30 abril 2015

Dante Medina







Tú No Mereces Mejor Poeta

X

La única venganza
que encontramos los poetas
contra las amadas esquivas
es escribirles versos malos.

XV

Me tachas de borracho,
me tachas de fluctuante,
me tachas de flojo.
Yo, simplemente, te tacho.


IV

Dicen que el amor hincha los pechos,
me angustia comprobar
que tus senos pequeñitos
son una prueba de que no me amas.

XIV

Hay otras cosas que nos impiden:
soy más de lo que mereces,
eres más de lo que merezco:
no nos merecemos.

XIII

Cuando ya nadie te quiera a ti::
Ni yo que siempre.
Cuando ya nadie me quiera a mí:
Ni tú que nunca.
Nos volveremos a encontrar
y entonces nos entregaremos
sin romance.

XVI

Tú tienes la culpa
que te escriba poemas.
No los hubiera escrito
si me hubieras amado.
Te habrías ahorrado esa vergüenza.
Ahora que si quieres podemos pactar.

XXII

He pensado
que quizás no te gusten mis poemas,
pero tú no mereces mejor poeta. 

Eladio Orta,




mercedes tiene las piernas suaves como el coral
cuando le hago cosquillas en el manillar
se le humedece el piñón


mercedes es mi vida
con ella voy a todas partes

menos a cama -desgraciadamente-
pero que conste: más de una vez
nos hemos duchado juntos
y hemos insultado al conductor
que nos ha encharcado de agua hasta el cuello

cuando mercedes se ausenta
por un simple resfriado
o por un insignificante dolor de cabeza
o por un imprevisto pinchazo
la echo tanto de menos
que le escribo poemas
como a mis amores platónicos


mercedes lo es todo en mi existencia
igual me lleva de paseo
como me insiste
para que no llegue tarde
a una reunión
y hasta cuando llueve
me advierte
que no debo salir de casa


mercedes es un sol
me gustaría vivir con ella eternamente
espero que la columna no me lo impida
o que el ojo izquierdo no termine
con un parche pirata
y me retiren el carnet de ciclista




mercedes te quiero
no abandones a este postperdedor

Berna Wang






Que la vida te regale en su momento...




Que la vida te regale en su momento
sólo el dolor preciso:
ni tan leve que pase desapercibido

ni tan grande que lo invada todo.
Que no te olvides
ni necesites analgésicos para olvidar.
Sólo el latido exacto en el lugar justo
para saber que la herida está ahí,
que hay que tener paciencia,
y cuidarla hasta que cure.

29 abril 2015

• Encarna Jiménez de la Cruz •






CON DIEZ CERROJOS


He bebido el trago de la hiel de los olvidos,


he cerrado con diez cerrojos la puerta.


En una rendija de mi corazón guardé la llave.


He tenido que olvidarme la existencia


que ha quedado impregnada en las paredes.


Mi casa es el regazo de mi infancia,


y tengo por desdicha que exiliarme.


Se amontonan en los umbrales los recuerdos


que franquean las puertas de la estancia.


El espejo no refleja mi silueta,


y el armario está vacío de ilusiones.


Mi casa en otro tiempo con aromas


de membrillo y racimos de verano,


a hogaza de pan tierno y vino perfumado,


a ropa limpia, soleada y bien planchada,


ya sólo huele a ausencia y bolas de alcanfor,


porque he tenido sin remedio que marcharme.


He atrancado con cerrojos mi pasado


y la cerradura he sellado con un beso.

Victor Manuel Guzmán Villena,





PROFUNDIDADES MAGICAS
Mujeres razón divina

donde los que buscamos amor

cavamos pozos profundos dentro de vuestro ser

para descubrir en sus extrañas los secretos
que encierran los delirios
Los que te amamos y exploramos sus deidades
observamos y respetamos sus leyes divinas
dejando que su inteligencia acapare
nuestros cuerpos en las regiones del deseo
donde la apoteosis de la vida se exalta
en cada orgasmo de fuego purificador que difumina 

Pablo Neruda Arte de pájaros




Arte de Pájaros

Pablo Neruda

Pajarintos

"Arte de Pájaros" es un libro de gran formato y edición limitada, con ilustraciones únicas de pintores amigos de Pablo Neruda, que contribuyeron a enriquecer la obra. En él se presentan dos secciones de poemas: Pajarintos, que hace referencia a aves reales y Pajarantes, aves ficticias, fruto de la imaginación del poeta.


Albatros errante


En alta mar navega el viento

dirigido por el albatros:

esta es la nave del albatros:

cruza, desciende, danza, sube,

se suspende en la luz oscura,

toca las torres de la ola,

anida en la hirviente argamasa

del desordenado elemento

mientras la sal lo condecora

y silba la espuma frenética,

resbala volando el albatros

con sus grandes alas de música

dejando sobre la tormenta

un libro que sigue volando:

es el estatuto del viento.

Francisco Muñoz Soler



QUÉ FRÁGILES SON NUESTRAS VIDAS


Qué frágiles son nuestras vidas
qué fugaces, qué absurdas,
qué crueles, qué hermosas
mientras duran.

Ana Segura Maqueda,


La Danza del Océano

Iridiscentes movimientos
de ritmos con sentido salpicados de colores
se acercan...

Me invitan a bailar su danza.
Yo, me resisto.
Hay tantos pasos que desconozco...
Veo difícil la propuesta.
No me atrevo...
El Océano me intuye,
me sabe,
me siente...
Viene a mí y me ofrece
su danza en la orilla.
Me hipnotiza, me envuelve...
Me enseña y....
comparte conmigo sus ritmos.
Me dejo seducir
y me entrego a su magia.
El cielo se une a nuestra danza
haciendo aún más hipnótico el momento.
Las aguas del Océano
han venido a mí
y me han regalado
un instante eterno de fusión
en el no tiempo, no espacio.

28 abril 2015

Violeta Luna






LOS TIEMPOS JUBILOSOS


I

Quisiera adivinar
lo que te suena adentro.
saber si como yo
te rompes en cascadas o campanas.
Saber con más certeza
si somos dos guitarras minerales
o cítaras frenéticas.
Poder adivinar
si el mismo caracol nos canta adentro
mojándonos de estrellas y de olvido

II

Estás aquí conmigo
puntual como la luz en la ventana,
abierto como un libro
y lleno de palabras especiales.
Te veo como un barco
que trata de llegar a mi pupila,
o como un sabio mago
que logra sacar lunas de mi nombre.

III

Contigo todo es nuevo
aún lo conocido y repetido,
y hasta los días lunes son distintos.
Tal vez el almanaque no regrese,
y aunque los vientos ladren
y muerda el aguacero,
no ha de morir mi espacio,
aquel a donde llegan y florecen
tus tiempos jubilosos.

IV

Te acercas
y es como si a lo largo de mi cuerpo
se recostara un sol estremecido,
o como si en los brazos
se detuviera un río deleitoso.
Entonces me recorres
y siento que hay abejas en mis poros
y música en mi sangre.
Y sobre las palabras,
aquellas que se dicen y se escriben
está la llama misma de nosotros.

V

Por todo lo que tengo entre tus días,
tus brazos y tus cosas,
por todo lo que somos en palabras,
en tiempo y en recuerdos,
por todas las mañanas con violines,
con vientos o llovizna,
por todo lo que somos en el sueño
y todo lo que somos en la vida,
por ambos que nos damos sin rompernos
confieso que el amor tiene tu nombre. 

Ernesto Sábato



Tal vez a nuestra muerte el alma emigre:
a una hormiga,
a un árbol,
a un tigre de bengala;


mientras nuestro cuerpo se disgrega
entre gusanos
y se filtra en la tierra sin memoria,
para ascender luego por los tallos y las hojas,
y convertirse en heliotropo o yuyo,
y después en alimento del ganado,
y así en sangre anónima y zoológica,
en esqueleto,
en excremento.
Tal vez le toque un destino más horrendo
en el cuerpo de un niño
que un día hará poemas o novelas,
y que en sus oscuras angustias
(sin saberlo)
purgara sus antiguos pecados de guerrero o criminal,
o revivirá pavores,
el temor de una gacela,
la asquerosa fealdad de comadreja,
su turbia condición de feto, cíclope o lagarto,
su fama de prostituta o pitonisa,
sus remotas soledades,
sus olvidadas cobardías y traiciones. 

Manuel Liaño Rivera





La memoria, las manos, el tacto.
Tú cuerpo, apenas cubierto por un
precioso culotte de primorosas puntillas.
Una habitación fantasma hecha de arcilla.
Te miro, Mariluz, y veo un dorso bellísimo,
sobre el que viví una noche tan larga
como mi deseo. Aún escucho como
tu cuerpo hilvanaba los atardeceres,
en esa claridad recién llovida
que se posa en los visillos
y como la aurora anuncia el gorjeo
del sol y el agua inmóvil.
¿Oyes?... la foto habla
de que todavía está tibio tu coxis
y un aire arrecia sobre el promontorio
que forman mis dos manos sobre ti.
Mañana, si quieres, hablaremos
de inventar el tiempo, abrir las puertas
de par en par a la luz, para que este
cielo no se desmorone y crezcan de nuevo
frases como frutos para una semilla de pasión.

Francisco Gálvez




Crisis

Tu voz parece de otro tiempo,
ya no tiene aquel tono cálido
de antes, ni la complicidad
de siempre, sólo son palabras
y su afecto es ahora discreto:
en tus mensajes ya no hay mensaje.
De "El hilo roto"



Pre-Textos. Valencia, 2001


27 abril 2015

Francisco Cobacho






LLUEVE



Sobre las calles empedradas llueve
Llueve hasta calar los huesos
Cual diluvio llueve hoy
Llueve sobre conciencias dormidas
Sobre mojado llueve
Con olor a lluvia infecta,
cabizbajos, bajo aguacero, empapados
acuden a las citas de cada día
los que aún trabajan
Mis amaneceres huelen a mojado
cual mojada sigue la ciudad
Y, a pesar de todo…, mojarme quisiera
en tu esencia hecha lluvia
En las distancias bañadas en silencio
hay anhelos viajando en el viento
El mismo viento, impregnado de tu aroma,
trajo la lluvia
¡Llueve!

Waclaw Wantuch Erotic Photos,

Exaltación del amor fisico en el arte







Silvia Oviedo López


Después

Para siempre
descontrolado entre empujones

tu cuerpo a manotazos entre las finas líneas del tiempo

y tan simple

tú,

tan claros nosotros.

A nadie se le ocurriría despojarnos de la desnudez de este momento,

puros como cometas rasgando el cielo

-me agarras la mano en este instante-

somos casi la pared blanca en la que se estrellan las olas.
Tu mano diminuta es bella como un diamante a escala.

Te acaricio

y parece lógico que hoy sea el único día que exista.

Tu cuerpo tan sencillo contra el tiempo,

indescriptiblemente perfecto y absoluto
para siempre.

Fernando Sabido Sánchez,




QUIERO QUE ME EXPLIQUES

Quiero que me expliques vagamente
cómo eres
porque nos hemos visto
siempre entre paréntesis
respirando el olor a barniz
de los violines
y sólo me permites amarte
en la breve pausa de cada sinfonía

Isabel Rezmo





REZMO


Traslúcida.  Marea.
Suave como el atardecer.
Me dejo ser algo indefinido.
Transpirable como el frío.  Hierve.
La embriaguez es sémola.  Acorrala.
Me deja fluir como las nubes en pleno anochecer.
Tú deshaces metáforas incandescentes como la vid,
sublimes como un lienzo,
angostos como ese valle, y tardíos como el ocaso.
Apenas diré sencillas artimañas para creerlas a mí misma.
Mejor...no saber que poner ante una mentira de medias verdades.
Mejor...no decir. Nunca quise hablar sin poner  frases  en un taburete.

Mejor. Sencillamente cerrar la puerta y quitar el llamador.

24 abril 2015

Antonio de Padua Díaz




ESTA CASA QUE ES TAMBIÉN TUYA.


Mi casa es azul,

aunque pintada de blanco parezca;

tiene puertas y ventanas

que dan al mar,

al cielo abierto,

tan límpio como tu risa,

armarios en el pasillo

en los que te busco todas las noches,

sillas y mesas nobles,

una cama muy vacía

y algunos discos que sé que te gustarían.

Esta casa que es también tuya

tiene el sol en las cuatro esquinas

y las arenas en sus pies,

multitud de libros en los estantes,

cajas aún desordenadas

y algunos cuadros sin colgar.

Quisiera pintarla en azul

con tus ojos puestos en ella,

porque en esta casa tuya y mía

faltan detalles todavía:

la palabra de tus labios,

el murmullo de tu pelo,

tus pasos sobre las losas,

que tú vengas a ella

con la alegria de tu verbo,

tus manos cálidas en sus anillos de plata,

tu nombre rotundo por las paredes,

en el mástil de tu cuerpo

navegar los dos por sus rincones. 

Juana Rios







Amar y soñar,
dos ejercicios de libertad absoluta.
Viajar, navegar, volar,
adentrarse en los mares.




- Jose Lobo -





Mientras tú duermes
yo te sueño y te velo.
Mientras amaneces
yo te escribo.
Si algo
te inquieta en algún momento,
no temas,
soy yo quien me acerco
sigiloso a arroparte
que tu piel nunca sienta frío,
besarte con dulzura la frente
rozar unos segundos tus labios
entreabrir un poco la ventana
para que sepas que he estado
y al despertar
puedas escuchar cantar los pájaros.


Baudelaire




Perfume exótico

Cuando entorno los ojos bajo el sol otoñal
Y respiro el aroma de tu cálido seno,
Ante mí se perfilan felices litorales
Que deslumbran los fuegos de un implacable sol.
Una isla perezosa donde Naturaleza
Produce árboles únicos y frutos sabrosísimos,
Hombres que ostentan cuerpos ágiles y delgados
Y mujeres con ojos donde pinta el asombro.
Guiado por tu aroma hacia mágicos climas
Veo un puerto colmado de velas y de mástiles
Todavía fatigados del oleaje marino,
Mientras del tamarindo el ligero perfume,
Que circula en el aire y mi nariz dilata,
En mi alma se mezcla al canto marinero. 

23 abril 2015

Mª Carmen Gallego.

Aromas de ilusiones.



Con la maleta llena de sueños
subiré al tren de la esperanza.
Bordaré un nuevo destino,
pintando sonrisas al viento.
Disfrazaré un tiempo nuevo
con luces de colores.
Llenaré el frasco de la vida
con aromas de ilusiones.
Atrás quedaron los días
sembrados entre dunas
y huellas de un desierto
que nunca florece.



Eloy Sánchez Rosillo








La luz

     No se puede prever. Sucede siempre
cuando menos lo esperas. Puede pasar que vayas
por la calle, deprisa, porque se te hace tarde
para echar una carta en correos, o que
te encuentres en tu casa por la noche, leyendo
un libro que no acaba de convencerte; puede
acontecer también que sea verano
y que te hayas sentado en la terraza
de una cafetería, o que sea invierno y llueva
y te duelan los huesos; que estés triste o cansado,
que tengas treinta años o que tengas sesenta.
Resulta imprevisible. Nunca sabes
cuándo ni cómo ocurrirá.
                                                     Transcurre
tu vida igual que ayer, común y cotidiana.
"Un día más", te dices. Y de pronto,
se desata una luz poderosísima
en tu interior, y dejas de ser el hombre que eras
hace sólo un momento. El mundo, ahora,
es para ti distinto. Se dilata
mágicamente el tiempo, como en aquellos días
tan largos de la infancia, y respiras al margen
de su oscuro fluir y de su daño.
Praderas del presente, por las que vagas libre
de cuidados y culpas. Una acuidad insólita
te habita el ser: todo está claro, todo
ocupa su lugar, todo coincide, y tú,
sin lucha, lo comprendes.

                                                      Tal vez dura
un instante el milagro; después las cosas vuelven
a ser como eran antes de que esa luz te diera
tanta verdad, tanta misericordia.
Mas te sientes conforme, limpio, feliz, salvado,
lleno de gratitud. Y cantas, cantas.
 

Angel González





Breves acotaciones para una biografia.


Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo,
pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto. 

22 abril 2015

José Agustín Goytisolo






En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado

tan sólo por amar
la libertad. Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio. ¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.



(José Agustín Goytisolo. Del libro "Algo sucede". 1968)

PABLO NERUDA









Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en si mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con desconocidos.

Muere lentamente quien evita una pasión
Y su remolino de emociones,
Aquellas que rescatan el brillo en los ojos
y los corazones decaidos.

Muere lentamente quien no cambia de vida cuando está insatisfecho con su trabajo o su amor,
Quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite al menos una vez en la vida huir de los consejos sensatos…
¡Vive hoy! - ¡Haz hoy!
¡Ariesga hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡No te olvides de ser feliz!


Amalia Bautista

 





A Dieta


Me acosté sin cenar, y aquella noche
soñé que te comía el corazón.
Supongo que sería por el hambre.
Mientras yo devoraba aquella fruta,
que era dulce y amarga al mismo tiempo,
tú me besabas con los labios fríos,
más fríos y más pálidos que nunca.
Supongo que sería por la muerte.

Fernando Luis Perez Poza.









EN ESTA TARDE DE MELANCOLÍA

En esta tarde de melancolía
me pregunto qué puedo ser.
La verdad es que hay varias alternativas.

Puedo ser ladrón, político, asesino,
corrupto y disfrazarme con corbata
y guante blanco para que nadie lo note,
aunque eso ya da igual,
solamente los más tontos
se pudren en la cárcel
y yo soy demasiado inteligente.

Puedo abrir el facebook
y hacerme ecologista, solidario,
ultra defensor de la mujer,
protector de animales desvalidos,
y llenar la red de mensajes
que ni San Jesucristo sería
capaz de obviar o imaginar.

Puedo afiliarme, también,
a cualquier ismo o etiquetar
a todos en mis fotos,
como si estuvieran elípticos
y así se puedan morir tranquilos
acribillados a me gustas
y emoticones de luz
que los demás me dirigen
por esa cuestión de empatizar.

No sé, podría ser o hacer tantas cosas,
pero no quiero, me conformo con ser poeta
aunque al final me tenga que comer los libros
con las pastas incluídas en el menú.
¿Qué me puede suceder?
¿Qué el médico me diagnostique
un empacho de tinta y diccionario
y un psiquiatra que está loco
me induzca a comprender la realidad?

En fin, perdonen este lapsus,
hoy ni tan siquiera me sabe bien
"ese té lleno de tarde", como decía Vallejo,
y que se puede tomar uno de vez en cuando
si el otoño te deja ya tirado
antes de que caiga la primera hoja.


-Denizé Lauture-






Miles de balas
han atravesado
el pecho del pájaro.
Pero aún vuela,
vuela no con demasiada esperanza
¡Pero vuela...!
¡Quién sabe!
Algún día, en algún lugar del bosque
quizá aparezca un ser,
un ser inesperado
y llorará, llorará
sinceramente
sobre las heridas...