30 abril 2014

Ana García Briones



















En ocasiones,
experimento
una sonrisa interior
que me alumbra.


SANTIAGO TENA,






Dame un solo deseo: ser auténtico.

Que se cierren los cielos, que el alma vague sola sin amor y sin beso, pero dame un deseo: yo quiero ser auténtico.

Dime cuál es el precio: la soledad, el hambre, el abismo, el tropiezo, el llorar de incompreso, desentendido y ciego, dime lo que he de hacer, mas dame ser auténtico.

Y enciérrame en lo vivo y enciérrame en lo ciego, y enciérrame en el vino y abrásame en el fuego, mas dame ser auténtico.

Y que todo se cierna y que todo se vuelque y que griten los cielos y que aprendan los muertos lo que es de verdad miedo: haz con el mundo el reino de incomprensión continua y de no volar nunca de verdad con el viento, haz del mundo la hoguera y de mi amor ausente la frontera del verbo, haz de mí lo que quieras, mas dame ser auténtico. 

Sofia Berta Kreimis



Sofia Berta Kreimis

  1. Con brusca palidez, abandonó la plaza sin orillar su bastón
    la vereda. Por curiosidad quise seguirlo pero en un segundo
    de distracción lo perdí de vista, Lo habría podido evitar, seguí
    caminando, desde una estrecha calle asomaba un eco
    desgarrador. me acerqué a la casa, la puerta estaba abierta,
    la gente llevaba flores, una mujer me invitó a entrar.
    La casa de techo bajo y la gélida luminosidad era el llanto.

J.S. Del Viejo

 José Sánchez del Viejo





AFRODITA


Tú, en tu soledad aislada,
no mides el alcance de los dardos
que como Diana cazadora
avientas al entorno que te puebla.
No sabes del dolor de las heridas
que infieren la agudeza de sus puntas
que, impregnadas del veneno del deseo,
inoculan la pasión desesperada
en la sangre caliente de tus piezas.
No adviertes la agonía interminable
de aquellos que, vencidos a tus pies,
agonizan de una forma inevitable
con el músculo vital atravesado,
ahogándose en su sangre entre las llamas
que enciende en su interior tu devaneo.
Guarda tu arco de mortífero disparo,
ofrece la lisura de tus labios
y mata, de pasión, a quien se atreve
por las floridas sendas que componen
el edén perfumado de tu campo
donde reina, majestuosa, tu presencia.





Del poemario " Silencios encontrados "
Colección Poesía en la distancia

YOLANDA SAÉNZ DE TEJADA.





Cuando paseo contigo por la calle

y tú me coges de la vida por la mano,
yo sonrío atolondrada

como niña de colegio en su recreo.

Cuando me llevas a un hermoso restaurante,

y yo siento mi silla en tu cara,

no te dejo que mires a otro sitio;

sólo mi cara de adolescente enamorada

Cuando me regalas la tarde

y bajas el sol hasta mis nalgas

(antes de que el fuego queme mis rodillas),

yo duermo la siesta de adulto entre tus ojos.

Después, cuando la noche aprieta mi ombligo

y tú me compras un regalo;

yo me tumbo en la esquina de tu boca

para morir de vieja entre tus besos…

29 abril 2014

Hoy puede ser un gran día

Donación de órganos

 Hazte donante de organos





Te hacemos una invitación muy especial.


¡ Hazte donante de organos !.


Donación de órganos Gesto solidario de unos, segunda oportunidad para otros




El trasplante es la única y última solución para miles de personas que sufren un deterioro irreversible de alguno de sus órganos vitales, que les augura una muerte segura a medio o corto plazo. De ahí la importancia vital de todo lo que concierne a la donación de órganos.


En 1999 se realizaron un total de 1.334 donaciones en España (en el 85% de los casos, se utilizaron varios órganos de cada fallecido), gracias a las cuales se pudieron practicar cerca de 3.500 trasplantes. A pesar de que en nuestro país, a lo largo del año pasado, tan sólo dos de cada ocho familias se negaron a donar los órganos de sus parientes fallecidos, el número de donantes sigue siendo insuficiente para las 5.000 personas que a fecha de hoy esperan un órgano. No obstante, el nuestro es el país con mayor tasa de donaciones del mundo, 33 por cada millón de habitantes, frente a las 22 de Estados Unidos, las 16 de Francia y Portugal, y las 15 de Suiza.
También disfrutamos de una posición relativamente privilegiada en cuanto a tecnología y realización del proceso de trasplante. Además, enviamos a otros países europeos órganos que, por diversos motivos, no pueden utilizarse aquí. Por todo ello, se habla del modelo español como ejemplo a seguir en un contexto mundial en el que la donación, un encomiable ejercicio de solidaridad con nuestros semejantes, ha sufrido una disminución generalizada.


Aumentar las donaciones, necesidad apremiante El año pasado murieron 271 personas en lista de espera y el 20% de los escasos cadáveres aptos para la donación no se utilizan porque los familiares se niegan


Oscar Wilde






Mi voz

En este mundo inquieto, moderno, apresurado,
tomamos todo aquello que nuestro corazón deseaba -tú y yo,
y ahora las velas blancas de nuestro barco están arriadas
y agotada la carga del navío.

Por ello, prematuras, empalidecen mis mejillas,
pues el llorar es mi contento huido
y el dolor ha apagado el rosa de mi boca
y la ruina corre las cortinas de mi lecho.

Pero toda esta vida atiborrada ha sido para ti
solamente una lira, un laúd, el encanto sutil
del violoncello, la música del mar
que duerme, mímico eco, en su concha marina.





Versión de E. Caracciolo Trejo
Edición de Libros Río Nuevo 2001

Lupe García Araya

Alicia Calero Cervera,






Silencio Roto


Ojos abiertos.
Oscuridad sombría.
La Alhambra todo lo ve.
Una lágrima de sangre
recorre el cuerpo
cubierto de carbón.
Saborea el hierro en sus labios.
Silencio roto.
Exhausta de placer
la noche cierra los ojos.

Pablo Neruda






En su llama mortal la luz te envuelve.
Absorta, pálida doliente, así situada
contra las viejas hélices del crepúsculo
que en torno a ti da vueltas.

Muda, mi amiga,
sola en lo solitario de esta hora de muertes
y llena de las vidas del fuego,
pura heredera del día destruido.

Del sol cae un racimo en tu vestido oscuro.
De la noche las grandes raíces
crecen de súbito desde tu alma,
y a lo exterior regresan las cosas en ti ocultas.
de modo que un pueblo pálido y azul
de ti recién nacido se alimenta.

Oh grandiosa y fecunda y magnética esclava
círculo que en negro y dorado sucede:
erguida, trata y logra una creación tan viva
que sucumben sus flores, y llena es de tristeza.


Almudena Guzmán






Veladamente...



Veladamente,
descorriendo pestillos,
ha llegado hasta mi cuarto
una pantera translúcida con la piel de diamante
que me morderá la nuca cuando menos lo espere.
Es el deseo.

28 abril 2014

Antonio Orihuela,





WAY OUT




La poesía dejará de ser una cosa triste

cuando empiece a tener que ver con la vida de la gente,

cuando la gente vuelva a ser la que decida qué hacer

con sus vidas y con las palabras,

mientras tanto

todo esto que hacemos seguirá siendo

literatura.

Alejandra Pizarnik

 



Tu voz


Emboscado en mi escritura
cantas en mi poema.
Rehén de tu dulce voz
petrificada en mi memoria.
Pájaro asido a su fuga.
Aire tatuado por un ausente.
Reloj que late conmigo
para que nunca despierte.

27 abril 2014

Cuerpo de Mujer Víctor Heredia de P Neruda

Pablo Neruda






Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra

Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros

y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.

Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!

Cuerpo de mujer mía, persistirá en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.

26 abril 2014

Faustino Lobato





EL CÍRCULO DEL AGUA




Llegó, con la noche colgada de sus ojos.
Sus manos no tardaron en despejar
las sombras de la ausencia.
Sobre la piel resbalaba la risa
y el círculo del agua
dejó su huella en los labios.
Después, se fue con los ruidos
para volverse a perder

en el silencio.

Eduardo Galeano






"Un hombre del pueblo de negua, en la costa de colombia, pudo


subir al alto cielo.


a la vuelta, contó,


dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana.


y dijo q somos un mar de fueguitos.


Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás


no hay dos fuegos iguales


hay fuegos grandes y fuegos chicos


y fuegos de todos los colores


hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de


fuego loco, que llena el aire de chispas algunos fuegos,


fuegos bobos, ni alumbran ni queman


pero otros arden la vida con tantas ganas


que no se puede mirar sin parpadear


y quien se acerca, se enciende"


Ernesto Cardenal

 Ernesto Cardenal





Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:


yo porque tú eras lo que yo más amaba


y tú porque yo era el que te amaba más.


Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:porque yo


podré amar a otras como te amaba a ti


pero a ti no te amarán como te amaba yo.

Ana Merino

 





Terapia del adiós


Respira
y deja que te habite
ese cosquilleo
que cruza el umbral de tu puerta,
deja que germine
esa sensación
de deseo enhebrado
que hoy te espía
y se alimenta de tu extrañeza
y brota de la curiosidad
como si fuese
el espejismo puro
de una niñez perdida
que dibuja en silencio
la frágil silueta de tu sombra.
Deja que se enrede en tus miedos
que se refleje en ti
como un cometa helado
para que su rastro
se fabrique con tu aliento
y exista porque quieres
anudar el lenguaje sigiloso de su cuerpo
sin que apenas se inmute
el surco cotidiano de las cosas.
Deja que nazca
para que pueda recordarte
y su amor se parezca
al vértigo secreto de la vida
y aprenda a conformarse
con un sorbo de tiempo disfrazado
de muchas despedidas.

Alicia Calero Cervera




Recortes de vidas

Imágenes de vidas
pasan ante mis ojos.
Vidas pasadas,
vidas presentes,
vidas ficticias,
vidas futuras,
vidas reales,
vidas que no son vidas
vidas vividas por extraños personajes.
Recortes de sucesos
amontonados en un cajón.
Fragmentos de rostros.
Siluetas de cuerpos
suspendidos en el espacio.
Sombras de aquello
que siempre quise ver
y nunca vi.
Amaneceres acumulados
en una caja de sueños,
esperando ser descubiertos. 

No más violencia contra las mujeres !!



No más violencia contra las mujeres !!
Teléfono de ayuda 016
No deja rastro en la factura.

25 abril 2014

Uberto Stabile

 


PAISA




oye paisa tu compra algo mireló, gafa, goro
bueno, bonito, barato paisa
tu compra algo mi…
pero es que no te enteras…
no quiero nada de ti moreno
ya todo lo tengo,
tus bosques, tus minas, tus piedras
preciosas, tus negras

toda tu piel y sal
y los leones enjaulados
y los bancos de peces,
hasta el color púrpura de áfrica
-el cuerno de la abundancia –
lo tengo yo…
pero oye paisa yo amigo tuyo
yo sólo busca trabajo en españa

sólo compra algo mi
yo hambre, yo no casa
yo amigo paisa, mucho amigo
no negro, tu no amigo mío,
esta no es tu tierra
yo tengo ahora el tiempo
y el fondo monetario internacional
y todas, todas las malditas
organizaciones no gubernamentales
para lavarme la cara y el culo
y venderte como siempre
lo que antes ya era tuyo
oye paisa pero yo siempre bueno
con tuyo gusta barsa y pallea
y mucho toro en sevilla
yo sólo hambre paisa
mucha hambre…
eres tonto negro,
tu nunca amigo mío,
tu hambre me da de comer
tu sed llena mis piscinas
tu mujer calienta mi cama
tus heridas de bala las fabrico yo
yo soy tu virus del sida negro
yo soy el blanco
de todas tus pesadillas.
no paisa no
yo siempre amigo tuyo
yo cuida bien tu familia
yo sólo tener la vida,
mucho querer y amor
y sonrisas
que paisa ya no tiene,
sólo eso paisa, la vida.

Aurelio Gonzalez Ovies,





Miraremos atrás
y cuando estemos a la altura
del recuerdo,
habrá gaviotas planeando
el mar donde fuimos como un niño
de arena;
habrá un pueblo descrito con cal viva
y un camino hacia el verano.Diremos adiós
y empezará el atardecer a respirar
en los jazmines.

Isabel G. Jiménez






AFORISMOS DEL CORAZÓN XI

-¿Y del amor?
-No, no, no vino.
-Despacio, llegará
y tú lo sentirás.
Pero cuidado,
un día, nuevamente,
desaparecerá,
porque se anima,
y...así fluyendo…
para al final,
sucumbir frío,
cruel, sin atrás mirar.

© Isabel G. Jiménez: Inédito, 4 de Abril de 2013.

Pedro Javier Martín Pedrós.

Es necesario encalar nuestras miradas

para que nuestra aportación de añil

produzcan amaneceres de interminables azules.

Es necesario visitar nuestras puestas de soles,

aunque nos sintamos un poco más viejos.

Es necesario que nos abracemos y manifestemos

nuestras lluvias de interior,

para que la hierba crezca junta.







Es necesario decir siempre hasta luego


para que la despedida no sea tan dolorosa.

Es necesario abrir nuestros paraguas

para refugio de la dulzura.

Es necesario acariciar nuestras manos

para hacer el trabajo más llevadero.

Es necesario llorar

para que la agricultura florezca.

Es necesario ejercitar el verbo amar

para no oxidarnos en los muelles de las dudas eternas.

Es necesario compartir paleta y pincel

para pintar los excrementos y horrores de las guerras.

Es necesario seguir viajando en el colectivo

porque se huele a humanidad.

Es necesario repostar de amor para creer en nuestra existencia.




Del libro : Poesía en la distancia

24 abril 2014

Ana García Briones. Copyright ©






Tal vez, tras esa puerta,
la luz me invite a las alas
transparentes de tu vuelo.
Así cuando regrese al desvarío,
al borde de tu abismo,
descalza, sobre el filo del cuchillo,

la boca del viento
se abra sin miedo,
resbalando en mis ojos,
en mi carne desollada,
por el desierto de las horas,
sin palabras ahogadas,
avanzando en la espesura
de un abrazo que respira.

Miguel Hernández




"Andaluces de Jaen" de Miguel Hernández

ACEITUNEROS

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.






Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

Pepe Mujica Río-20

Carlos Gargallo.




Archivo




Me fui a buscar las facturas del deseo,
allí estaban olvidadas
en el cajón de cartón
junto a albaranes amarillos y rosas
por falta de pago.

Los ordené por fechas, por besos, por abrazos,
por historias intensas, por amores incomprendidos,
por platónicos sentimientos encontrados,
por lágrimas de abandono.

Todas estaban escritas con tinta roja,
de perfumes afrodisíacos, de sirenas,
de damas de alta cuna, y maravillosas señoras
de las humanas, las más humanas.

Apuntes a pie de página de versos inacabados,
de cartas de amor, de desamor, de mentira.

¿Y porqué escribo esto?

Si al final, el archivo
es un chivo expiatorio de un corazón
que no sabe amar, que pone todos sus sentidos
en cada uno de los besos que supe y me supieron dar.

Documentos compartidos,
y otros pocos,
secretos pero sin olvido.

(c) Carlos Gargallo.

23 abril 2014

El lado oscuro - Jarabe de Palo

Ana García Briones. Copyright ©





Entiendo que,
soy sombra
de aire fresco,
pintada de azul celeste,
savia de ese hermoso roble
donde te gusta posarte.


Entiendo que ,
busques en los jardines
de las manos entrelazadas,
de los besos húmedos,
de las fuentes de agua
limpia,
que abones con jugos
durante varias estaciones
las hojas marchitas.

Entiendo que...
con tristeza
soy el número impar
del cuarto vagón
de la estación del tiempo.

Vilma Vargas Robles




FÁBRICA DE CONCIENCIAS




Ya no seré quien yo era.
Yo tan entera,
estoy con una grieta
en alma y cuerpo.
Me repito: es el sistema.
No sólo falla el individuo.
El mercado compra las conciencias,
elabora falsas verborreas,
el sistema fabrica seudopoetas,
el mercado vende sus conciencias.
Me repito: es el sistema.
Mas ya no seré quien yo era.
Y yo en mi pequeñez enfrentada.
Y Dios que no me atiende.


Matilde Espinosa

LOS ETERNOS POETAS




Vosotros, los eternos,
los íntimos distantes
adivinadores de los otros:
los que escriben poemas
en el libro de las sombras
rotas al amanecer.
Niños convulsos, casi celestes
frente al mar y bajo el estupor
de las estrellas.
Mayores sobrecogidos por el gran silencio
de las primeras soledades
compartiendo la fatiga de los árboles
y su corona de viento
Exploradores, rescatando del fondo
la música secreta
de la palabra y la imagen
confundidas en el sueño y el ensueño.
Vosotros sin tiempo,
con el mundo interior
como el fluír del agua
que funde en la cantera
la ternura del rocío
y el resplandor del rayo.
El amor, la muerte, la pasión,
el olvido, universos que asaltan
o se escapan en ese gran decir
delante de las criaturas y las cosas.
Todo el ayer y el hombre detenido
frente al sol poniente.


22 abril 2014

Begoña Abad.







El cielo tiene un aspecto
amenazador, como la vida,
parece que ambas cosas
fueran a llover.


Del libro : Cómo aprender a volar






Octavio Paz



La poesía




Llegas, silenciosa, secreta,
y despiertas los furores, los goces,
y esta angustia
que enciende lo que toca
y engendra en cada cosa
una avidez sombría.

El mundo cede y se desploma
como metal al fuego.
Entre mis ruinas me levanto,
solo, desnudo, despojado,
sobre la roca inmensa del silencio,
como un solitario combatiente
contra invisibles huestes.

Verdad abrasadora,
¿a qué me empujas?
No quiero tu verdad,
tu insensata pregunta.
¿A qué esta lucha estéril?
No es el hombre criatura capaz de contenerte,
avidez que solo en la sed se sacia,
llama que todos los labios consume,
espíritu que no vive en ninguna forma
mas hace arder todas las formas.

Subes desde lo más hondo de mí,
desde el centro innombrable de mi ser,
ejército, marea.
Creces, tu sed me ahoga,
expulsando, tiránica,
aquello que no cede
a tu espada frenética.
Ya solo tú me habitas,
tú, sin nombre, furiosa substancia,
avidez subterránea, delirante.

Golpean mi pecho tus fantasmas,
despiertas a mi tacto,
hielas mi frente,
abres mis ojos.

Percibo el mundo y te toco,
substancia intocable,
unidad de mi alma y de mi cuerpo,
y contemplo el combate que combato
y mis bodas de tierra.

Nublan mis ojos imágenes opuestas,
y a las mismas imágenes
otras, más profundas, las niegan,
ardiente balbuceo,
aguas que anega un agua más oculta y densa.
En su húmeda tiniebla vida y muerte,
quietud y movimiento, son lo mismo.

Insiste, vencedora,
porque tan solo existo porque existes,
y mi boca y mi lengua se formaron
para decir tan solo tu existencia
y tus secretas sílabas, palabra
impalpable y despótica,
substancia de mi alma.

Eres tan solo un sueño,
pero en ti sueña el mundo
y su mudez habla con tus palabras.
Rozo al tocar tu pecho
la eléctrica frontera de la vida,
la tiniebla de sangre
donde pacta la boca cruel y enamorada,
ávida aún de destruir lo que ama
y revivir lo que destruye,
con el mundo, impasible
y siempre idéntico a sí mismo,
porque no se detiene en ninguna forma
ni se demora sobre lo que engendra.

Llévame, solitaria,
llévame entre los sueños,
llévame, madre mía,
despiértame del todo,
hazme soñar tu sueño,
unta mis ojos con aceite,
para que al conocerte me conozca.


(Libertad bajo palabra, 1935-1957)

• José Antonio Antón Pacheco •



SOL DE INVIERNO



Recordarás entonces el sol de invierno alumbrando las
casas, cuando el tiempo parece detenerse en un instante
presente.
Recordarás sin duda el sol de invierno alumbrando las casas,
deteniéndolas en una inmovilidad rojiza y ocre.
Recordarás también el sol de invierno que perfilaba las casas
en un ahora presente, como si se perpetuaran en su detallado
perfil.
Recordarás el viento que dibuja las casas en el espacio,
recordarás el aire que las inmoviliza.
Has de recordar (sí, os acordaréis) cómo el sol de invierno
traza el contorno de las casas, su nivel y perfil, y las inmoviliza
y las detiene y las concreta en la memoria, en la voz y en
el eco.