamos atrás
a ese refugio de lo que ya sabemos
huyendo de la intemperie
de lo desconocido

(Cara o Cruz -Ed. Huacanamo, 2009)



Imágen de adriana lissandrini

Enric Sória








Reseña biográfica

Poeta español nacido en Oliva, Valencia, en 1958.
Licenciado en Historia por la Universidad deValencia, es uno de los más importantes poetas de la literatura
catalana actual, autor de una obra que  según sus críticos, "posee los atributos de una de las mejores tradiciones
literarias de todos los tiempos: precisión verbal, contención efectiva, profundidad de reflexión e interés por las
viejas verdades del corazón del hombre".
Ha sido miembro fundador de la revista Daina y redactor del semanario El temps, desde 1985 hasta 1988.
Actualmente es colaborador del diario El observador.
Ha publicado los libros de poesía «Mirall de miratges» Valencia, 1982, «Varia et memorabilia» Valencia, 1982 y 1988, 
y «Compas d'espera» Valencia, 1993. Junto a Heike van Lawick tradujo al catalán «La metamorfosis» de Kafka,  1989.
De sus obras en prosa se destacan: «Trenta anys de cultura literaria a la Safor»1959 - 1990, «Fragments d'un dietari
iniciàtic Barcelona» 1991,  y «Sermonari laic» Alzira, en 1994.  ©




Habitación con luz



He estado, casualmente, delante de la casa,
y la luz encendida dibujaba una sombra
en la ventana abierta.

Nos amábamos mucho en esa habitación,
con un amor amigo del grito y del teatro,
amor hecho de abrazos y mentiras excelsas.

Alguien vive ahora allí
-quizá un cuerpo bellísimo-,
alguien que no eres tú.

No nos amamos ya
(cuánto amor ha pasado, quién nos lo iba a decir.
Y no nos ha quedado el menor rastro).

Y sin embargo, en la luz encendida,
entre sombras extrañas,
aquel amor hondamente perdura.

De "Andén de cercanías", Ed. Pre-Textos, Valencia, 1996
Traducción de Carlos Marzal

Mamen Piqueras


YO, LA ISLA



Yo, la isla,

y mi dolor a solas.

Mujer aislada ,
el mar lame mis costas.
Me erijo faro
porque arriben tus velas
y no vienes amor,
no aún, no todavía.
El mar lame mi costa
mas no tus velas.

Y yo, mujer desnuda
o faro que su luz
derrama en círculos
por que me veas
y no me veas,
por no verte
y verte y no verte.
No aún, no todavía,
no mientras tanto.

Un poquito más,
así, no leves anclas.
No digo "ven"
porque no te vayas.

Quédate hoy
sin aún ni todavía,
ni mientras tanto, ni después,
siquiera ahora.
Quédate el instante que abarca
lo que cabe en un latido.

Lo que cabe en un latido,
amor, la vida toda
con su desolación de ballena
azul y su pregunta
terrible, amor,
que no quiere respuesta.

Te digo amor a ti
que no eres mi amor
y ni siquiera puedes
llegar a serlo.
Te digo amor y así, desnuda,
escribo tus signos
y te creo
y me desangro,
amor que eres y no eres,
por esta herida de adverbios.


Rafael Delgado







NOCTURNO
Y nada más lejos que arrepentirse.

Una caricia no exime la razón.
Cabalga en ella el ser.

Culpable es quien ejecuta con culpa.….

PEDRO ANDREU




Letra a letra                                                 

Perdona si mi voz no es la que era,                                        
si en mi cuarto hay ese olor
a plácida violencia tras el llanto, si tengo canas
y por fin me asalta la resaca tras la fiesta
con su cuchillo hiriente y melancólico,
si aún llega fin de mes a noche trece,
si la ducha sigue estropeada,
si no he ganado nunca el Jaime Gil de Biedma
ni aprendí a bailar tangos ni manejo
automóviles caros como la madrugada...
Perdóname también si no me corto un pelo
ni trabajo ni duermo ni dejo de llamarte
ni sé pedir perdón como dios manda
sin reírme en la madre que parió a este planeta.

Perdona —conejito de miel, hembra de otros,
bichito de la luz en mi pasado,
memoria ardida en cueros, perfume
de corazón burdel—, tantas palabras putas
que te dije.
Perdóname... si me voy olvidando de tu cara,
si dibujé tu nombre en nuestro patio
con un palo y oriné sobre él
hasta borrarte el alma, letra a letra.

(De El frío, Sloper, 2010)


30 agosto 2012

Diana Bellessi




Diana Bellessi. Nació en Zavalla, provincia de Santa Fe, Argentina, en 1946. Estudió Filosofía en la Universidad Nacional del Litoral, y entre 1969 y 1975 recorrió a pie el continente. Durante dos años coordinó talleres de escritura en las cárceles de Buenos Aires, experiencia encarnada en el libro  Paloma de contrabando (Torres Aguero, Buenos Aires, 1988). Ha publicado: Destino y propagaciones (Casa de la cultura de Guayaquil, Ecuador, 1970); Crucero ecuatorial (Sirirí, Buenos Aires, 1981); Tributo del mudo (Sirirí, Buenos Aires, 1982) – los últimos dos libros mencionados han sido reeditados en un solo volumen por Libros de Tierra Firme en 1994 –; Contéstame, baila mi danza (selección y traducción de poetas norteamericanas contemporáneas, Ultimo Reino, Buenos Aires, 1984 - reeditado en versión ampliada por la editorial Angria, Caracas, en 1995, bajo el nombre de Diez poetas norteamericanas -); Danzante de doble máscara (Ultimo Reino, Buenos Aires, 1985); Eroica (Libros de Tierra Firme/Ultimo Reino, Buenos Aires, 1988); Buena travesía, buena ventura pequeña Uli (Nusud, Buenos Aires, 1991); Días de seda (selección y traducción de poemas de Ursula K. Le Guin, Nusud, Buenos Aires, 1991); El jardín (Bajo la Luna Nueva, Rosario-Buenos Aires, l993, reeditado en l994); Colibrí, ¡lanza relámpagos! (poemas escogidos, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, l996); Lo propio y lo ajeno (un libro de reflexiones, Feminaria, Buenos Aires, 1996; reedición aumentada, Lom, Santiago de Chile, 2006); The twins, the dream (libro a dos voces con Ursula K. Le Guin, Arte Público Press, University of Houston, Houston, 1996); Sur (Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1998). Gemelas del sueño (con U.K.Le Guin, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 1998); Leyenda (poemas escogidos, Nuevas Ediciones de Bolsillo, Barcelona, 2002); Antología poética (Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires, 2002); Mate cocido (Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires 2002); Desnuda y aguda la dulzura de la vida (selección y traducción de la obra de Sophía de Mello Breyner, Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2002); La edad dorada (Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2003); La rebelión del instante (Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2005); Variaciones de la luz (en obra, Bajo la luna, Buenos Aires, 2006); Persecución del sueño (poemas escogidos, Lom, Santiago de Chile, 2006); La penumbra que mira el oro (poemas escogidos, Limón, Buenos Aires, 2006); La voz en bandolera (poemas escogidos, Visor, Barcelona, 2008); Tener lo que se tiene (poesía reunida, Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2009).  En 1993 le fue otorgada la beca Guggenheim en poesía; en 1996 la beca trayectoria en las artes de la Fundación Antorchas; en 2004 el diploma al mérito del Premio Konex; en 2007 el premio trayectoria en poesía del Fondo Nacional de las Artes; en 2010 Premio Fundación El Libro –Mejor Libro Año 2009 –  Feria del Libro de Buenos Aires. En 2010 fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. En Agosto de 2011 recibió el Premio Nacional de Poesía.

Delicada desnudez...




Delicada desnudez
se abre paso sobre el oro
Ven al Sur en abril, dulce
tiempo de melancolía
dorada. Majestuosa en
pequeñez, oruga negra,
bosquecito de espinillas
verde claro por espalda
Trepa, ola diminuta
qué belleza tan perfecta
Quedo viéndola subir
sobre el tronco inmenso
de un plátano inclinado
hacia las aguas del Santa
Rosa. Metro a metro hasta
la cima por la corteza
pintada. Qué precisión
perfecta hermana oruga,
qué amor por vos me arrebata
Criatura del sur tan cerca
de las cosas: dedo, rama,
inocencia y confianza
Gracias por abrir la puerta
Se puede detrás de ti
mirar al mundo. ¿Lo ves?:
liquidámbars que su púrpura
derraman, álamos la
cabellera al aire y más
allá, grandeza de lo
viviente donde mis ojos
ven nada. Invisible el
sentido por las formas
de lo visible traído,

oruga santa, quisiera
tu movimiento de mar
sentir hacia la cima
por la rama, o lo tengo
ya, en la comunión de ti,
en tu confianza? Los Lares
te protejan, amada,
y sepan perdonar esa
torpeza de mi ser,
lo separado, que nunca
llega a unir en el tiempo
ni en los actos, aquello
que percibe su mirada


Marosa di Giorgio


Bajó una mariposa...



Bajó una mariposa a un lugar oscuro; al parecer, de
hermosos colores; no se distinguía bien. La niña más chica
creyó que era una muñeca rarísima y la pidió; los otros
niños dijeron: -Bajo las alas hay un hombre.
Yo dije: -Sí, su cuerpo parece un hombrecito.
Pero, ellos aclararon que era un hombre de tamaño natural.
Me arrodillé y vi. Era verdad lo que decían los niños. ¿Cómo
cabía un hombre de tamaño normal bajo las alitas?
Llamamos a un vecino. Trajo una pinza. Sacó las alas. Y un
hombre alto se irguió y se marchó.
Y esto que parece casi increíble, luego fue pintado
prodigiosamente en una caja.


Toño Morala



COLABORACIÓN: EL GRAN RÍO ESLA, la pesca a trasmallo y garrafa en barco en Mansilla de las Mulas.



Domingo Villafañe, el tío Tecles y Melchor Villafañe oteando  la pesca desde el barco; detrás el puente medieval  a principio de los años treinta, en plena segunda República, y parte de las Murallas de Mansilla de las Mulas.
La naturaleza siempre ha sido buena con los tiempos y las escaseces; siempre tuvo una mano tendida a todos los seres vivos. Como siempre, el ser humano, por llamarnos de alguna manera, ha roto esa cadena cadenciosa y tranquila, de tiempos y estaciones, de roces con la vida y va pasando factura, se ha cansado de tanta estupidez y oprobio, de tanta dejadez para la nada. Los grandes ríos, esas formas ganadas a la tierra y donde algunas tribus y grandes poblaciones se atrincheraron a sus orillas para sobrevivir…naturalmente. Este olvidado sur de León, este Esla inconmensurable y repartiendo aguas abajo, toda la vida que es capaz en unas  condiciones nada halagüeñas. Este gran río Esla lleno de aguas sabias, de orillas de pobladores de mirada limpia en su mayoría, y de grandes hombres y mujeres que en otros tiempos supieron dejar raíces y vida en condiciones muy malas y oprimidas. Aquí, es donde nuestros personajes de hoy han recurrido a un gran sacrificio y esfuerzo, y a una gran parte de benevolencia.
Ceferino Villafañe, su tío Domingo, 
Kiko y otros mozos en el agua a punto de lanzar la garrafa.
A parte de los regadíos, de los puertos, de los molinos, de los aserraderos, de la electricidad…a parte de calmar la sed y alimentar al ganado,  a parte de los bosques de ribera, de lavar las ropas de la pobreza y algunas de la riqueza…a parte de la poesía y la melancolía de su propia vida, los ríos y su racionalidad para la sobrevivencia,  han dejado un poso natural  del cual los que ahora lo contamos, se lo debemos. Todo parece sencillo y humilde, como sacado de un cuento, pero la realidad manda y desde primeros de agosto hasta las crecidas de los ríos por los desnieves de las montañas allá por primavera, hubo pobladores que se ganaron la vida y la repartían entre sus pueblos  con pescado de río. Hombres y mujeres que trabajaron nuestros ríos  a su orilla y en sus corrientes. El trasmallo y garrafa o sacadera, el barco de las ganas de prosperar, de alimentar a los hijos con espinas de por medio. Una de las formas  más humildes y dignas de ganarse la vida. Barbos, bogas, carpas, marijuanas,  portugueses, escallos, truchas, tencas, angulas…incluso ancas de rana, y otros que seguro se nos olvidan. Nombres como Domingo Villafañe, su hijo Ceferino, su tío Melchor Villafañe, Pablo Diez, Benicio San Juan, su hermano Adolfo, y Juan Rodríguez “Barril” y parte de sus hijos Nicanor, Germán y  Miguel, todos habitantes de Mansilla de las Mulas. Entre los años cuarenta y cincuenta es donde más pescadores y barcos hubo en el río Esla en el termino  de Mansilla; hasta cuatro se repartían las zonas de pesca y siempre se respetaron.
El barco, el Esla, la soledad y el frío en invierno, las humedades, las alegrías cuando de un buen lance salían  hasta más de cincuenta kilos de peces. “¡¡Madre…Madre, traiga las cestas que Padre trae el barco lleno de Barbos!!”. El siguiente paso era venderlos por las calles de Mansilla, otras coger la burra o la bicicleta y venderlos por Reliegos, Villamarco, La Estación de Santas Martas. Ahí, había ferroviarios y tenían algo más de dinero. También  bajaban hasta Puente Castro. No había hielo ni forma de conservar la pesca, de ahí la necesidad de vender lo más rápido posible los peces. El varal con el rejo al final para mover el barco medía unos cinco metros y servía también para levantar la pesca después de lanzar la garrafa o de cercar con el trasmallo una parte del río hacia la orilla. El trasmallo tiene que tocar el fondo del río;  tiene varias capas de red con diferentes medidas, y se usaba más de verano. La garrafa o sacadera es una red cónica, un artilugio de pesca muy práctico para sacar  los peces del río. Cuentan que había que conocer muy bien el río y sus pozos, saber de los escondites de los peces en cuevas y entre las piedras,  en las mangas, había que ser muy precisos en las tiradas de la garrafa. Así y todo  el río se llevó la vida de varios pescadores, entre ellos la del padre de Benicio San Juan en Villanueva de las Manzanas. En verano salían más bogas que otras especies, pero la gran pesca era de Barbos. Hubo  inviernos de poco caudal del río Esla, y se llegaba a helar, y en esas condiciones  los  pescadores salían; movían el barco de un lado a otro y así partían el hielo, o con la punta de hierro del varal. Cuenta Ceferino Villafañe que allá por finales de los años cincuenta, vino el Ingeniero Jefe de Valladolid, los contrató para sacar del río Porma todos los peces que pudieran para repoblar los ríos en Valladolid; estuvieron dos días y sacaron más de ochocientos kilos de peces, habían traído un camión con botellas de oxígeno para que los peces llegaran vivos a su destino.


Pablo  Diez  con el varal  y Ceferino Villafañe  con la garrafa en la mano para un lance en el río Esla.
Otro de los trabajos duros  que hacian las gentes del río era construir los puertos para que entrara el agua en las presas para molinos y demás; las estacas eran de roble, así como el várgano. Las clavaban en el fondo del río y entrelazaban el várgano, luego ponían piedras detrás para asegurar un buen puerto y que embalsara agua suficiente y con nivel para las presas. Estos trabajos  los pagaba el dueño del molino. El barco pagaba su matrícula y los  pescadores su licencia en La Venatoria, en León. En más de una ocasión, eran multados por los guardas del río, pues había épocas que no se podía pescar determinadas especies, dice riéndose Ceferino “…que solían ser buenos”. Era fácil ver las redes colgadas en los postes de los soportales donde vivían los pescadores  para su  reparación. Pescador con barco y  trasmallo y garrafa para una sobrevivencia llena de avatares y miles de anécdotas para contar. Unos hombres y mujeres que supieron ganarse la vida entre las venas de la tierra, nuestros ríos que hay que cuidar.  


Benicio San Juan con el trasmallo, su hermano  Adolfo y un amigo
con peces  en sus manos a la orilla del Esla. (1958).


Carmen Herrera,





  • Vengo de ayer.


    Regreso al hoy
    desorientada.
    Como una viajera en el tiempo que llega de la edad media

    y no comprende nada.
    Es un esfuerzo coger el coche, salir de casa, pasar frío, hablar en tu idioma...
    Las luces navideñas son un impacto.
    Las fiestas de fin de año un extrañamiento.
    Pero qué raro es todo esto,

    cuánta tontería, cuánta estupidez, cuánto despilfarro...
    Intento hacer un balance del año que se fue:
    Tuvo momentos buenos (pocos) y momentos malos (muchos).
    Sufrí, gocé, reí y lloré.
    Sobre todo esto último.


    Toqué el cielo, bajé al infierno.


    Y me clavaron un puñal en el chacra del corazón.
    No me arrepiento de ninguna de las decisiones que tomé.
    No lamento ni uno de los pasitos que di.

29 agosto 2012

INDIA MARTINEZ Y SINLACHE...AMOR POR TANGOS

Aretha Franklin - I Say A Little Prayer

Laura Caro


Mi foto



Eso es amor


                                                                      
 Para Maritere, con todo  mi cariño.

La mujer le sostiene en sus brazos y le mira.
Cada arruga  de su rostro inexpresivo
y cada cana de su rala cabellera
tomaron su nombre ayer junto a ella,
que hoy le cobija niño y descalzo.

Caminan muy despacio, al paso de sus días
de horizontes infinitos y ausentes recuerdos,
caminan en el tiempo temerosos, buscando farolas
de instantes nítidos de huellas en su corazón.
La mujer no descansa, no se rinde, no se cae,
tendiéndole la mano fuerte, amplia y firme
y la sonrisa ancha y fresca en voz de terciopelo,
bañada ya su alma en mares de ausencias,
en fotos encerradas en un álbum que aún viven
y provocan mareas de nostalgias infinitas.

Y yo la admiro profundamente.

A ella, que ha detenido sin dudarlo un instante
su vida en la de otro, silenciándose, ignorándose,
para ser bastón humano de la persona que ama,
con la sencillez que la convierte a nuestros ojos
en alguien ejemplar, alma grande y generosa.

Eso es amor y no bordar palabras.


(Poemario: " Amar tiene cuatro letras y muchos puntos suspensivos...") 

Pepa Ortiz Moreno


PEPA ORTIZ MORENO

Pepa Ortiz Moreno. Barcelona, 1972. Escritora y Pedagoga. Las dos personalidades al mismo tiempo pero domina más la de escritora: «Cierto día la necesidad de contar me agarró por las solapas y me postró a escribir. Fue al borde de un acantilado de cartón piedra donde me engulló una ola por asomarme demasiado al precipicio. Y las cicatrices son las verdades que salen a flote y piden explicaciones. Subyugada a los encantos de la magia de pequeñas historias que fueron germinando fue donde encontré el placer de meterme en el cuerpo de los amantes y los asesinos, como ladrona que necesita apuntar su próximo golpe en una servilleta». Ha cursado un Postgrado de Escritura Narrativa por la Universidad de Barcelona. Ha sido profesora de Escritura Narrativa (Planeta Babel/ Escuela de creación literaria en Barcelona (2006-2007). Colaboradora y dinamizadora en Les Coves del Sorte a cargo de PlanetaBabel. Es profesora de Secundaria, pero su intención es sumergirse de lleno en el mundo de la ficción. Tiene publicado los poemarios Sobras en una servilleta, con editorial emboscall, y La infantil metralla de tu lengua (Editorial la Cabuda Cartonera de el Salvador). Ha participado en la publicación de la I Antología de Vilapoética coordinada por Micaela Serrano, I Festival de Poesía en Viladecans (Ediciones Parnass). Participa activamente en los colectivos de poesía Zero Art, con sede en Barcelona, y El Laberinto de Ariadna, con sede en Castelldefels (Tertulia en Barcelona ACEC Edificio Ateneu Barcelonès). Colaboradora en el Diario digital siglo XXI desde hace más de un año (Suplemento Magazine siglo XXI / Sección Sobras en una servilleta) y otras revistas literarias (Letralia, Remolinos, El Recreo, El laberinto de Ariadna…).



CANCIÓN DE NOCHE

La noche que yo amo
guarda tu esquina
y me sorprende de que te apees
en los desfiles de cartón
muda la piel en las playas
antes que en los calabozos
La noche que yo amo
tiene tu boca
porque cuando besa tiemblo
le gusta travestirse
antes que ponerse
el mismo traje en los entierros
corretea descalza
en las iglesias
antes que masturbarse en el metro
La noche que yo amo
no le pone pleito a tu esquina
coladero de pasión y música
tiene tu mirada risueña
se precipita en mis ingles
no sabe de juez ni de cura
ni espera cadalsos
ni pone grilletes
a mis gemidos
ni me roba
los meses del calendario
ni sabe que pasará mañana.



Amado Nervo


Amado Nervo.jpg



El amor nuevo

Todo amor nuevo que aparece
nos ilumina la existencia,
nos la perfuma y enflorece.

En la más densa oscuridad
toda mujer es refulgencia
y todo amor es claridad.
Para curar la pertinaz
pena, en las almas escondida,
un nuevo amor es eficaz;
porque se posa en nuestro mal
sin lastimar nunca la herida,
como un destello en un cristal.

Como un ensueño en una cuna,
como se posa en la rüina
la piedad del rayo de la luna.
como un encanto en un hastío,
como en la punta de una espina
una gotita de rocío...
¿Que también sabe hacer sufrir?
¿Que también sabe hacer llorar?
¿Que también sabe hacer morir?

-Es que tú no supiste amar...

Edith Vera




Marcela Carranza

Edith Vera nació el 27 de agosto de 1925 en la ciudad de Villa María, provincia de Córdoba, y murió en esa misma ciudad en el año 2003. Una de las notas principales de su lírica, en palabras de Marta Parodi (1), es la permanente identificación con la naturaleza:

Tal vez porque fui rama
con hojas, sin espinas.
Más tarde fui una simple
corola en la mañana.
Porque fuego de soles
el corazón me ardieron
y mi sangre fue savia,
y mi piel sin defensa
para ser lastimada.
Después vestí de verde
de blanco y rojo grana
y elegí aquel poema
que tanto me gustaba.
Tal vez, por todo eso
una vez fui manzana. (2)

En 1945 egresó de la Escuela Nacional de Villa María con el título de maestra-bachiller y fue a trabajar a diferentes poblaciones del interior de la provincia de Córdoba. Vivió un tiempo en la capital cordobesa hasta que finalmente regresó a su ciudad natal, en la que viviría hasta su muerte. En el año 1959 inició sus estudios en el profesorado de Jardín de Infantes. Fue maestra y directora de Nivel Inicial en la Escuela Normal “Víctor Mercante” hasta 1979, año en el que fue cesanteada por la última dictadura militar.
Impulsada por la profesora María Luisa Cresta de Leguizamón, en 1960 Edith Vera se presentó al concurso “Campaña para una buena literatura para niños”, organizado por el Fondo Nacional de las Artes, y ganó el Primer Premio con las poesías del que sería su primer libro: Las dos naranjas, publicado recién en 1969. Sin embargo los poemas de este libro ya circulaban antes de su tardía edición; se leían en programas radiales, en las escuelas, integraban antologías.





LA CASA AZUL




¿No sabes que la sopa es divertida?
Tiene olas,
peces, sal,
y el puerto con una grúa
que saca barcos del mar.

***

Debajo de mi almohada
duerme el sueño.
Cuando me acuesto,
despacito,
se acurruca como un perro entre mis ojos.

***

Conocí una cuna
que le cantaba al niño.
El niño tenía sueño
y ella le cantaba.
Cuando el niño soñaba
ella callaba.
Conocí a un niño
que le cantaba a la cuna.
La cuna tenía sueño,
el niño le cantaba.
Cuando la cuna soñaba,
el niño se callaba.

***

Donde se baña
la tarde,
el jabón tiene la espuma
azul
y lejano el olor.

***

El Pato Canela
pescaba en la noche
hundiendo su pico
de rojo coral.
Sacaba del agua
pedazos de luna
que él mismo quebraba
a orillas del mar.

***

Vamos,
viejo viento.
Vamos,
removedor de arenas,
de tierras y de cielos.
No me arrebates
Los colores de mi barrilete.

***

La calabaza sueña
desde pequeña,
que un hada la vuelve
carroza de oro.
Y siempre pregunta:
—¿Cenicienta no llora
o el hada no puede?
Porque nada sucede


Alfonso Canales





Reseña biográfica

Poeta y crítico literario nacido en Málaga en 1923.
En la Universidad de Granada inició estudios de Filosofía y Letras y Derecho, licenciándose sólo en esta última facultad.
Inició con Muñoz Rojas la revista «Papel Azul» y la colección poética «A quien conmigo va» y formó parte del grupo editor
de la «Caracola», importante revista de esa época.
Es presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y  miembro correspondiente por Andalucía de la Real Academia Española de la Lengua y de la Real Academia de la Historia. Su biblioteca de casi 20.000 volúmenes es una de las más importantes
de Málaga.
De su obra poética se destacan : «Sonetos para pocos» en 1950, «El candado» en   1956, «Port Royal en 1956, «Cuenta y razón»
en 1962 y «Tres oraciones fúnebres» en 1983.
Ha sido Premio Nacional de Literatura en 1965 y Premio de la Crítica en 1973. ©



Pájaro herido


Vuelo inútil : la luna ya ha perdido tu espíritu
y tu canto ya tiene por estela el silencio.
Pronto, estrella llovida, recipiente de nada,
nublarás unas flores o el brillo de una piedra.

Ni un rumor, ni una lágrima multiplican tu muerte,
ni un suspiro da eco tristemente a tu pico:
nadie siente que pierdas tu lugar en el aire
y que, al igual que duermen peces entre las olas
y hombres entre la tierra, no tengas tu descanso
en los azules vientos que acarician tus alas.

Y las nubes ya saben que es tu último,
y que, pronto tu boca la canción de tu vida
cantará silenciosa: pero guardan su llanto,
pero guardan su llanto para los olivares.

Carlos Pellicer





¿Qué harás?


¿Qué harás? ¿En que momento
tus ojos pensarán en mis caricias?
¿Y frente a cuales cosas, de repente,
dejarás, en silencio, una sonrisa?
Y si en la calle
hallas mi boca triste en otra gente,
¿la seguirás?
¿Que harás si en los comercios --semejanzas--
algo de mi encuentras?
¿Qué harás?
¿Y si en el campo un grupo de palmeras
o un grupo de palomas o uno de figuras
vieras?
(Las estrofas brillan en sus aventuras
de desnudas imágenes primeras.)

¿Y si al pasa frente a la casa abierta,
alguien adentro grita: ¡Carlos!?
¿Habrá en tu corazón el buen latido?
¿Cómo será el acento de tu paso?

Tu carta trae el perfume predilecto.
Yo la beso y la aspiro.
En el rápido drama de un suspiro
la alcoba se encamina hacia otro aspecto.
¿Qué harás?
Los versos tienen ya los ojos fijos.
La actitud se prolonga. De las manos
caen papel y lápiz. Infinito
es el recuerdo. Se oyen en el campo
las cosas de la noche. --Una vez
te hallé en el tranvía y no me viste.
--Atravesando un bosque ambos lloramos.
--Hay dos sitios malditos en la ciudad. ¿Me diste
tu dirección la noche del infierno?
--...Y yo creí morirme mirándote llorar.
Yo soy...
Y me sacude el viento.
¿Qué harás?


28 agosto 2012

John Lennon - Imagine - Subtitulada en Español

Lupe García Araya








Hubiera sido distinta la tarde
con una lluvia en el alma
y un silencio en el cuerpo.
Esos besos que no siento
me matarán algún día dulcemente.
¡Qué soledad mediocre
intentando buscar el mar!
Anochece y me siento sonámbula, absurda,
salpicando dolor
entre charcos deshabitados.


Del libro : Imágenes de agua y tiempo

Almudena Guzmán





Poeta española nacida en Madrid en 1964.
Licenciada en Filología Hispánica, obtuvo su Doctorado con una tesis sobre Francisco de Quevedo.
Su obra poética tiene una marcada tendencia neo-surrealista con una gran expresión de la sensualidad reflejada
en un lenguaje sincero y natural.
Colabora habitualmente con artículos de opinión en el diario ABC.
Entre las distinciones obtenidas figuran el accésit del Premio de Poesía Puerta del Sol en 1981, el Premio de Poesía
Altair
en 1984, el accésit del Premio Hiperión de Poesía en 1986 y el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla
en 1988.
De su obra se destacan: «Poemas de Lida Sal» en 1981, «La playa del olvido» en 1984, «Usted» en 1989,
«El libro de Tamar» en 1989 y «Calendario». ©






Esto ya va mejor...


Esto ya va mejor.
Ya no le tengo miedo.

Y me complace que usted,
como quien no quiere la cosa,
haya fijado el barniz de sus ojos en mis piernas.