30 junio 2015

Javier Salvago


 





Me recosté en tu cuerpo...



Me recosté en tu cuerpo, mientras tú preparabas
la comida. El contacto de tu piel bronceada

me despertó los tigres, dormidos un momento,
y sentí que sus uñas me arañaban por dentro.

Aunque era mediodía, nos fuimos a la cama.
Luego la casa olía a lentejas pegadas.

Cristina Peri Rossi





Poema Babel Desnuda

Babel, desnuda, acaba de nacer.
Babel, desnuda, es como un niño ciego,
no tiene ojos
y mira, horrorizada,
con los ojos del tacto
que descubren superficies
que no siempre es amable tocar.

Babel, desnuda,
palpa, toca, roza, empuja, oprime:
sus manos son las palabras
de un mudo
que en el terror del silencio
sabe que hay un secreto. 

VICENTE LLORENTE



MUEBLES

De todas mis dudas
quiero salvar
una certeza de madera
renqueante y con vetas
para acondicionar
esta sala de espera
que es la vida.

Una mesa.
Con dos cajones.
La viruta que llueve al abrirlos.

En su interior,
siempre a mano
y susceptibles de combustión,
guardo mis textos.

Hoy
he dejado un papel en blanco:
Flaco favor al mundo
mi testamento.

29 junio 2015

Ana García Briones




Entiendo que,
soy sombra
de aire fresco,
pintada de azul celeste,
savia de ese hermoso roble
donde te gusta posarte.
Entiendo que,
busques en los jardines
de las manos entrelazadas,
de los besos húmedos,
de las fuentes de agua
limpia,
que abones con jugos
durante varias estaciones
las hojas marchitas.
Entiendo que,
con tristeza,
soy el número impar
del cuarto vagón
de la
estación
del tiempo.

Del libro : Partos de luz

Sara Zapata







RESTOS


La chica que está a mi lado
en el aeropuerto
no sabe dónde mirar,
dónde esconder su pena,
mira el bolso, pero imposible,
allí sólo cabrían dos o tres besos.
La chica del aeropuerto
sabe que no se va sola,
la sombra de lo que fueron
se quedó sin pasaje de vuelta
y ahora se encontrará con ella
en el supermercado levantando
un paquete de azúcar,
en el viejo sofá repleto de abrazos,
en los vagones en los que falta el aire
o en cualquier absurdo lugar,
de esa, su vida.
Lo que aún no sabe la joven del aeropuerto
es que el tiempo, a él,
también lo borrará,
pero quedará un trozo de sueño roto
que sí entrará en su bolso
y se quedará ahí,
como testigo de lo que una vez fueron,
aguardando, la compañía de otros.

José Saramago


«Vengo de lejos, lejos»




Vengo de lejos, lejos, y canto sordamente

Esta vieja, tan vieja, canción de rimas tuertas,

Y dices que la canté a otra gente,

Que otras manos me abrieron otras puertas:




Pero, amor mío, yo vengo a este paso


Y grito, desde la lejanía de los caminos,


Desde el polvo mordido y el temblor


De las carnes maltratadas,

Esta nueva canción con que renazco.



De "Poesía completa" Alfaguara Editores, 2005

Versión de Ángel Campos Pámpano 

Ángel González


  











Breves acotaciones para una biografía

Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo,
pero luego no digas que no sabes lo que haces.

Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.


Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.

Benita Paredes





MUTISMO



En el silencio escucho tu nombre susurrando palabras
colores que se pierden en la densa oscuridad,
prefiero el mutismo de las horas,
al engaño del tiempo, que se resbala buscando
venganza.

26 junio 2015

Juana Rios







Esta noche me siento vieja,
como si el peso de todo lo vivido de repente
tomara cuerpo y se hiciera plomo.
Como si hubiera agotado muchas existencias
que se hacen presentes y me aplastan contra el suelo.

Yo, que sé de lo liviano del alma, de lo etéreo de los sueños.
Y sin embargo, también lamo las heridas antiguas,
los fracasos, lo que nunca fue y se quedó en deseo,
lo que llenó los minutos de mi existencia
de nubes inalcanzables que me quemaron en los dedos.

Habitan mis fantasmas,
viejos amigos tantas veces,
en los pasillos más ocultos de mi alma.
Y toman su voz olvidada, y me hablan.

Hoy, esta noche, ahora,
las derrotas vuelven a la playa con los restos de naufragios descoloridos.
No me da miedo el mar, ni navegar,
ni la oscuridad sin estrellas ni luna de una noche en mares fríos.
Sólo me asusta embarcarme en naves condenadas
a no abrir surcos en la piel del océano.
No quiero dibujar extraños mapas, ilegibles para otros ojos,
en el aire que me envuelve.
Ya no quiero crear rutas que no existen
hacia imaginarios continentes por descubrir.
Ya se deshicieron las viejas sogas de esparto
que me sujetaban sobre cubierta,
ya no quiero salvavidas con nombres de realidades o certezas
al alcance de mis manos.

Ahora, sólo si hay verdad en la emoción,
y si hay intención de entrega, abandono,
descubrimiento, deseo de saber y conocer,
si se sueltan las amarras del alma
y se mira con los ojos de la libertad absoluta,
sólo entonces, estoy dispuesta a navegar.
¿Lo estás tú?




(Africa Éufrates, una noche de septiembre)

Ada Salas



La sobra
de la pesca. La anguila la mojarra
lo sin nombre lo fuera
de lugar
lo arrastrado en las redes
en una muerte ajena
que no le corresponde.
Los has visto en el muelle
cientos
vivos
pisados
ahogados en el fango de sus tripas
robados por el pico
cruel
de las gaviotas.
No hay guiso ni mercado.
Una inútil
alfombra
plateada y sangrienta. ~

Luis Felipe Comendador




HARRY LIME


A veces los amigos de la infancia
se quedan detenidos en un gesto
en una soledad
en la memoria
y no hay forma de verlos sino anclados
en una foto sepia antigua rota.
Se niegan a entender lo que sucede
suelen hablar de «historia» con minúsculas
relatan como abuelos las batallas
y te invitan a un vino alguna tarde
Su mal es algo endémico
no grave
Tú aún eres el mejor y no has cambiado
Ellos son la desgracia
tú el pecado
mortal Original
y no han sabido
crecer hasta tu altura.
Si un día te ven llorar
creerán que ríes.

25 junio 2015

Corey Ferbenser






HOY TU MIRADA
3 de mayo de 2011




Hoy,
Tu mirada, una puñalada,
La experiencia, avaricia,
Las aceras se reirán
De los arco iris mojados del desenfreno
Bautizando ilusiones sin cama,
Que las alas encogidas es normal que se ensucien, sí,
Como un callejero corazón
Despistado,
Y entre humo y canciones
Y llantos sin casa
Despeinan mi vacilo y mi pelo,
Pueblo los montes
Y hablo a los precipicios,
Hambrientos de soles
Que buscan escondrijo,
En canción sin nombre
Insultando al equilibrio,
Y reparte rutina olvidada
Sin darse por querida,
Sin darse por decisiva la decisión.
Así soy,
Me abandonan cuando despierta mi caricia
Y a mi corazón le domina la adicción…
Cuando sientes plenitud
Y nuevamente eres tú,
Eres tú…
Es ella,
Y yo
Contrarreloj sin pudor
Derramo en mi voz
Lo que me delata la situación,
Diciéndome que se acabó
En un susurro prohibido…

Hoy,
Tu mirada es un esbozo
Y la piel desgana,
Doy todo
Y me regalan ansia,
Doy todo
Pero ella se me escapa,
Doy todo
Pero no me matan,
Sin embargo
Tu mirada
Tal vez
No será…
Una puñalada.


Aida Acosta





El cielo se enfurece
quien grita
huye de sí mismo
la quietud sólo se alcanza
después del beso
el pensamiento impacta
como una bala azul
en los dobladillos de la sombra
se esconde con furia la venganza
la luz se ha perdido en otros cuerpos
con el corazón de agujas encendido
alguien duerme
no es la tarde redonda ni celeste
pero una golondrina
cierra con su vuelo
el dolor. 

Pablo Neruda







Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en si mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con desconocidos.

Muere lentamente quien evita una pasión
Y su remolino de emociones,
Aquellas que rescatan el brillo en los ojos
y los corazones decaidos.

Muere lentamente quien no cambia de vida cuando está insatisfecho con su trabajo o su amor,
Quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite al menos una vez en la vida huir de los consejos sensatos…
¡Vive hoy! - ¡Haz hoy!
¡Arriesga hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡No te olvides de ser feliz!


Elena Medel








Sólo yo sé cuándo sobrevivimos.

Lo sé porque mis dedos

se transforman en lápices de colores.

Lo sé porque con ellos

dibujo en las paredes de tu casa

mujeres con rostro de epitafio.

Porque, a la caricia de la punta,

comienza el derrame de los cimientos

formando arco iris en la noche.

Porque, al escribir testamentos

en el suelo, se remueven las vísceras

de azúcar, y trepan tus raíces.

Grabo versos de colores fríos

en tu piel, de arquitrabe a basa,

y les llueve y los diluye, y compruebo

que la lluvia suena como hacen al caer

las canicas brillantes y naranjas

que cambiaba en el patio del recreo,

poco antes de calzar mi primer bikini.

Hoy guardo las canicas, como un apagado

tesoro, en los huecos de otras espaldas.

Pinto también en la terraza de enfrente

un jardín de lápidas cálidas y hermosas.

Trazo como una medusa de bronce,

un paraíso de cadenas hendiendo en mantillo

el valle diminuto que proclama que es frágil

y sin embargo, dirás tú, sobrevive. 

24 junio 2015

Gioconda Belli





Como tinaja

En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora,
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.

Roberto Juarroz.







Un amor más allá del amor,
por encima del rito del vínculo,
más allá del juego siniestro
de la soledad y de la compañía.

Un amor que no necesite regreso,
pero tampoco partida.
Un amor no sometido
a los fogonazos de ir y de volver,
de estar despiertos o dormidos,
de llamar o callar.

Un amor para estar juntos
o para no estarlo
pero también para todas las posiciones
intermedias.
Un amor como abrir los ojos.
Y quizá también como cerrarlos.






Roberto Juarroz. Poesía Vertical V, 55

BEPPE SALVIA,


A escribir he aprendido de los amigos,
pero sin ellos. Tú me has enseñado
a amar, pero sin ti. La vida
con su dolor me enseña a vivir,
pero casi sin vida, y a trabajar,
pero siempre sin trabajo. Entonces,
entonces he aprendido a llorar,
pero sin lágrimas, a soñar, pero
no veo en sueños más que figuras inhumanas.
No tiene ya límites mi paciencia.
No me queda paciencia para nada, nada
queda ya de nuestra fortuna.
También a odiar he acabado aprendiendo
de los amigos, de ti, de la vida entera.

BEPPE SALVIA, en Antología de poetas suicidas, Varios autores, edición de José Luis Gallero, Árdora Ediciones, Madrid, 2005, 348 págs.

Benita Peredes




ESCRIBIENDO




La tinta se seca en mis manos,
cual sangre después de asesinar las palabras obtusas,
interminable emblema resurge entre las páginas,
y no se cuando fue que mi tacto se transformo en arena,
diseñando desiertos en mi existencia.

Maria del Carmen Gallego






Nada.


Somos furia de mar,
cristales rotos
en baúles de otro tiempo.
Sin sol ni luna
no hay calor que mime el universo.
No somos noche, ni día,
solo mañanas dormidas,
somos páginas sin enumerar,
historias sobre papel
donde los escritos traspasan fronteras.
Resplandores de paisajes
que bordan el atardecer,
huellas pintadas sin tinta,
teloneros de teatro
recitando fantasías de otoño.
Somos polvo de arena
diluido en el abismo
de olas y no saber porque…

13 junio 2015

Pedro Javier Martín Pedrós.Copyright ©





Queridos amigos poetas y seguidores, voy a estar ausente unos días ya que me voy de vacaciones.
Disfruto con alegría de vuestros comentarios y cercanía.
Es un viaje muy especial compartido con mi familia.
Os dejo un poco de música del país al que visito.
Hasta pronto!!.
Un abrazo a todos lleno de versos.




__________________________________


Viajo en el segundo vagón
al país de los besos libres.
Yo sigo con mi rollo,
poemas tímidos que buscan la luz,
expresiones de cansancio,
bailes imaginarios,
ducha de gotas placenteras
invaden mis sentimientos
más cercanos.
En el silencio de las miradas
vienes tú con la elegancia
de un otoño suave.
Y busco los atardeceres
que traes colgado en el pecho
deseosos de amamantar
mis nostalgias.
Pienso que te bajarás en la próxima
estación
y dejaras con disimulo
entre mis manos la clave
para nuestro próximo encuentro.


Ana García Briones.






No me gustan
las imágenes carentes
de feminidad
y de magia.
Soy verde remolino
de viento,
que gozo respirando
el aire de los pájaros,
el delirio de la espuma.
No me gustan
las calles largas, silenciosas,
tampoco,
las palabras repetidas
de olas empalagosas
y caducas.
Soy verde remolino
de viento,
en un otoño incendiado
en llamas multicolores.
Alimento mis emociones
en el  corazón abierto
en  la sonrisa,
en la luz…



Del libro: Partos de luz

Gloria Fuertes.





Aunque no nos muriéramos al morirnos,
le va bien a ese trance la palabra: Muerte.

Muerte es que no nos miren los que amamos,
muerte es quedarse solo, mudo y quieto
y no poder gritar que sigues vivo.



Ernesto Sábato




Tal vez a nuestra muerte el alma emigre:
a una hormiga,
a un árbol,
a un tigre de bengala;


mientras nuestro cuerpo se disgrega
entre gusanos
y se filtra en la tierra sin memoria,
para ascender luego por los tallos y las hojas,
y convertirse en heliotropo o yuyo,
y después en alimento del ganado,
y así en sangre anónima y zoológica,
en esqueleto,
en excremento.
Tal vez le toque un destino más horrendo
en el cuerpo de un niño
que un día hará poemas o novelas,
y que en sus oscuras angustias
(sin saberlo)
purgara sus antiguos pecados de guerrero o criminal,
o revivirá pavores,
el temor de una gacela,
la asquerosa fealdad de comadreja,
su turbia condición de feto, cíclope o lagarto,
su fama de prostituta o pitonisa,
sus remotas soledades,
sus olvidadas cobardías y traiciones.

Foto de Sergio Juan

Carmen Maroto






Esta mañana
me tomé el café con leche
con algunas lágrimas
que me quedaron de anoche.

Tu lejanía
desplegaba un mapa
de carreteras imposibles.

Cerradas a mi paso.

Nuria González Carrillo


A DENTELLADAS---Grito número 1---


Días como martillos pasándonos por encima,
alma mía, quedo pendiente de ti.
En cada recoveco encuentro tu esencia,
pasas entre el aire, oscilas entre la luz,
permaneces como algo inherente a mí.
En cada tramo de mi ceguera tú eres mi alma,mía,
a trozos y en dentelladas sigo viva.
A veces, soy capaz de morder, de solver, de masticar tu recuerdo y entonces,
entonces me convierto en mota de luz capaz de tocarte,
te veo entre las sombras de mi vida.
A penas ha pasado el tiempo y resulta ser veinte años.
Fue ayer cuando tus jóvenes ojos me escrutaban aguardando un sí,
es el tiempo que nos marca, como juguetes en manos de la tormenta.
¿Fue ayer el primer beso?
No, hace más de veinte años alma mía.
Mi grito se pierde entre la nada sin pregunta ni respuesta,
mientras continuo viva.





Dchos. registrados.

Apagamos las manos .. Poema ... Jose Hierro

12 junio 2015

Mercedes Dueñas






A TU SER.


A tu ser que me acompaña siempre
en la distancia y cercanía.
que respira al unísono
 acaricia mi alma con dulces palabras
y bellos sentimientos.
Gracias por soñar paisajes
donde la piel es un mar de olas
que trasporta caricias
donde germinan las flores
de una nueva primavera.


A tu ser
capaz de convertir
huracán y torbellino de emociones
en hálito remanso de calma,
que abraza la piel, el corazón



y traspasa el aura.

Sara Zapata





JUGAR POR JUGAR


Era primavera y mi pequeño mundo
renacía al galope de los días
cada vez más largos y alegres.
Era primavera y el descampado
de las afueras del barrio
nos llamaba con ojos de juego
y "Beso, atrevimiento o verdad".
Entonces no había dramas de Buñuel,
multiplicábamos risas y flores,
y la vida era aún una caja de sorpresas
a la que empezábamos
a quitarle el envoltorio.
Ahora la edad ya es otra,
cambiamos el descampado
por tu casa o la mía,
besamos y nos atrevemos menos,
y la verdad, la verdad resultó
cosa de niños.

Antonio de Padua Diaz,










Cuando el sol inunda las entradas de mi casa
sé que estás a mi lado
porque tu piel de él forma parte,
hueles a papeleria antigua,de otros tiempos,
a lápiz de madera y grafito,
en tu alma ecológica recoges a pobres diablos
y con mano izquierda lirios azules,
besas a los amigos con tu boca poderosa
y a los hombres,con la mirada.
Siempre creo que formaste parte de mi vida
y jamás te he vivido,
como naúfrago solitario te espero
agarrado a la madera de lo poco que me queda:
unos cuantos poemas,cinco corbatas y mis libros preferidos,
no sé si existes tú,isla María,
en mis versos o en mi deseo,
pero hoy tu nombre se hace agua en mi boca
y a diario lo pronuncio,
volver a soñar con imposibles a tu lado,
pasear por las ciudades enlazados
y que en los hoteles nos conozcan por señores amor,
si algún dia te puede la nostalgia
en el borde del mar búscame,
siempre te espero en la arena,allí donde nace el infinito.

Gioconda Belli






Y Dios me Hizo Mujer

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.