Diana Bellessi. Nació en Zavalla, provincia de Santa Fe,
Argentina, en 1946. Estudió Filosofía en la Universidad Nacional del Litoral, y
entre 1969 y 1975 recorrió a pie el continente. Durante dos años coordinó
talleres de escritura en las cárceles de Buenos Aires, experiencia encarnada en
el libro Paloma de contrabando
(Torres Aguero, Buenos Aires, 1988). Ha publicado: Destino y propagaciones (Casa de la
cultura de Guayaquil, Ecuador, 1970); Crucero ecuatorial (Sirirí, Buenos
Aires, 1981); Tributo del mudo
(Sirirí, Buenos Aires, 1982) – los últimos dos libros mencionados han sido
reeditados en un solo volumen por Libros de Tierra Firme en 1994 –; Contéstame, baila mi danza (selección y
traducción de poetas norteamericanas contemporáneas, Ultimo Reino, Buenos Aires,
1984 - reeditado en versión ampliada por la editorial Angria, Caracas, en 1995,
bajo el nombre de Diez poetas
norteamericanas -); Danzante de doble
máscara (Ultimo Reino, Buenos Aires, 1985); Eroica (Libros de Tierra Firme/Ultimo
Reino, Buenos Aires, 1988); Buena
travesía, buena ventura pequeña Uli (Nusud, Buenos Aires, 1991); Días de seda (selección y traducción de
poemas de Ursula K. Le Guin, Nusud, Buenos Aires, 1991); El jardín (Bajo la Luna Nueva,
Rosario-Buenos Aires, l993, reeditado en l994); Colibrí, ¡lanza relámpagos! (poemas
escogidos, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, l996); Lo propio y lo ajeno (un libro de
reflexiones, Feminaria, Buenos Aires, 1996; reedición aumentada, Lom, Santiago
de Chile, 2006); The twins, the dream
(libro a dos voces con Ursula K. Le Guin, Arte Público Press, University of
Houston, Houston, 1996); Sur (Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1998). Gemelas del sueño (con U.K.Le Guin,
Grupo Editorial Norma, Bogotá, 1998); Leyenda (poemas escogidos, Nuevas
Ediciones de Bolsillo, Barcelona, 2002); Antología poética (Fondo Nacional de las
Artes, Buenos Aires, 2002); Mate cocido (Grupo Editor Latinoamericano, Buenos
Aires 2002); Desnuda y aguda la dulzura
de la vida (selección y traducción de la obra de Sophía de Mello Breyner,
Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2002); La
edad dorada (Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2003); La rebelión del instante (Adriana
Hidalgo, Buenos Aires, 2005); Variaciones
de la luz (en obra, Bajo la luna, Buenos Aires, 2006); Persecución del sueño (poemas escogidos,
Lom, Santiago de Chile, 2006); La
penumbra que mira el oro (poemas escogidos, Limón, Buenos Aires, 2006); La voz en bandolera (poemas escogidos,
Visor, Barcelona, 2008); Tener lo que se
tiene (poesía reunida, Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2009). En 1993 le fue
otorgada la beca Guggenheim en poesía; en 1996 la beca trayectoria en las artes
de la Fundación Antorchas; en 2004 el diploma al mérito del Premio Konex; en
2007 el premio trayectoria en poesía del Fondo Nacional de las Artes; en 2010
Premio Fundación El Libro –Mejor Libro Año 2009 – Feria del Libro de Buenos
Aires. En 2010 fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. En
Agosto de 2011 recibió el Premio Nacional de Poesía.
Delicada desnudez...
Delicada
desnudez
se abre paso sobre el oro
Ven al Sur en abril, dulce
tiempo de melancolía
dorada. Majestuosa en
pequeñez, oruga negra,
bosquecito de espinillas
verde claro por espalda
Trepa, ola diminuta
qué belleza tan perfecta
Quedo viéndola subir
sobre el tronco inmenso
de un plátano inclinado
hacia las aguas del Santa
Rosa. Metro a metro hasta
la cima por la corteza
pintada. Qué precisión
perfecta hermana oruga,
qué amor por vos me arrebata
Criatura del sur tan cerca
de las cosas: dedo, rama,
inocencia y confianza
Gracias por abrir la puerta
Se puede detrás de ti
mirar al mundo. ¿Lo ves?:
liquidámbars que su púrpura
derraman, álamos la
cabellera al aire y más
allá, grandeza de lo
viviente donde mis ojos
ven nada. Invisible el
sentido por las formas
de lo visible traído,
oruga santa, quisiera
tu movimiento de mar
sentir hacia la cima
por la rama, o lo tengo
ya, en la comunión de ti,
en tu confianza? Los Lares
te protejan, amada,
y sepan perdonar esa
torpeza de mi ser,
lo separado, que nunca
llega a unir en el tiempo
ni en los actos, aquello
que percibe su mirada
se abre paso sobre el oro
Ven al Sur en abril, dulce
tiempo de melancolía
dorada. Majestuosa en
pequeñez, oruga negra,
bosquecito de espinillas
verde claro por espalda
Trepa, ola diminuta
qué belleza tan perfecta
Quedo viéndola subir
sobre el tronco inmenso
de un plátano inclinado
hacia las aguas del Santa
Rosa. Metro a metro hasta
la cima por la corteza
pintada. Qué precisión
perfecta hermana oruga,
qué amor por vos me arrebata
Criatura del sur tan cerca
de las cosas: dedo, rama,
inocencia y confianza
Gracias por abrir la puerta
Se puede detrás de ti
mirar al mundo. ¿Lo ves?:
liquidámbars que su púrpura
derraman, álamos la
cabellera al aire y más
allá, grandeza de lo
viviente donde mis ojos
ven nada. Invisible el
sentido por las formas
de lo visible traído,
oruga santa, quisiera
tu movimiento de mar
sentir hacia la cima
por la rama, o lo tengo
ya, en la comunión de ti,
en tu confianza? Los Lares
te protejan, amada,
y sepan perdonar esa
torpeza de mi ser,
lo separado, que nunca
llega a unir en el tiempo
ni en los actos, aquello
que percibe su mirada
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