
Hoy me abracé a tu alma
y volé por espacios de colores,
por veranos donde los otoños
se adelantan.
Por esa sombra de beso
que esperará mañana.
Hoy me llenaste de caracolas
y tendiste tus manos
sin miedo hacia la nada.
Déjame que te mire
para llevarme tu recuerdo
y esa infinita nostalgia
de no tenerte en mi casa.
Buscaremos un tiempo
donde encontrarnos,
alguna tarde de invierno
con olor a agua.
Y allí donde todo es azul
habrá un reflejo de mar.
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