30 septiembre 2011

Lucía Fraga

Amanece

Camino descalza con cautela.
No quiero ver a la mujer del espejo que sonríe amargamente.

Se le ha caído ya el velo de la risa que ocultaba su boca
Y llora, en voz baja, para que ni los reflejos la oigan.
Una luz se ha quebrado contra el grito estridente del niño asustado.


En plena desnudez me abro como una flor sobre el sofá y la manta.
Ya han cubierto todos los espejos de las estancias,
Aunque sus suspiros llegan como aire de rabia ponzoñosa.
Yo delimito los espacios de mi piel con la punta de un lápiz
Que libera cada pedazo de piel de las cadenas de la estética.


¿Quién me pide que me asome a la ventana?
Yo luzco el escaparate de mi desnudo sin pudor y sin avaricia
Porque tan sólo soy el reflejo perdido de un espejo que llora.
Mis formas, hechas por un alfarero, son livianas redondeces
Sobre las que caen las lágrimas de una imagen
A la que han destapado el velo de la sonrisa.

Ernesto Cardenal,



Tomarse con los brazos el uno al otro,
dándose cada uno a los brazos del otro.
Qué diferente sentirte dentro de uno
que sentirse uno solo dentro de uno
es decir, vacío.
¿Será que es soledad tu abrazo
y tus besos sólo sed?
Me parece oírte que de mí no te sacias nunca.
Yo que fui antes buen catador de amarguras.



NO MAS VIOLENCIA MACHISTA,


Telefono de ayuda 016

Quien te quiere jamás te hará sufrir

Fernando Sabido,



INEXISTENCIA


Sé que para todas las mujeres que me amaron
He muerto, como si nunca hubiera existido
Para ellas
Lo esperpéntico es que algún día moriré
Y les daré la razón en contra de mi voluntad
MÁRTIRES
A menudo sólo se oye el clamor
de los pájaros
mientras la gente calla distraída en sus quehaceres
Por no oírse
No se escucha ni el llanto de los mártires
Porque lo ocultan mostrando una sonrisa


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Dulce Chacón,



Siempre hay tiempo para un sueño.
Siempre es tiempo de dejarse llevar por una pasión que nos arrastre hacia el deseo.
Siempre es posible encontrar la fuerza necesaria para alzar el vuelo y dirigirse hacia lo alto.
Y es allí, y solo allí, en la altura, donde podemos desplegar nuestras alas en toda su extensión.
Solo allí, en lo más alto de nosotros mismos, en lo más profundo de nuestras inquietudes, podremos separar los brazos, y volar.

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29 septiembre 2011

Pedro Javier Martín Pedrós Copyright ©,



La tarde fue monótona
hasta que decidiste
salir de la
foto,
colgarte de mi cuello
y
disfrutar de los
sueños.
Vino la noche,
las calles solitarias
desprendían un olor
a luna de miel
y velas recién apagadas.
Todo ocurría en los bordes
de nuestras copas vacías
con restos de
estrellas fugaces
y
sonrisas nocturnas.
Los empleados de la
limpieza nos invitan
a cambiar de banco
para no manchar nuestras
ilusiones hipotecadas.
Abrimos el viejo paraguas
acercamos nuestros labios
y nos deseamos en voz baja,
¡¡ nuevas emociones !!

Vinagre y rosas (Joaquin Sabina y Concha Buika

León Felipe


Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos.



Leticia Vera


Dejo de saber quien soy,
cuando el hierro,
el óxido,
caen sobre mi cabeza.
Busco en el cabello de mi madre
escorpiones,
terciopelo.
La distancia justa,
pánico de ser.
Bebamos agua de lluvia.
Olvidé.
Me olvidé de mí misma,
de la dureza del mundo,
de lo importante
que puede llegar a ser
llevar guantes,
cuando manejo
balas de plata.

Hugo Lindo


Hablo de ti.
De mí.
De la mujer hallada
Donde la sombra y el costado herido.
Del primer estertor.
De la manzana,
Y del llanto inicial de nuestros hijos.
Hablo de la inocencia.
De tu imagen
Y su dulce reflejo sobre el agua.
De un vuelo ya olvidado
Que estremeció de blanco el aire puro.
De un cáliz entreabierto en la mañana
Y del rocío en él, como un milagro.

28 septiembre 2011

Roxana Elvridge-Thomas

CONCIERTO
No se cruzan las miradas, basta con sentirse mutuamente.
Asciende la nota por corceles, blanda desata su presencia:
Pétalos que abren la penumbra de la sala, de repente, de la nada.
El capullo se ha cerrado hacia el pliegue del misterio
- el escucha, impávido, no ha desatado aún de sus miembros los sonidos
que son ya recuerdo de ese goce fugaz y certero.
Ellos continúan, agónicos, dotados de esa sed por lo inasible que sale de ese enlace
entre cuerpos e instrumentos.
Ambiente estremecido por esa red de enigmas que emana de ondulantes y alados
sonidos.
Prolija sensación de advenimiento, espera de un instante tan eterno como el otro,
tan efímero, tan pleno, tan brutal en fuerza interna que jalona la epidermis.
Y son brazos, piernas, alientos, voluntades, arrobos enlazados que ejecutan en su
rapto una danza que pervierte los sentidos, trastoca las entrañas, prende fuego a
ese pacto sin miradas que incitan.
La seducción tiene matices dilatados.

Luis Cernuda,


Aquí En Esta Orilla Blanca

Aquí
en esta orilla blanca
del lecho donde duermes
estoy al borde mismo
de tu sueño. Si diera
un paso mas, caerla
en sus ondas, rompiéndolo
como un cristal. Me sube
el calor de tu sueño
hasta el rostro. Tu hálito
te mide la andadura
del soñar: va despacio.
Un soplo alterno, leve
me entrega ese tesoro
exactamente: el ritmo
de tu vivir soñando.
Miro. Veo la estofa
de que está hecho tu sueño.
La tienes sobre el cuerpo
como coraza ingrávida.
Te cerca de respeto.
A tu virgen te vuelves
toda entera, desnuda,
cuando te vas al sueño.
En la orilla se paran
las ansias y los besos:
esperan, ya sin prisa,
a que abriendo los ojos
renuncies a tu ser
invulnerable. Busco
tu sueño. Con mi alma
doblada sobre ti
las miradas recorren,
traslúcida, tu carne
y apartan dulcemente
las señas corporales,
por ver si hallan detrás
las formas de tu sueño.
No lo encuentran. Y entonces
pienso en tu sueño. Quiero
descifrarlo. Las cifras
no sirven, no es secreto.
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
silencio de la noche,
un soñar mío empieza
al borde de tu cuerpo;
en él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
hacíamos lo mismo.
No había que buscar:
tu sueño era mi sueño.







NO MAS VIOLENCIA MACHISTA

No más violencia machista.
Teléfono de ayuda 016

Joan Margarit,



Caligrafía


Ha apoyado la frente en el cristal
frío, empañado, con trasluz de invierno.
Escribe el nombre de ella y, a través
de las líneas que traza con el dedo,
la ha visto en un paraje solitario
con el mar y las rocas en la noche.
Al fondo, las estrellas: de pronto, las gaviotas
alzan el vuelo como un resplandor
al paso de un falucho. Se ha engañado:
detrás de la ventana hay una calle
que el alba hace más triste, sin un alma,
con coches aparcados.
Tras las líneas comienza a amanecer:
el sol naciente borrará ese nombre
en la escarcha rosada del cristal.











Relatos del viento, de Sara Cucala

Santi Tena


Siempre...


se te dará el siguiente paso,
dile paz o conciencia o el siglo
entre las manos:
siempre se te dará el siguiente paso,
y llegará tu tren y abrirá cada puerta,
y llegará callado el primer paso,
y estación a estación y golpe a golpe
de silencio los pasos te son dados,
y ten fuerza y ten vida, te sigo paso a paso,
te doy la voluntad, el temple justo,
cada voz, cada beso, te doy todo,
más siempre paso a paso,
y si ves que no estoy donde me esperas
o que no estoy tampoco cuando buscas arriba
ni si miras al lado, olvídate de mí:
yo soy quien soy
y el que soy y el que eres
y el que guía y te lleva y te define
cuando vas paso a paso,
yo solo soy quien soy en ti
y en cada uno de tus pasos.

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27 septiembre 2011

Rocío Márquez - FANDANGOS

Muñoz Molina, Marcela


Marcela Muñoz Molina nace en 1966, en Puerto Natales, Chile.

Es considerada una de las voces más representativas de la poesía chilena actual.
Obra:
•"Angeles y limusinas" (1989)
•"El salvavidas lleva mi nombre" (1994)
Sus textos han sido publicados en la antología "Poetas jóvenes de Chile", Universidad de Concepción (1998); "Antología insurgente, la nueva poesía magallánica", de Pavel Oyarzún y Juan Magal (1998).


Encontrar Quisiera la máquina de borrar.
Algo así como el incinerador de la memoria
algo así como el desalojo de las piezas más oscuras
de una vida que no alcanza.
Una mano que entre y atrape sin compasión
las imágenes de la tortura, las imágenes en blanco
que sólo sirven para restarme horas de sueño,
una mano que arranque de raíz
la raíz de los colores que me inmovilizan.


Encontrar quisiera la máquina de borrar.
y comenzar absolutamente de nuevo,
brotar como una hoja en otro paisaje,
un paisaje que lo sea todo,
un paisaje de viento y árbol, de inmensidad infinita
un paisaje donde cada cinco minutos amanezca otra vez.


Y uno ahí,
convertido en tierra,
convertido en un pájaro veloz,
capaz de volar sin batir las alas.
Y uno ahí,
entero, completo, mudo
sin articular palabra de tanta lejanía,
haciendo de un segundo toda la vida,
sabiendo que toda la vida no basta
para contemplarlo todo.


Encontrar quisiera la máquina de borrar.
Salir de aquí, diciendo hasta la tarde
y no volver nunca más.
Volver al principio inocente y antiguo
donde no existe riesgo de perder esa inocencia
volver a mis piedras y a mi cueva,
al rugido de mis bestias,
volver a mi carrera desesperada por la pampa
correr sólo por correr
por jugar con el viento.


Hoy no me salva, ni el amarillo de este cielo abierto
ni el mar imponente a menos de tres cuadras
no me salva un recuerdo
no me salva una nostalgia
no me salva la envoltura de mi alma.


Hoy sólo me salvaría encontrar la máquina de borrar.

Menéndez Rodríguez, Natalia


Él nunca conoció mi casa.
Llena de recovecos donde esconder mis versos,
en oscuros cajones,
en hojas arrancadas entre los libros.
Sólo saben los relojes que el tiempo no se apiada
ni la marea cambia el rumbo establecido.
Sólo en sueños vuelven las aves a mi alero,
y me custodian,
como un planeta que nunca duerme.

26 septiembre 2011

Elvira Daudet


Estoy aquí, caída en la tierra y la hora de los hombres,
cuando se siente desolado a Dios,
sin un pájaro de esperanza en las manos.
Estoy aquí sintiendo mi vida piedra a piedra,
y la muerte como extraño bautismo de silencio.
Muerte, tierra definitiva, madre
que aguarda al hijo atenta.
Pobre hombre, pobre Dios, ¿en esta hora
quién juega con nosotros
y nos hace sentir cual nacidos extraños en tristeza?
Hay que inventar un río
o escuchar por sorpresa la risa de un niño forastero,
al que se inventa la mirada azul,
para pisar de nuevo nuestra tierra.


(De "El primer mensaje",1959)

Angela Serna,



En las horas
previas
al alba


-sístole-

alguien persigue
la quimera de
una voz ajena
presentida
en el vertiginoso
discurrir
de una mano sobre la mesa


-diástole- :


éramos tú y yo
luego sólo yo
y el tiempo que confunde todo…



25 septiembre 2011

MARIO BENEDETTI Hagamos un Trato (HERNALDO ZUÑIGA)

La luna, una pregunta


Ana Cardinali,


Mudarse a la vida

Hace tiempo
que el espejo se sumerge en los escombros,
que las manos envejecen al decir adiós,
que somos rehenes de lo invisible.
Entre la bruma y la ceniza
perdimos algo esencial.
Era necesario descifrarnos
en las palabras del insomne,
en los ojos del hombre herido
o en la renuncia inesperada del suicida.
Apagar las luces
como derruidas estrellas
Cántame, cuéntame, ármame.
Tú y tu clásico entender de las costumbres,
dime que el tiempo que tejíamos
no era sólo de criptas y ataúdes,
que las miradas no añoraban el mar
como velas vivas o incendios.
Que nunca fue en vano
conjugar tu llegada con el vuelo de los pájaros
o acaparar la insistencia del nudo
con el poder de sus extremos habitados.
Aquí en este silencio intermitente
como un faro que renueva,
hay una historia en movimiento;
te hablo, te nombro, te desarmo;
el suspiro establece
lo que se termina y lo que comienza:
…………………Un montón de huellas
…………………abandonan la soledad
…………………y se llevan los recuerdos,
……………………………………anhelo de niña,
……………………………………vendas del corazón,
……………………………………un horizonte


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mundopoesia.com





Ada Salas,



Hay libros que se escriben sobre la carne misma.
Son esas cicatrices que nos hablan
y sangran
cuando el tiempo se rinde a su derrota
un puñado de signos que apenas
comprendemos

y eran el beso intacto de la vida.

24 septiembre 2011

KARLA STERLOFF



Vida y milagros
Karla Sterloff nació en 1975 en San José, Costa Rica. Estudió Psicología y Ciencias de la Educación. Actualmente vive en Cartago y trabaja en varios proyectos relacionados con el área de educación y psicología social. Escribe cuento, poesía y artículos para diversas revistas. Participó en la antología de cuento Bajo el techo de la lluvia, compilada por Guillermo Fernández. Su cuento Ex Votos obtuvo recientemente el primer lugar del Premio Centroamericano de la Asociación Costarricense de Escritoras.


EL ÚLTIMO CÍRCULO



Parece no tener fin


el camino vegetal


que han dejado las hormigas.


La sombra del Nancite

proyectada al borde de la acera.


Las lluvias empozadas en los zapatos


-que no son las primeras lluvias-


de este círculo acuático.


Una sola gota insiste en caer


entre el diesel regado en el asfalto


y continúa expandida


en el arcoiris narcótico de la retina,


a pesar de la sed, de la lluvia y las hormigas,


esperando un final que nunca llega


en el reflejo del último aparador.
























CARLOS ÁLVAREZ


TÉRMINO




Hablás y los ecos se convierten en palabras.
Porque son ecos, espectros
filológicos que no existen de veras
hasta que vos decís:
dolor, amor, clamor, verdor, vos.
La palabra es el mito de nuestro siglo.
Viene vestida de sangre y de agua que desvanece.
Se proyecta la palabra en el espacio
y la luna se hace astro, camisa de plata,
recipiente de los sueños perdidos,
el más eco de los ecos.
El eco es la verdad de tu vestido,
vestido de fantasmas.

JAVIER DAS



EL DESEO


Coge el coche,
te invito
a escuchar

un disco nuevo
que me he comprado.
Y de paso,
si quieres,
cenamos en algún
bar de carretera,
en el que quieras,
di un kilómetro
y nos paramos.
Seguro que allí
no hay tanta luz,
y con un poco de suerte,
si la noche está despejada,
podremos ver las estrellas.
Creo que si lo pienso
nunca he visto una estrella
fugaz.
Y tal vez ese sea el problema
en todo esto,
que nunca he podido
formular
mi deseo.



JOSÉ LUIS MORANTE



EL ARTE DE VIVIR LOS LUNES


El arte de vivir los lunes
requiere cierta práctica y algo de teoría,
saber de estratagemas y confabulaciones
y adjetivar la prosa cotidiana
con una terca voluntad de estilo.
Incontables acechan
los peligros desde el primer café,
crecen cuando un olor
anuncia escuetamente la leche derramada,
se reproducen con duración de días laborables
y en guardia se mantienen,
tal seguros precintos,
entre los pasajeros del tren crepuscular
que nos devuelve a casa,
al reclamo del lecho hospitalario.
El arte de vivir los lunes
sobrevive y se esconde
en vacuas reflexiones como ésta:
nada es eterno, salvo un lunes.


(De Población activa)





Julia Gallo Sanz,


GUARDO EL PICO EN MI TESTA


-lujuriosa punzada que me avala-
y prendo, casi siempre,
una emergencia.
Vigilo los abismos de un escote
con cara de cíclope vencido.
Soy grande entre susurros de mantilla,
enano en un pañal,
y firme en el tratado de una venda.
-Ya quisiera el Amor tener mi nombre
en su alma de amor, si es que la tiene-,
la salud, el dinero, la hermosura...
Llevo el acto del fuego y la semilla
en mi acción de tan simple ejecutoria.
Es mi sexo revuelta de mi extremo
el sentido de mi naturaleza.
A gritos se me pide en camerinos
pues soy ese que soy: el Imperdible.





23 septiembre 2011

ANGEL PARA UN FINAL

NO MAS VIOLENCIA MACHISTA,


NO MAS VIOLENCIA MACHISTA,

Teléfono de ayuda 016

Angela Botero,


De todas maneras
Cualquier tarde
La magia termina.
Se acaba.
Hay dentro un vacío.
Nada!
Hemos abusado y sin
Presentirlo siquiera
Estamos ahí,
A un lado
Pero por ser como somos,
Extendemos las manos
Seguros de que todo
Nacerá un día,
Con el sol.
Muy temprano.

Paradigma del Sistema Educativo

María García Zambrano


María García Zambrano (Elda, 1973) es periodista, poeta y profesora de español. Ha realizado estudios de doctorado en literatura en París y Lima, y talleres literarios en Sevilla, Buenos Aires y Madrid, con poetas como Ángel Leiva, Gabriela Yocco, Ivonne Bordelois o Hugo Mujica.
Sus poemas han aparecido publicados en varias antologías como "Poetas del encuentro" o "Siete poetas de Petrer" y en revistas como "Re-volver" o "Asparkía".
En marzo de 2007 publica su primer libro, "El sentido de este viaje", que recoge tres poemarios galardonados con el premio de poesía “Paco Mollá” de Petrer.
En la actualidad, pertenece al grupo poético Compartir Poesía, de la Fundación Entredós, y coordina el taller literario Al filo de la palabra en Madrid, donde reside.


PROHIBIDO DECIR AMAR EN UN POEMA
Hay algo singular en tus facciones,
la foto de esa hora, necesaria,
después de naufragar en aquel charco.


Envuelta en ese celofán oscuro
que cubre con tu cuerpo la jornada,
has podido llegar hasta mi miedo.


Los días sin demonio se suceden.
Los trenes se detienen en tu boca.
La mancha de la blusa es invisible.


No quiero pronunciar el verbo dulce
pero este recorrido lo contiene.

Ángel González,


Mientras tú existas

Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz cualquiera...
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.