
TARDE DE DOMINGO
"Así murió aquella tarde solo
y quejándose al sol".
José María Gabriel y Galán
Puede ser que tú seas
en los ratos perdidos
esta tristeza absurda
de tarde de domingo.

Una pasión cualquiera
que no tiene sentido,
un recuerdo de música
entre ramas de olvidos.
Puede ser que te piense
sin encontrar camino
en este día hermoso
por el amor vencido.
¿Quién quedará en nosotros
si cobardes huimos?
¿Quién quedará esta tarde
en lo desconocido?
Pregunto: ¿qué será
lo que llaman destino?
Deben de ser los sueños
colgados en racimos.
Mañana el vino espléndido,Dios de pan y de vino,
comer, beber las horas
de lo nunca acaecido.
En la cima se mudan
los pájaros de nido
en esta tarde tibia
de orillas y de abismos.
¿Quién quedará en nosotros
si nosotros dormimos?
¿Quién quedará detrás
de lo que ayer hicimos?
Va escondiéndose el tiempo
en la esquina del frío,
cansado como un hombre
que ha segado su trigo.
Suenan cerca campanas
de platas en el quicio
de la puerta del alma,
en un cielo escondido
donde sangran vencejos
grises nubes de gritos.
La calle queda sola
como un cerrado libro
y yo amueblo mi vida
con la vieja tristeza
de tarde de domingo.
Foto de Piedad Lorena Guerrero Coka
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