30 abril 2014

J.S. Del Viejo

 José Sánchez del Viejo





AFRODITA


Tú, en tu soledad aislada,
no mides el alcance de los dardos
que como Diana cazadora
avientas al entorno que te puebla.
No sabes del dolor de las heridas
que infieren la agudeza de sus puntas
que, impregnadas del veneno del deseo,
inoculan la pasión desesperada
en la sangre caliente de tus piezas.
No adviertes la agonía interminable
de aquellos que, vencidos a tus pies,
agonizan de una forma inevitable
con el músculo vital atravesado,
ahogándose en su sangre entre las llamas
que enciende en su interior tu devaneo.
Guarda tu arco de mortífero disparo,
ofrece la lisura de tus labios
y mata, de pasión, a quien se atreve
por las floridas sendas que componen
el edén perfumado de tu campo
donde reina, majestuosa, tu presencia.





Del poemario " Silencios encontrados "
Colección Poesía en la distancia

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