10 diciembre 2008

Poema de Aarón García Peña




Bio-bibliografía


En la actualidad dirige la sección de comunicación digital y página Web de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (http://www.aeae.es/). Dirige la revista digital Poesía y Manta (http://www.poesiaymanta.com/) y el Certamen Internacional para poetas jóvenes Fiesta PCE (Casa de Campo de Madrid) desde que él mismo lo fundara en 2002. Es profesor de la Escuela de Escritores de Madrid.Tiene publicados los libros de teatro y poesía: Machado, vida y flamenco y Cuidado, Mancha, respectivamente; ambos en 2007.








EL ESPAÑOL AHORA






Vivo por una decisión política,


por una imprevisión de nueve meses,


y soy un español desde ese instante.


Ser español requiere un compromiso


que nadie ha descifrado hasta la fecha;


un español el tiempo suficiente


para saber que aquí lo más difícil


es no volverse loco hasta muy tarde.


Viviendo se conocen muchas cosas.


Algunas envejecen de repente


la forma de abrocharte la camisa.


Yo soy un español poquito a poco.


Después de trabajar durante años


logré que me tomaran por inútil.


No doy mi poesía en las tertulias


ni cedo la razón por convivencia.


Prefiero que la gente me interrumpa


leyendo endecasílabos ajenos


y no cruzarme nunca con un arma.


Uno las colas de los boquerones


las tardes que no sirvo para mucho,


y me llevo muy bien con los congéneres


que sueñan con mi muerte por contrato.


Aprendo cuanto puedo de mi abuela


ahora que la cuido de sí misma.


Entierro y desentierro diariamente


las ganas de cambiarme de trabajo,


los juegos que inventé cuando era niño,


el beso que olvidé sobre una rama.


Hoy sufro hasta que doy con la manera


de ser de otro país de vez en cuando.


Yo soy un español como los otros:


aspiro a ser vulgar muy pocos días


y sólo me conforta equivocarme


si llego a fin de mes como un extraño.


Yo soy un español por prescripción


facultativa. España es como es:


a veces un paraguas que no abre,


a veces un invierno en la maleta.


He visto que en España la chapuza


es, más que tradición, su propia historia.


He visto a casi todas las familias


llevar diariamente sangre al banco.


Y he visto avergonzarse a quien se esfuerza.




Respetado español de los de ahora,


pasión sobreseída: ponte en pie


y vuelve a convencerte de ti mismo.


Cambiaste la salud por democracia.


Cayeron una noche tus idiomas


al último cajón de la mesilla,


y apenas eres hoy un decimal


de un número tan largo como el odio.


Este país es toda una sorpresa:


con el sudor fatal de tu talento


te ganarás el hambre cualquier año.


Español, contagiosa incertidumbre,


mala hierba que crece en la península:


aprende a practicar tus convicciones,


aprende de la mar en el naufragio,


y a no ser español sino persona.

Foto de yoli

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué bonito! Me ha encantado el poema, muy actual, mezcla nuestra historia trágica al tiempo que nos devuelve nuestro orgullo como pueblo y, sobre todo, como seres humanos. Y esa música que me recuerda a cuando tenía los "ventipico" años y aún creía en el amor... (estoy pasando una mala racha en ese campo). Y el barquito, la metáfora del naufragios. ¡¡Qué bonito!!

Almudena Bello Ortega (Barcelona)