29 abril 2016

Asunción Caballero.





Luna y Sol



Otra vez se desgarró la luna.
El vértice de las cejas
se ha caído por el acantilado
de unos ojos que se niegan a ver.
Mañana saldrá el sol
o eso dicen.
Se esconderán las brumas
en los rincones,
y el polvo se posará de nuevo
sobre las cicatrices de las tripas.
Sin embargo hoy
las sombras oscurecieron la melodía
y los pájaros madrugadores
abandonaron su trinar en los nidos.
Los gatos callejeros,
maullaron en mis neuronas
y el sol,
durmió durante horas
para no pensar en ti.

Miguel Angel Pérez Cordero




SER AMADO


Me he llevado todos los pitidos
por estar evocándote
en los semáforos en rojo
que ya cambiaron a verde.
Se me han colado en la caja del súper
infinidad de personas
mientras te estaba
pensando ensimismado.
En la consulta del médico
siempre se me pasa el turno
porque no oigo mi nombre,
debido al sonido envolvente
que hacen mis recuerdos de ti.
Todo para llegar a la conclusión
de que ser amado es...
existir también dentro de otra vida,
existes en mí.



AL-M.A.

28 abril 2016

Monica Mera






Llueve y no llueve
moja y no moja
pero persiste. gotea, perfora,
da chuchos de frío y demora,
detiene y salpica y molesta,
la lluvia es persistente
como.la palabra
un arma letal,
tantas veces bendita
como molesta,
las lluvias de palabras
de los que por no entender
dicen, o por no pensar
repiten,
opinan las bocas
como la tormenta
todo lo cubren y lo.llevan
Y sucede como un fenómeno
Atmosférico asi de imprevisto
Aguas y dichos inesperados
mojan y mojan
en el lugar menos pensado.



Rafael Alberti






Alguien barre
y canta
y barre
(zuecos en la madrugada).
Alguien
dispara las puertas.
¡Qué miedo,
madre!
(¡Ay, los que en andas del viento,
en un velero a estas horas
vayan arando los mares!)
Alguien barre
y canta
y barre.
Algún caballo, alejándose,
imprime su pie en el eco
de la calle.
¡Qué miedo,
madre!
¡Si alguien llamara a la puerta!
¡Si se apareciera padre
con su túnica talar
chorreando!…
¡Qué horror,
madre!
Alguien barre
y canta
y barre. 



27 abril 2016

Carlos Pujol








Después de muchos años...



Después de muchos años
de tanta agitación,
querer y no querer,
la soledad de las palabras deja
como un frío de invierno.
Con esta compañía
mido mis lentos pasos por las calles
que siempre van a dar a la muralla.


Pedro Javier Martín Pedrós.





Canto tardes llenas de luz,
trituro sueños libertinos,
escondo pasiones irreverentes,
disfruto en la experiencia de lo prohibido.
Me hago noche para acurrucarme
en tu mirada.
Tus andares buscan la presunción de inocencia,
pasa la brisa a mi lado
viaja vacía.
Reivindico el ungüento de la frescura,
Y …
Llueve en mi almohada.



Pedro Javier Martín Pedrós.
De: Huellas de agua 

Carmen Maroto




Se abrirán las historias
a nuestro favor,
vendrán
a devolvernos las derrotas,
acudirán fieles
a su misión
de llevarnos a otro lugar
que se llore menos.





Obra Sara Riches



26 abril 2016

EMILIA GARCIA RAMIRO





Mi imaginación,
perfila tu rostro,

Mis manos,
recorren,
tu cuerpo invisible.

Me dejo llevar….
me desnudas,
me haces tuya.

una,
y otra vez.

Me besas,
me hueles,
me saboreas…

Abres mis sentidos
y estremezco de placer.

Te hare mio…
desde la imaginación y el deseo.





- Julio Cortázar.








Si de tu boca no sé más que la voz
y de tus senos sólo el verde o el naranja de las blusas,
cómo jactarme de tener de ti
más que la gracia de una sombra que pasa sobre el agua.
En la memoria llevo gestos, el mohín
que tan feliz me hacía, y ese modo
de quedarte en ti misma, con el curvo
reposo de una imagen de marfil.
No es gran cosa ese todo que me queda.
Además opiniones, cóleras, teorías,
nombres de hermanos y de hermanas,
la dirección postal y telefónica,
cinco fotografías, un perfume de pelo,
una presión de manos pequeñitas donde nadie diría
que se me esconde el mundo.
Todo lo llevo sin esfuerzo, perdiéndolo de a poco.
No inventaré la inútil mentira de la perpetuidad,
mejor cruzar los puentes con las manos
llenas de ti
tirando a pedacitos mi recuerdo,
dándolos a las palomas, a los fieles
gorriones, que te coman
entre cantos y bullas y aleteos.




25 abril 2016

Begoña Abad




Yo no entiendo de fronteras,
tu piel es una continuación de la mía,
descalza me encamino a derribar las tuyas,
sin guerra, sin hacer prisioneros,
con las manos llenas de paz y los ojos cerrados

que te permitan abrir los tuyos sin miedo.

Jorge Luis Borges






Las cosas
    El bastón, las monedas, el llavero,
    La dócil cerradura, las tardías
    Notas que no leerán los pocos días
    Que me quedan, los naipes y el tablero,
    Un libro y en sus páginas la ajada
    Violeta, monumento de una tarde
    Sin duda inolvidable y ya olvidada,
    El rojo espejo occidental en que arde
    Una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
    Láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
    Nos sirven como tácitos esclavos,
    Ciegas y extrañamente sigilosas!
    Durarán más allá de nuestro olvido;
    No sabrán nunca que nos hemos ido.

22 abril 2016

Ana García Briones






Hay llamaradas
de ilusiones,
ausentes de cordura,
que desembocan
en la incertidumbre
y en la urgencia
de seguir muriendo
en los cimientos rotos
de la utopía.


Del libro: Partos de luz 

Iván Rojo




LA FELICIDAD


Iba por ahí dando tumbos
cuando, de pronto, en un escaparate
de Colón,
deslumbrante, majestuosa:

La Felicidad.
Era hipnótica, hechizante.
Me llamaba,
me cantaba como una sirena.

Era un imán.
No pude resistirme.
Me acerqué,
miré el precio al pie del maniquí.

Hice cuentas. Podía permitírmelo.
Entré en la tienda.
Cientos de personas
se movían sin descanso de aquí para allá.

Después de unos cuantos tropezones
localicé a una dependienta.

Me abrí paso hasta ella.
Por favor,
le dije,
quisiera esa Felicidad del escaparate.

¿Talla?
No sé.
¿Es para ti?
Sí.
Entonces una M. Voy a ver.
La chica se perdió entre el gentío.
Pasaron cinco, diez minutos;
pensé que se había olvidado de mí.

Entonces volvió con la Felicidad.
Ha habido suerte,
dijo con una sonrisa profesional:
la última mediana.

Estupendo.
El probador está al fondo.
Me dirigí hacia allí
con la Felicidad en mis brazos.

Qué tacto tan sublime.
Qué suavidad.
Qué sutileza.
Así debía de ser la piel de Dios.

Entré ilusionado en el probador
y empecé a ponérmela,
con ansia, con emoción.

Cuando hube terminado
me miré en el espejo
y contemplé un espectáculo lamentable.

Las mangas
me quedaban cortas,
las perneras largas,
y sin embargo el tiro
me aplastaba los huevos sin compasión.

Quise darme la vuelta
para ver qué tal de espaldas
y la sisa se desgarró
bajo mi axila derecha.

Qué desastre.
Yo creía que la Felicidad era otra cosa,
joder,
algo de mayor calidad.

Me quité aquel andrajo
sintiéndome levemente decepcionado,
y salí del probador.

Cuando iba a devolverle la Felicidad
a la chica fui abordado por un tipo
con mirada de loco
inquietantemente parecido a mí.

¿No te la llevas?,
me preguntó como ido.

No,
respondí.

Sin mediar más palabras
me la arrebató de las manos.




21 abril 2016

Edgar Allan Poe







Solo
    Desde mi hora más tierna no he sido
    Como otros fueron, no he percibido
    Como otros vieron, no pude extraer
    Del mismo arroyo mi placer,
    Ni de la misma fuente ha brotado
    Mi desconsuelo; no he logrado
    Hacer vibrar mi corazón del mismo modo
    Y, si algo he amado, lo he amado solo.

    Entonces, en mi infancia, en el albor
    De una vida tormentosa, del crisol
    Del bien y el mal, de su raíz misma
    Surgió el misterio que aún me abruma:
    Desde el venero o el vado,
    Desde el rojo acantilado,
    Desde el sol que me envolvía
    En otoño con su pátina bruñida,
    Desde el rayo electrizante
    Que me rozó, seco y rasante,
    Desde el trueno y la tormenta,
    Y la nube suave y clara
    Que, en el cielo transparente,
    Formó un demonio en mi mente
    .

Uberto Stabile









Dice Gillespie

Dice Gillespie que la muerte no es lo peor
que no es el dolor la mejor escuela
ni el hambre nos convierte en héroes.
Dice Gillespie
que nos son más fuertes quienes más pueden
que lo son quienes más resisten
quienes de la derrota levantan victorias.
Dice Gillespie
que lo más peligroso no es el peligro
que lo más peligroso es la seguridad
con la que eludimos diariamente el peligro.
Dice Gillespie
que no es un hombre acabado
que es un hombre que está acabando
que nunca el final sustituye al fin,
porque en realidad,
dice Gillespie
que le dijo Parker
que le contó Cortazar
que en lugar de hacer el amor
ya va siendo hora
de que el amor nos haga.  

20 abril 2016

Gioconda Belli





COMO TINAJA


En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
en mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
y el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.

Angel Guinda -









ESCRIBIR -

Si me quitan la palabra escribiré con el silencio.
Si me quitan la luz escribiré en tinieblas.
Si pierdo la memoria me inventaré otro olvido.
.
Si detienen el sol, las nubes, los planetas, me pondré a girar.
Si acallan la música cantaré sin voz.
Si queman el papel, si se secan las tintas,
si estallan las pantallas de los ordenadores,
si derriban las tapias, escribiré en mi aliento.
Si apagan el fuego que me ilumina
escribiré en el humo.
Y cuando el humo no exista
escribiré en las miradas que nazcan sin mis ojos.
Si me quitan la vida escribiré con la muerte.

.

'18 poemas. Antología breve' (Lastura, 2013)



19 abril 2016

Faustino Lobato Delgado





TRANSEUNTES



Nos volvimos a besar, y la caricia destapó,
libre de amarres, los demonios de la pasión.
Un rito peligroso, sin igual.

Todo se volvió nada, feliz vacío,
en esa danza, limpia, vertiginosa

de los cuerpos, pendientes de la sombra.

Los ruidos, fecundaron otros ruidos
en ese torbellino, límpido, de caricias
donde la piel, perfecta, se hizo agua
y las manos ciegos transeúntes

agarrados al alma.

Antonio Machado




Si yo fuera poeta
galante, cantaría
a vuestros ojos un cantar tan puro
como en el mármol blanco el agua limpia.
y en una estrofa de agua
todo el cantar sería:
"Ya sé que no responden a mis ojos,
que ven y no preguntan cuando miran,
los vuestros claros, vuestros ojos tienen
la buena luz tranquila,
la buena luz del mundo en flor, que he visto
desde los brazos de mi madre un día"





18 abril 2016

José Hierro







Luz de tarde
    Me da pena pensar que algún día querré ver de nuevo
    Este espacio,
    Tornar a este instante.
    Me da pena soñarme rompiendo mis alas
    Contra muros que se alzan e impiden que pueda volver
    A encontrarme.

    Estas ramas en flor que palpitan y rompen alegres
    La apariencia tranquila del aire,
    Esas olas que mojan mis pies de crujiente hermosura,
    El muchacho que guarda en su frente la luz de la tarde,
    Ese blanco pañuelo caído tal vez de unas manos,
    Cuando ya no esperaban que un beso de amor las rozase.

    Me da pena mirar estas cosas, querer estas cosas, guardar
    Estas cosas.
    Me da pena soñarme volviendo a buscarlas, volviendo a buscarme,
    Poblando otra tarde como esta de ramas que guarde en mi alma,
    Aprendiendo en mí mismo que un sueño no puede volver
    Otra vez a soñarse.


Isabel Miguel






LA CITA


Es frecuente que anuncie
su llegada con tiempo
y que, como una novia,
demore su presencia.

Es frecuente, ya digo,
que se abunde en detalles
que muestren uno a uno
su cercana venida.

Como novia presume
para que la contemplen
y mostrar, paso a paso,
su poder y miseria.

Encadena los signos
en su marcha imparable,
inexorable y lenta.

Avanza.
Ven.
Avanza.

Si ha de llegar la cita,
no prolongues el daño
ni lo destruyas todo.

Avanza.
Ven.
Te espera.

16 abril 2016

Alicia Millán










la nieve me cae encima
se deshace, no se posa

-no puedo ser un tejado-
será porque él me dijo
tienes el cuerpo blanco

y caliente



A.M. "poemas sin lugar"


Luis Hervás Cuartero




DESTINO


Ayúdame a abrir los ojos
a esta tarde que se pierde en sombras,
vertical el aire en su huida,
oblicuo el vuelo del adiós
de pájaros tristes
que ya no veremos mañana.
Ven a ser mi lazarillo
en esta noche que ahoga mis sentidos.
Toma mi mano, da pasos que no alejen
esta vaga esperanza,
respira por mí,
llévame a donde quiera tu destino.





15 abril 2016

Blanca Andreu






Hasta nosotros la infancia de los metales raros...
                                        Corónate, juventud, de una hoja más aguda
                                                                                                Saint-John Perse

Hasta nosotros la infancia de los metales raros,
la muchedumbre de la plata que nos pudre en su espuma,
su larga espuma larga como una cinta que naciera en un
          cuaderno de Back el Joven
Y viniera a morir aquí,
en las aves que anidan en los discos,
mientras Rainer María ya no es tan joven como en la
          página 38,
no es ni siquiera un joven muerto,
un infante difunto sin pavana,
y yo lo sé,
y no desfallecemos entre sexos cerrados como libros
          cerrados,
pero desfallecemos,
yo me desmayo,
tú te desvaneces,
él siente un ligero mareo sin llegar a la náusea
escrita o no escrita.
Ay, bostezamos ante tazas de azul de metileno,
aspiramos con aire distante el amoníaco,
nos hastiamos frente al alto sonido del vitriolo,
nos coronamos de veronal,
pues no encontramos hoja más aguda.

Mi hermano busca el cetro de mil alas de Heliogábalo,
aquellos niños prefieren la tiara papel,
y estos pequeños cíclopes enfermos del pulmón
que bajan de autobuses o de la marihuana,
y son hermosos como hermafroditas,
se coronan con cipreses de silos color vino:
no han encontrado un árbol más agudo.
Pero qué más da, el vaivén de sus cuerpos es vano y
           terrible,
y en absoluto excesiva la droga seria que se teje en la
           sangre,
las inyecciones de grave savia,
el hierro y el mercurio en las arterias haciendo de
           armadura y filtro,
el casco negro y la zarza negra de ningún caballero andante.

Como en mi medieval historia,
cuando ardían las piedras colegiales
para las brechas en la frente
y el cuerpo me dotaba de opio recién nacido,
la hora propia nos confunde,
nos hace himnos o hijos del antiguo caballo mitológico
y de una niña triste con la vena extendida,
de una aguja levantada por nieve increíble,
por amarillo de palomas persas:
                                           hablemos de los caballos padres,
hagamos alusión a los cascos secretos que nos darán la paz
y a las bridas ningunas,
a las futuras crines delicadamente angustiadas,
hablemos de los caballos padres que nos traerán la
        muerte y de la luna de anfetamina,
hablemos de la vena madre que nos traerá la dicha del fin,
hablemos de la virgen bebida extrema,

no hablemos sino del litoral y las vertientes de la locura
que posee a los hombres en los parques y ordena,

sino del puñalito que coronará la arteria coronaria como
         diadema suma
con la hoja infantil del metal más raro y más agudo del
         mundo.

"De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall"1980

Fathi Abderrahman










Hoy me siento en la esquina de tus deseos
para saciar de sueños mis otoños.
Hoy he decidido ausentarme de tus besos
para caminar de nuevo hacia tus locuras.
Hoy desarmé tus rizos, mis nostalgias,
para someter mi vanidad a tus antojos.





14 abril 2016

Jaime Sabines






La luna
    La luna se puede tomar a cucharadas
    O como una cápsula cada dos horas.
    Es buena como hipnótico y sedante
    Y también alivia
    A los que se han intoxicado de filosofía.
    Un pedazo de luna en el bolsillo
    Es mejor amuleto que la pata de conejo:
    Sirve para encontrar a quien se ama,
    Para ser rico sin que lo sepa nadie
    Y para alejar a los médicos y las clínicas.
    Se puede dar de postre a los niños
    Cuando no se han dormido,
    Y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
    Ayudan a bien morir.

    Pon una hoja tierna de la luna
    Debajo de tu almohada
    Y mirarás lo que quieras ver.
    Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
    Para cuando te ahogues,
    Y dale la llave de la luna
    A los presos y a los desencantados.
    Para los condenados a muerte
    Y para los condenados a vida
    No hay mejor estimulante que la luna
    En dosis precisas y controladas.