Salgo a respirar, a buscarte entre las olas que estallan
y se hacen dueñas de los farallones de mis costas.
El aire está lleno de la salina de tu boca...
y me aprovisiono los pulmones, la saliva...los dedos...
para días de sed y retroceso,
porque me aterra la caprichosa sorna del mar y el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario