Faustino Lobato
EL CÍRCULO DEL AGUA
Llegó, con la noche colgada de sus ojos.
Sus manos no tardaron en despejar
las sombras de la ausencia.
Sobre la piel resbalaba la risa
y el círculo del agua
dejó su huella en los labios.
Después, se fue con los ruidos
para volverse a perder
en el silencio.
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