29 septiembre 2008

Poema de Aurelio Gonzalez Ovies del libro " LA HORA DE LAS GAVIOTAS "

A veces esta casa me entristece

cuando cae la noche.

Tus vestidos colgados en la percha,

esta silla con restos de tu cuerpo,

nuestra cama...

No sé por qué, amor mío, tengo el presentimiento

de estar amando en balde

o de comprarte un ramo de ahoras los fines de semana.

Vale más que dejemos de hacer nuestras las cosas,

de escribirnos las fechas

detrás de esos momentos en que somos felices,

de regalarnos libros.

Mismamente este cuarto me llena de abandono

cuando antes de dormir me das un beso

y me quedo mirando tus ojos que se apagan,

tus cuadros, esas fotos, tus zapatos mojados,

tu colección de botes de perfume.

Mismamente esta hora se me queda tan larga

cuando el tiempo es tan corto,

que empiezo a perder ya lo que aún no he perdido:

tu nombre pasajero, tus labios pasajeros,

tus collares, tus cartas, tus muñecas, tu sitio.




Foto de Tomas Mayral

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dios mio, este poema con esta música parece un capítulo de mi historia allá por los 90. Dicen que llorar es una terapia, os lo agradezco. tere

Anónimo dijo...

Gracias por publicar palabras tan hermosas, sean llenas de amor o derrotadas de desamor. Es magnífica la composicion. Arancha. S. Sebastián

Lupe dijo...

Aurelio,tus poemas parecen estar arrancados de nuestras vidas...
Casi siempre me haces llorar cuando te leo,pero es una sensación agradable.
Que bueno tener tus poemas!
Un besazo.Lupe.