27 febrero 2015

Carlos Ruiz.






INFARTO

Vengo de la noche mas oscura,
de la noche que termina con el tiempo.
He sentido el final de los finales
y no era un sueño.
Vengo de la noche mas oscura,
de la noche que termina con la vida.
Abro los ojos incredulo,asustado..
una voz de mujer me da la bienvenida,
su mano aprieta con ternura mi corazon cansado,
sus labios me regalan una sonrisa satisfecha,
y el brillo de sus ojos ,,,,la luz que me faltaba.
Una lagrima furtiva se desliza por mi cara.
Es la forma mas humilde de decirte gracias.
La oscuridad me conducia a la muerte....
la luz me esta llenando de vida.
Me has regalado la mejor primavera.
Y al principio y al final.....
siempre hay una MUJER:




Para la medico que me salvo la vida y no quiso cobrarmela.Siempre estare en deuda con ella.

Eva Muñoz Senarriaga



  1. Son tus huellas
    las únicas huellas limpias,
    huellas que nacieron para levitar
    y adentrarse en el oasis de un susurro
    sin que mi boca supiera de su presencia;
    son mis huellas
    las únicas huellas limpias,
    huellas que nacieron para levitar
    y fundirse en un abrazo silencioso
    ... para traerme tu latir en escalofrío;
    son tus huellas y las mías
    las únicas huellas con dueño...
    huellas cansadas de pisar el vacío
    y pertenecer a eternos paseantes caducos.

Eduardo Galeano





Los nadies



Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.


Juan Risueño Lorente







HOMO SUM


No pides perdón,
y no giro el reloj de arena.

Todo se ha detenido......
….........................mi mano
aprieta el tallo de la rosa.

Gioconda Belli






Como TinajaEn los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
en mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
y el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.

26 febrero 2015

Domingo Socorro Cabrera







NOSOTROS


Nosotros, a los que proteger sueños
nos va la vida,
a los que mitológicamente
nos desgranamos en cereales y pan,
y recogemos migajas, deshielos,
cáscaras y podredumbre,
retórica, resacas y demás ponzoñas
de tribunas, atriles y santuarios
e incendiamos el aire vacío
de sus ridículos cubos,
nosotros, los sumergidos,
los que, con rezones despuntados,
terminaremos pronto
el ciclo definitivo de la vida,
queremos pintar estrellas.





La noche estrellada - Van Gogh - 1889

Gabriela Mistral


Apegado a mí
 Velloncito de mi carne
que en mis entrañas tejí,
velloncito tembloroso,
¡duérmete apegado a mí!La perdiz duerme en el trigo
escuchándola latir.
No te turbes por aliento,
¡duérmete apegado a mí!Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo hasta al dormir.
No resbales de mi pecho,
¡duérmete apegado a mí!




Eladio Orta,



Bajé a la pleamar
a acariciar con mis manos
el


agua.
La probé.
y estaba salada

25 febrero 2015

Abderrahman El Fathi




Hoy me enteré:

Los taxis de mi ciudad llevan taxímetro,

Mis distancias tenían precio,

Y yo sin enterarme

Blas de Otero






En el nombre de España, paz



En el nombre de España, paz.
El hombre
está en peligro. España,
España, no te
aduermas.
Está en peligro, corre,
acude. Vuela
el ala de la noche
junto al ala del día.
Oye.
Cruje una vieja sombra,
vibra una luz joven.
Paz
para el día.
En el nombre
de España, paz.


Marwan








Propuesta para reducir la ansiedad

¿ Y si en lugar de querernos tanto
probamos a querernos bien?

Uberto Stabile,




Trece pruebas de amor y un vampiro



Tiene la piel sedienta, tiembla caundo me mira y es consciente de su





ridículo mientras habla sin decir lo que pasa.


Intentará que yo le abandone con tal de no reconocer que su amor ha muerto.


Cuando mira el paisaje en el que yo habito, tan sólo alcanza a ver una roca desierta en mitad del océano.


Tiene tanto miedo a su inocencia que se declaría culpable de cualquier crimen que no hubiera cometido.


Lo más hermoso y humano que posee, es su propio miedo a parecer

tan frágil como en realidad es.


Siempre que me llama es para decirme adiós, y cada vez que

tenemos que separarnos llora como un niño desconsolado.


Vivimos lo mejor de nuestras vidas en un momento, nos hacemos


eternos en un instante, y el mundo nos parece un planeta lejano,


cuando abrazados somos dueños de nuestro fugaz destino.


Ese amor secreto, prohibido, imposible, en su locura, su fe ciega, es

más puro e intenso que todo el amor que puedan acumular las


caricias de una vida compartida.


Ninguna sombra ha brillado tanto como la sombra en la que, por


amor, he sido confinada.


Tiene sus ojos las palabras justas.


Si él habla de amor lo haría sin nombrar el amor, a una mujer esa


palabra no le duele pronunciarla.


Sé que no es azul el mar cuando se encierra en un vaso de cristal,


que la luna no siempre es blanca, ni la luz de las estrellas eterna, y


aún así prefiero creerte; sus mentiras no son menos ciertas y hacen


más hermoso este infierno.


Como el viento que precede a la tormenta y agita las finas acacias,


como el intenso olor de la tierra mojada, como un barco a la deriva,


así es mi amor. El deseo que me conmueve.


el vampiro:


Quién pudiera contigo llorar esta pasión, empuñar una lágrima y


disparar sobre Dios.

Isabel Rezmo






TITULO: L

Lágrimas.
Legión adorable de ictus profanos.
Litigio entre las ondas concurridas de inquietud volcánica.
Longitud eterna entre diámetros opuestos.
Luna de abril descarada en el frío pétreo de las curvas.





24 febrero 2015

Olga Orozco




Entre perro y lobo

Me clausuran en mí.
Me dividen en dos.
Me engendran cada día en la paciencia
y en un negro organismo que ruge como el mar.
Me recortan después con las tijeras de la pesadilla
y caigo en este mundo con media sangre vuelta a cada lado:
una cara labrada desde el fondo por los colmillos de la
     furia a solas,
y otra que se disuelve entre la niebla de las grandes manadas.

No consigo saber quién es el amo aquí.
Cambio bajo mi piel de perro a lobo.
Yo decreto la peste y atravieso con mis flancos en llamas
las planicies del porvenir y del pasado;
yo me tiendo a roer los huesecitos de tantos sueños
     muertos entre celestes pastizales.
Mi reino está en mi sombra y va conmigo dondequiera que vaya,
o se desploma en ruinas con las puertas abiertas a la
     invasión del enemigo.

Cada noche desgarro a dentelladas todo lazo ceñido al corazón,
y cada amanecer me encuentra con mi jaula de obediencia en el lomo.
Si devoro a mi dios uso su rostro debajo de mi máscara,
y sin embargo sólo bebo en el abrevadero de los hombres
un aterciopelado veneno de piedad que raspa en las entrañas.
He labrado el torneo en las dos tramas de la tapicería:
he ganado mi cetro de bestia en la intemperie,
y he otorgado también jirones de mansedumbre por trofeo.
Pero ¿quién vence en mí?
¿Quién defiende de mi bastión solitario en el desierto, la sábana del sueño?
¿Y quién roe mis labios, despacito y a oscuras, desde mis propios dientes?




Los juegos peligrosos 
Ed Losada

Gabriel Garcia Marquez





Si alguien llama a tu puerta,

amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa se desangra el día.
Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía.
Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.

Joan Brossa


Fin del ciclo

Las hojas caídas obstruyen el camino.
Imagino que soy el que no soy.
Aquí me estoy muy quieto.
Procuro no moverme
y ocupar el mínimo espacio.
Como si ya no estuviese allí.
El silencio es el original,
las palabras son la copia.

Versión de Carlos Vitale

Debora Pol


Retira de mi corazón el puñal...

Retira de mi corazón el puñal,
Que quiero curar la herida.
Limpiar con mis lagrimas la sangre
Que fluye caliente sobre mi pecho,
aunque yo la sienta fría.

Pues estoy agonizando de amor por ti.
y con el alma en carne viva.

Desangrándome en ternuras,
Sobre una diastole vacía.
por culpa de esa puñalada atravesada,
que tu me clavaste en el pecho.
Oculta en una caricia.

Es por culpa de tus ojos,
es que estoy tan malherida.

Dame amor....
una sola de tus pestañas,
para poder frenar la herida.

Pues estoy...
agonizando de amor por ti.
Tendida sobre un campo de planetas quietos.
Con dos lunas ahumadas por retinas.
Dejando de par en par mi pecho abierto.
y dentro de el a las golondrinas de cristal,
que robaron nuestros besos.

Date prisa amor.
y dame una sola de tus pestañas,
para poder cortar la herida.
Pues estoy agonizando de amor por ti.
y con el alma en carne viva.

Retira el puñal ¡Alma mía!.
Que me falta y el aliento.
Retira de mi corazón ese puñal
porque me muero.

Muero de amor por ti.
Con el alma encharcada por la herida,
Aquella que tu me hiciste
Cuando clavaste  con saña dentro del pecho
un puñal. disfrazado de un te quiero.
De un te quiero incrustado,
como lagrima dentro de la garganta.
Un te quiero de fuego,
Que perforo mis sentires como un taladro de hielo.

Corre amor...

Retira de mi corazón el puñal,
Que quiero curar la herida.
Que me duelen los latidos...
como si fueran las coces de un caballo de humo
contra la mandíbula de un niño.

O pon. sobre el campo santo de los eclipses,
Una cruz. hecha con flores secas
Donde quede, mi nombre escrito a fuego.
Con toda la sangre que derrame,
Sobre mi pecho abierto.
Y que mi cuerpo desprovisto de toda vida
sea un lago donde naden las alondras
y beban los enamorados.
Hasta que dejen mi vientre vació.
y mi sentir sea...
Un campo de lunas ocultas,
en la retina rasgada de Cupido.

Y déjame ser....
Una hoja movida por el viento.

Pero saca pronto de mi corazón herido.
ese puñal,que no es de acero.
Ni tiene el filo oxidado de los tiempos
de las reyertas.
Ni la hoja carcomida,
de haber dormido junto a la tumba de un bandolero.
Es una rosa que tu me clavaste,
Mientras yo dormía sobre tu espalda morena.

Muerta de amor por ti...
Tendida sobre las sabanas bermeyas.
que yo misma teñí,
con la sangre que mana de mi pena abierta.
Como si fuera una fuentecilla,
de cuyo caño fluye mi amargura negra.


Debora pol.

23 febrero 2015

Esperanza Medina Martínez




CARTA ABIERTA

Dime que me calle
y yo,

que no pretendo otra cosa que tus ojos
enmudeceré dócil,
olvidaré los signos de las letras,
esconderé los lápices,
dedicaré mis manos a tareas
finitas, cotidianas…
Pero dime que vuele y te recree,
que preñe la palabra
de susurros, cosquillas, sensaciones…
de promesas, de lágrimas,
y dejaré
vacía mi despensa,
solitaria mi casa,
para que quepan dentro, sonrientes,
los nombres de los hombres
a los que nadie llama.
No sé cómo nombrarte,
pero sé que me escuchas,
que me hablas…
(situado justo frente a estas palabras). 

Leopoldo María Panero





Infierno y paraíso
                                            «allá estará también la castañera
                                                                                     de ocho pares,
       y el humo de los céntimos, y el vaho en los bolsillos»
                             Leopoldo Panero "Escrito a cada instante"

       Pero no sólo los mendigos, padre, van al paraíso
       van también aquellos que aun más asco dan
también estos mendigos del ser que acezan
a la puerta del manicomio
esas caricaturas humanas, tal como esta
que Alicia se piensa en el
                                            jardín no
                      humano de las flores
     y quisiera destruir el universo
     porque si hay algún monstruo, éste es la desgracia
     y la única injusticia que existe es la injusticia evidente
     y si hay alguna moral, ésta es la moral del desastre.

"Guarida de un animal"


Almudena Guzmán






Sentado en una roca,
entre el azul del cielo
y el azul de mar,
el hombre de Neandertal
hacía recuento
pero no le salían las cuentas.
Mi cerebro es más grande
que el del Homo sapiens,
he corrido y cazado tanto como él
y en vez de robar al amigo enfermo,
su práctica habitual,
le he abrigado con mis mejores pieles.
En algo he fallado,
se lamentaba el hombre
de Neandertal,
el primer justo entre los justos.

El primer perdedor de la Tierra.

22 febrero 2015

Teresa Torres










Salgo a respirar, a buscarte entre las olas que estallan
y se hacen dueñas de los farallones de mis costas.
El aire está lleno de la salina de tu boca...
y me aprovisiono los pulmones, la saliva...los dedos...
para días de sed y retroceso,
porque me aterra la caprichosa sorna del mar y el viento.


21 febrero 2015

Poetas andaluces, El viaje definitivo, Juan Ramón Jiménez

Isabel Miguel





 MIRADAS


Más allá de tu cuerpo, tu mirada
como un sedal de luz se me prendía
atrapando mi ser y lo atraía
siendo presa por ti, así acotada.

Más allá de tu cuerpo, tu mirada
despojaba de mí cuanto sentía,
desnudo mi interior a ti emergía
y era sexo en sazón a tu llamada.

Ahora soy viva llama cuando miras
mis ojos que te miran y te abrasan;
vivo el soplo de aire en que suspiras,

el goce en que los cuerpos se acompasan
y el vértigo febril en que me giras
mientras tus ojos por los míos pasan.



Pedro Salinas





Pregunta más allá


¿Por qué pregunto dónde estás,
si no estoy ciego.
si tú no estás ausente?
Si te veo
ir y venir,
a ti, a tu cuerpo alto
que se termina en voz,
como en humo la llama,
en el aire, impalpable.

Y te pregunto, sí,
y te pregunto de qué eres,
de quién;
y abres los brazos
y me enseñas
la alta imagen de ti
y me dices que mía.
Y te pregunto, siempre.


Octavio Paz

Central Park


    Verdes y negras espesuras, parajes pelados,
    río vegetal en sí mismo anudado:
    entre plomizos edificios transcurre sin moverse
    y allá, donde la misma luz se vuelve duda
    y la piedra quiere ser sombra, se disipa.
    Don´t cross Central Park at night.

    Cae el día, la noche se enciende,
    Alechinsky traza un rectángulo imantado,
    trampa de líneas, corral de tinta:
    adentro hay una bestia caída,
    dos ojos y una rabia enroscada.
    Don’t cross Central Park at night.

    No hay puertas de entrada y salida,
    encerrada en un anillo de luz
    la bestia de yerba duerme con los ojos abiertos,
    la luna desentierra navajas,
    el agua de la sombra se ha vuelto un fuego verde.
    Don’t cross Central Park at night.

    El espejo es de piedra y la piedra ya es sombra,
    hay dos ojos del color de la cólera,
    un anillo de frío, un cinturón de sangre,
    hay el viento que esparce los reflejos



    de Alicia desmembrada en el estanque.
    Don’t cross Central Park at night.

    Abre los ojos: ya estás adentro de ti mismo,
    en un barco de monosílabos navegas
    por el estanque-espejo y desembarcas
    en el muelle de Cobra: es un taxi amarillo
    que te lleva al país de las llamas
    a través del Central Park en la noche.


20 febrero 2015

Ana García Briones. Copyright ©





En el bolsillo
de mis inviernos,
dejo un hueco
para
encontrar
el

alma.

Hélène Laurent






Un día
que deambulaba
como marioneta de hilos invisibles
sentí el latir de un corazón extraño
retumbar en mis oídos.
Una fuerza desconocida
empujaba mi cuerpo a seguir su camino.
Pero una bofetada de viento
y el crujir de la hoja muerta
bajo mi pie,
me recordaron que estaba viva.

Del libro: A tu encuentro.
Colección: Poesía en la distancia

No más violencia !!


Marwan


Entre nosotros

siete paradas de metro
treinta y cinco minuto
y diez calles.
Te llamo
y marco en el teléfono
el número de besos que caben en tu cuerpo.


© Debora Pol.






Oda al sueño:


El sueño es el único momento.
En el que vida y muerte
se unen en un solo latido.

Donde la noche
se vuelve arena.
y el aire se vuelve río.

Y el tiempo es tan solo
el aleteo de una mariposa de cobre,
en la boca de un niño.

El sueño es el único momento.
En el que el mar. y la luna
tocan los timbales de humo.
y los grillos de plástico ,
subidos sobre las pestañas verdes.
Cantan al mismo ritmo.

Y tu y yo nos miramos...
Nos miramos dentro del alma liquida.
como si fuera,
un espejo de pupilas enmudecidas.


Aurelio Gonzalez Ovies



A veces esta casa me entristece

cuando cae la noche.

Tus vestidos colgados en la percha,

esta silla con restos de tu cuerpo,

nuestra cama...

No sé por qué, amor mío, tengo el presentimiento

de estar amando en balde

o de comprarte un ramo de ahoras los fines de semana.

Vale más que dejemos de hacer nuestras las cosas,

de escribirnos las fechas

detrás de esos momentos en que somos felices,

de regalarnos libros.

Mismamente este cuarto me llena de abandono

cuando antes de dormir me das un beso

y me quedo mirando tus ojos que se apagan,

tus cuadros, esas fotos, tus zapatos mojados,

tu colección de botes de perfume.

Mismamente esta hora se me queda tan larga

cuando el tiempo es tan corto,

que empiezo a perder ya lo que aún no he perdido:

tu nombre pasajero, tus labios pasajeros,

tus collares, tus cartas, tus muñecas, tu sitio.

Del libro " LA HORA DE LAS GAVIOTAS "


19 febrero 2015

Mar Blanco







Tras el roce de nieve,
llegará el deshielo,
Lo imperturbable del albor.
Se acerca ya
-por detrás de ti-

El amor no necesita motivos
se escribe con la luz.

Agustín Calvo Galán



SOBRE EL FUTURO DE ESTA LENGUA

Los académicos

no saben que la lengua

sobrevivirá

a pesar de ellos.