
NUNCA OLVIDADA
Tierna y dulce vida,
olor de mi sombra.
El encuentro de tu invierno
arrastra mi verano,
Y en el duelo, voy
escalando montañas.
¡Ay! Me ahogo de pena
y muero sin aliento.

He de decir que perdida la batalla,
es mi amargura olvidada.
La sangre, navío a la deriva,
va helando mis sueños,
Entre voces que golpean
en el candil de los recuerdos.
Foto de UlFro
No hay comentarios:
Publicar un comentario