29 agosto 2012

Edith Vera




Marcela Carranza

Edith Vera nació el 27 de agosto de 1925 en la ciudad de Villa María, provincia de Córdoba, y murió en esa misma ciudad en el año 2003. Una de las notas principales de su lírica, en palabras de Marta Parodi (1), es la permanente identificación con la naturaleza:

Tal vez porque fui rama
con hojas, sin espinas.
Más tarde fui una simple
corola en la mañana.
Porque fuego de soles
el corazón me ardieron
y mi sangre fue savia,
y mi piel sin defensa
para ser lastimada.
Después vestí de verde
de blanco y rojo grana
y elegí aquel poema
que tanto me gustaba.
Tal vez, por todo eso
una vez fui manzana. (2)

En 1945 egresó de la Escuela Nacional de Villa María con el título de maestra-bachiller y fue a trabajar a diferentes poblaciones del interior de la provincia de Córdoba. Vivió un tiempo en la capital cordobesa hasta que finalmente regresó a su ciudad natal, en la que viviría hasta su muerte. En el año 1959 inició sus estudios en el profesorado de Jardín de Infantes. Fue maestra y directora de Nivel Inicial en la Escuela Normal “Víctor Mercante” hasta 1979, año en el que fue cesanteada por la última dictadura militar.
Impulsada por la profesora María Luisa Cresta de Leguizamón, en 1960 Edith Vera se presentó al concurso “Campaña para una buena literatura para niños”, organizado por el Fondo Nacional de las Artes, y ganó el Primer Premio con las poesías del que sería su primer libro: Las dos naranjas, publicado recién en 1969. Sin embargo los poemas de este libro ya circulaban antes de su tardía edición; se leían en programas radiales, en las escuelas, integraban antologías.





LA CASA AZUL




¿No sabes que la sopa es divertida?
Tiene olas,
peces, sal,
y el puerto con una grúa
que saca barcos del mar.

***

Debajo de mi almohada
duerme el sueño.
Cuando me acuesto,
despacito,
se acurruca como un perro entre mis ojos.

***

Conocí una cuna
que le cantaba al niño.
El niño tenía sueño
y ella le cantaba.
Cuando el niño soñaba
ella callaba.
Conocí a un niño
que le cantaba a la cuna.
La cuna tenía sueño,
el niño le cantaba.
Cuando la cuna soñaba,
el niño se callaba.

***

Donde se baña
la tarde,
el jabón tiene la espuma
azul
y lejano el olor.

***

El Pato Canela
pescaba en la noche
hundiendo su pico
de rojo coral.
Sacaba del agua
pedazos de luna
que él mismo quebraba
a orillas del mar.

***

Vamos,
viejo viento.
Vamos,
removedor de arenas,
de tierras y de cielos.
No me arrebates
Los colores de mi barrilete.

***

La calabaza sueña
desde pequeña,
que un hada la vuelve
carroza de oro.
Y siempre pregunta:
—¿Cenicienta no llora
o el hada no puede?
Porque nada sucede


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