Carmen Herrera,
Vengo de
ayer.
Regreso al
hoy
desorientada.
Como una viajera
en el tiempo que llega de la edad media
y no comprende
nada.
Es un esfuerzo
coger el coche, salir de casa, pasar frío, hablar en tu
idioma...
Las luces
navideñas son un impacto.
Las fiestas de
fin de año un extrañamiento.
Pero qué raro es
todo esto,
cuánta tontería,
cuánta estupidez, cuánto despilfarro...
Intento hacer un
balance del año que se fue:
Tuvo momentos
buenos (pocos) y momentos malos (muchos).
Sufrí, gocé, reí
y lloré.
Sobre todo esto
último.
Toqué el cielo,
bajé al infierno.
Y me clavaron un
puñal en el chacra del corazón.
No me arrepiento
de ninguna de las decisiones que tomé.
No lamento ni
uno de los pasitos que di.
No hay comentarios:
Publicar un comentario