Cada vez que me pongo una máscara para tapar mi realidad,
fingiendo ser lo que no soy,
lo hago para atraer a la gente.
Luego, descubro que solo atraigo a otros enmascarados,
alejando a los demás, debido a un estorbo: la máscara.
Uso la máscara para evitar que la gente vea mis debilidades;
luego descubro que al no ver mi humanidad, los demás no me quieren por lo que soy,
sino por la máscara.
Uso la máscara para preservar mis amistades ; entonces descubro que si pierdo un amigo
por no haber sido auténtico, realmente no era amigo mío,
sino de la máscara.
Me pongo una máscara para evitar ofender a alguien y ser diplomático;
luego descubro que aquello que más ofende a las personas
con las que quiero intimidar, es la máscara.
Me pongo la máscara, convencido de que puedo hacer para ser amado.
luego descubro la triste paradoja:
lo que más deseo lograr con mis máscaras, es
precisamente lo que impido con ellas.
Gilbert Breson.
No hay comentarios:
Publicar un comentario