27 febrero 2014

Elias Moro

Elías Moro


Bio-Bibliografía


Elías Moro (Madrid, 1959). Reside en Mérida desde 1982. Es autor de los libros de poemas “Contrabando”, “Casi humanos (bestiario)”, “Palos de ciego”, “La tabla del 3” y la antología “En piel y huesos”. También del libro de relatos “Óbitos súbitos” y el volumen de textos breves “Me acuerdo”, en colaboración con Daniel Casado. Una edición corregida y aumentada del mismo título, ya en solitario, apareció hace unos meses en Calambur Editorial.Asimismo, sus poemas han aparecido en las carpetas “Bestiario” -con el pintor Luis Ledo-, y “Abrazos” -con ilustraciones de Petra Portillo-.Colaboraciones en revistas como Espacio/Espaço Escrito, La poesía, señor hidalgo o Cuadernos del Matemático. Y en la red en Calidoscopio, En Sentido Figurado o Las razones del aviador.Tranviario de servicio en



Tiene en marcha el blog http://eljuegodelataba.blogspot.com/



AUTORRETRATO

(en preparación)


Veo pasar el tiempo que me falta.

He adquirido con los años

la cordura y la destreza,

huyo como de la peste

de los extremos que me cercan.

Domino el idioma y su ortografía,

comprendo la métrica del verso

y practico su rigor con un celo

que más me valiera dedicar

a otros menesteres.

Conservo principios en desuso

y, excepto en lances de amor,

soy tibio e indolente;

entonces, la pasión me puede.

Porque me declaro idealista

y me reconozco pragmático,

a veces me asalta la sospecha

de que de algún modo me engaño.

Bajo esta luz en penumbra me miro.

Soy un invierno más viejo

y este tampoco es el poema.

26 febrero 2014

A la muerte de Paco de Lucía

Hoy todas las guitarras 
del mundo que son mis amigas, 
están de luto. 
Desde aquí, 

le decimos adiós,
mejor hasta luego al guitarrista 
más universal de todos los tiempos : Paco de Lucía

Pedro Javier Martín Pedrós

´




Cuando necesites soñar
y no me tengas cerca,
destapa el bote de mis
perfumes.


Rafael Delgado,



NOCTURNO
Y nada más lejos que arrepentirse.

Una caricia no exime la razón.
Cabalga en ella el ser.

Culpable es quien ejecuta con culpa.….

Lupe García Araya







Me gustaría usar los colores
para teñir desencantos,
encontrar atardeceres de siete lunas
y febreros que hagan un guiño al invierno.
Me gustaría dormir largas siestas
y compartir el olor a tierra mojada
que deja la lluvia de abril.
Por eso añoro las tardes llenas de avenidas
y el aspecto frágil de los pájaros
anidando la desesperanza de los parques.
Imagino una ausencia
dulce y eterna sobre mi hombro
que siempre sueña trenzar el tiempo
para encontrarnos.
Me gustaría subir al techo que cobija
la incertidumbre de los abrazos.

NO MAS VIOLENCIA MACHISTA



NO MAS VIOLENCIA MACHISTA!!

TELEFONO DE AYUDA 016

NO DEJA RASTRO EN LA FACTURA.

Felipe Zapico,



de TRAGOS)

No tuve ocasión de decirte adiós
en realidad nunca llegué a hablar contigo
pero quiero que sepas
ahora que soy mayor
que si te vuelvo a ver
te diré adiós
morderé tus labios
mientras te desmayas entre mis brazos
y me iré sin decirte adiós.
Huyendo cada noche de mí
di los rodeos más extraños
llegando siempre
sin remedio, 
casi siempre crispado,
a donde había prometido no volver.

Almudena Guzmán






Este hombre que ahora cerca mi cuello
con su sabia muralla de labios
quizá abandone de pronto la almena,
quizá desaparezca para siempre.


Porque tiene un tacto en la mirada
que recuerda las plumas de los pájaros.

25 febrero 2014

Agustín Calvo Galán,




SOBRE EL FUTURO DE ESTA LENGUA

Los académicos

no saben que la lengua

sobrevivirá

a pesar de ellos.

Gioconda Belli





HUELLAS




Pronto me marcharé a selvas de humo y concreto
andaré calles de ciudades hostiles
mi nombre sonará a otro nombre
mi rostro parecerá otro rostro
Por eso aquí, esta tarde
así quiero quedarme
viendo desde lo alto mi rebaño de volcanes azules
dejando que el paisaje se me crezca por dentro
que el lago se me instale en los pulmones
que las nubes se expandan en mi sangre
que me nazcan volcanes en mis ojos
que esta visión de mito y epopeya
alimente los ríos interiores
con los que me sostendré
cuando abra la distancia su profunda tierra.

Aída Elena Párraga

LOCURA UNO



Con esta locura de abatidas alas,
que se le contagia hasta a las nubes,
que anda rebotando de imagen en espejos,
que no conoce ancla,
que nunca llega a puerto.
Con esta locura
de duendes, de dragones, de luceros
de humo, de miradas
sin brida, sin mojón, sin freno,
converso con la aurora
cuando ambas somos fuego.
Con esta locura
que lo cura todo
voy hasta tu pelo...
voy, voy, me enredo en él
me quedo.


24 febrero 2014

Presentación de " Soldedades " de Pedro Javier Martín Pedrós.


Ana García Briones. Copyright ©







Vuela sobre paisajes
de tiernas imágenes,
en la certeza 
que somos 
polvo en el viento
acariciados por trocitos
de cielo.

Hay cumbres heladas
en el horizonte
que  encienden
hogueras
entre relojes de agonía 
y el vértigo de los escaladores.


En el límite 
entre el bien
y el mal
surge la ternura, 
el deseo limpio

de un nuevo despertar.




Foto de: MªTeresa Gómez Puertas. 

Daniel Casado



MONEDA PORTUGUESA

Sostengo en mi palma una moneda.

Me la entregaste una tarde lluviosa de abril,

frente al Museo Romano;


te desprendiste de ella como de un zapato viejo:

súbitamente pasó de tu bolsillo a mis manos.

En ellas sigue, 


vieja moneda portuguesa,





como divisa de nuestra amistad,


como óbolo oscuro donde se cifra, ahora,

un latido. 


Vendrán los años, dejará -si es que algo vale-


de representar algún poder el brillo antiguo


para el que fue acuñada y el recuerdo


borrará en ella también nuestras fechas.


¿Adónde, finalmente, llegará?


¿En qué rincones, teñidos por el silencio


o la lluvia, quedará varada?


¿De qué bulliciosa mañana, alguna mano


experta, amorosamente sabrá rescatarla?


A su futuro dueño,


bien le valiera esta advertencia:

Déjala estar, así: pálida y hermosa,

mas sin utilidad posible.



Hay ríos de sumergida luz bajo su manto

y cuerposque nunca alcanzaron el mar.



(De El viento y las brasas, 2004)



Foto de Gazp

Carmen Matute



A veces huyo...


A veces huyo
por intrincados caminos
construidos de palabras,
que me llevan
a los páramos de nadie.
Durante breves momentos
siendo este precario puente
hacia los otros,
con las palabras
que me crecen como ramas

en la boca,
y me sacan
de mi silueta
de animal desnudo.
Desde esta orilla solitaria
agito mis palabras mínimas
como banderas blancas
entregadas a un sueño,
y por algún tiempo
logro fugarme
en las palabras,
hermosas.

Alejandra Pizarnik,









Si te atreves a sorprender

la verdad de esta vieja pared;

y sus fisuras, desgarraduras,

formando rostros, esfinges,
manos, clepsidras,

seguramente vendrá

una presencia para tu sed,

probablemente partirá

esta ausencia que te bebe.

23 febrero 2014

JARABE DE PALO - "DEPENDE"

Natalia Guerra.









Una noche, una vela,
un espacio, luna nueva.
Frío en la garganta
Caricias templadas
Dos cuerpos tiritando
Un te quiero en los labios
El ocaso de tus sueños
El amanecer de tus besos
Una lágrima, un secreto
Un colchón con sentimientos.

Tragos de lujuria perversa
Tu musa, tu princesa.
Paredes que callan
Lo que grita tu alma
Un corazón que esconde
Un paraíso, un nombre.
Relojes de papel
Cartas en la pared
Historias con memoria
Que apagan mi sed

Daniel Chiprian

,



Cuantas veces busque la manera
de explicarte y decirte que no soy 
nada parecido al mundo de ahí fuera...


que no soy más que una leve caricia 
que baja despacio por tu incomprensible alegría
que podemos ser y avanzar en nuestra
propia ignorancia creyendo estar acompañados
por algún ser extraño....


y tantas veces busque la manera de decirte
y explicarte que no soy más 
que un beso que anida en los brazos
de la noche más cercana...


Déjame.... déjame ser prisionero de tu calma 
tan desnuda como la propia luna...

Elena Medel





Los niños que se mueren




Los niños que se mueren
pueden elegir entre saltar durante el día sobre camas de
          hormigón dulce, o comerse las sábanas muy lento, con
          los ojos cerrados y felices.
El privilegio de la franela. Dos centésimas de miedo para
          que suelten su mano: por la avenida se agarran de la
          punta de mis dedos, mordiéndome, mamá.
Ya no tengo piernas y canto muy bajito, buscando en un lugar
          cerca de mi padre, así que ellos me hacen compañía
          antes de llegar a casa.
Qué alegría en el vestíbulo: soy tan blandita que no puedo
          morir.
Tengo amigos sin sueño ni pijama. Huelen a víspera de
          festivo, y convierten los termómetros en un cuento de
          buenas noches, y han muerto y sin embargo
confían en enero igual que en las ventanas y la voz de la
          nieve.
Así es la vida de los niños que se mueren. Acolchada. Muy
          dulce. Es tan bello extinguirse siendo niño...




De "Tara" 2006

Dante Medina



Carta a Dios por no haber podido pagar el recibo de la electricidad

Dios que todo lo das,
quítame algo.
Das la luz cada mañana, puntualmente, Dios
Quítame, por favor, un poco de salud
que no me moriré por eso.
Quítame, si quieres,
algunos de los dientes
que creo que tengo muchos.
Dios que todo lo das.
A mí quítame algo.
Das la luz cada mañana, y lo haces muy bien, Dios.
Quítame, por favor, un poco de oído
que de todos modos seguiré oyendo.
Quítame, si quieres,
un poco de agilidad mental, tantito,
nada que vaya a dejarme tonto de más.
Das la luz cada mañana, y hay quienes ni cuenta se dan de eso,
Dios.
Quítame, por favor, algo de lo que tengo
porque soy de los que tienen más de lo que se comen.
Quítame, si quieres,
mi coche, haz que algunos de esos bancos que roban
se quede con un golpe de tecla de computadora con mis ahorros.
A cambio te ruego
- y para lo que te escribo es para eso -
que no me quites la luz.
Te ruego que no me quites la luz.
La luz del día.
Esto que te acabo de escribir.
Tómalo como un ruego
o
tómalo como una oración.
Tómalo como quieras
pero, por favor,
tú que todo lo puedes,
no me quites la luz del día Dios mío, no me quites la luz.

PD: Te voy a seguir escribiendo, pero ya no de noche, como antes.

Ana Maria Lorenzo








MUERTE EN LA CARRETERA

Camina la Parca con risa siniestra.
Ondulados pasos en círculo añejo.
Bajo cuencas de acero, la voz maestra
y buitres esperan a lo alto de un tejo.
Cuervos que susurran,
coches apachurran,
destino que deja ocurra.

El carro del viento sin mirar se aleja,
y  la Luna callada en blanco marfil
observa  cómo la Muerte corteja
y rezuma la sangre del cuerpo en perfil.
La sombra marcada.
Dolor de la amada
que le ve sin vida, sin nada.

Aliento impalpable, sucumben los sueños.
Cara a cara conmigo en el suelo,
tus alas de ángel de cuervo de empeños,
a mí no me engaña tu hoz y tu celo.
Arrancas mi vida.
Te crees cumplida.
Quitas amor pero no el alma.














22 febrero 2014

Pedro Javier Martín Pedrós.

Deseo
sueños compartidos
en buen estado ,
manos dulces, 
voladoras ,
limpias .
Necesito
menos círculos prohibitivos
en nuestras conciencias
de color rojo y blanco,

que me obsequien
una placentera siesta.

21 febrero 2014

Julieta Valero

Poética (supongo)

Todo duerme en mí
Todo habita en cada uno de nosotros
Somos un aleph moribundo de ignorancia
Todos los poemas duermen en mi pecho
Lo mismo que las grandes hazañas y las doradas miserias
De cada minuto
No es mi deber despertar estas cosas
Nadie nos tuvo en cuenta
Cuando las depositó como hojas
En las estancias de nuestra alma

Podemos bramar toda la vida
En lucha de imposible raudal
Podemos respetar el sueño del universo
Que se acuna en nuestras carnes
Nada es mejor o peor
Todo duerme en cada uno de nosotros

Nadie me imponga la vigilia

20 febrero 2014

J.S. Del Viejo







Haíku



Yo soy poeta
si quieres ser feliz
no me hagas caso.

Ana García Briones. Copyright ©













Rociamos de vino 
el aliento
para bebernos a tragos.

Allí en el cielo,
entre las estrellas,
fuiste alzando mis alas 
entre tus brazos.

Despegamos al infinito,
sorteando las nubes
entre palabras,
silencios,
gemidos,
caricias,
ternuras…
sin vértigo
fuimos aterrizando.

Después,
la suave brisa 
de tu voz
envolvió mi alma.

© Anna Benítez del Canto







  

Ayer, hoy, mañana,
todo es la misma cosa en el pozo seco.
    Suenan las piedras en su fondo
          sin que el eco proclame su dolor.


    

Abderrahman El Fathi,



Me asustó el vuelo de la cortina 


Y me alegré de su huida.


No se si adquirió vida propia


Esa tela transparente, anaranjada,


Atraída por el levante


O sus ansias de volar.


Siempre creí que la perdería,


La cortina de mis sueños


La rescaté de su particular vuelo,


Porque mis dineros me costó.


Recuerdo que huía desesperadamente.