
PROYECTO HOMBRE
Si algo define la esencia de Proyecto Hombre es que se cree en la persona, en su capacidad de cambiar y superar las adicciones que le han impedido desarrollarse plenamente.
Para Proyecto Hombre, la adicción es el síntoma de un problema que reside en la persona.
Este planteamiento, inspirado en la filosofía humanista, coloca a la persona y no a la adicción en el centro de todo proceso.
El tratamiento consiste en descubrir que aspectos no ha podido desarrollar oir si sola y promover los cambios necesarios en ella; así como dotarla de conocimientos, habilidades y recursos para lograr la autonomía personal.
Proyecto Hombre se plantea una forma de intervención directa en el ámbito de la marginación, y concretamente en el campo de las drogodependencias, desde un compromiso social y personal enmarcado en el área del voluntariado. Este compromiso implica, -Solidaridad.- como “sensibilidad personal hacia los problemas y necesidades de cualquier ser humano, sin tener en cuenta la cultura, religión o raza, y capacidad para superar cualquier tipo de diferencia”. Espíritu de sercio.- “servicio concreto, adaptado a las necesidades de la persona, al lugar y tiempo, con una búsqueda contínua de los instrumentos más idóneos para hacerles frente, proporcionando a las intervenciones ese mínimo de organización que garantice su continuidad y su eficacia,- y “gratuidad” no en el sentido económico, sino en cuanto a desinterés, a no exigir contrapartidas ideológicas o de otro tipo ni buscar reconocimientos, ventajas o intereses personales.
Si algo define la esencia de Proyecto Hombre es que se cree en la persona, en su capacidad de cambiar y superar las adicciones que le han impedido desarrollarse plenamente.
Para Proyecto Hombre, la adicción es el síntoma de un problema que reside en la persona.
Este planteamiento, inspirado en la filosofía humanista, coloca a la persona y no a la adicción en el centro de todo proceso.
El tratamiento consiste en descubrir que aspectos no ha podido desarrollar oir si sola y promover los cambios necesarios en ella; así como dotarla de conocimientos, habilidades y recursos para lograr la autonomía personal.
Proyecto Hombre se plantea una forma de intervención directa en el ámbito de la marginación, y concretamente en el campo de las drogodependencias, desde un compromiso social y personal enmarcado en el área del voluntariado. Este compromiso implica, -Solidaridad.- como “sensibilidad personal hacia los problemas y necesidades de cualquier ser humano, sin tener en cuenta la cultura, religión o raza, y capacidad para superar cualquier tipo de diferencia”. Espíritu de sercio.- “servicio concreto, adaptado a las necesidades de la persona, al lugar y tiempo, con una búsqueda contínua de los instrumentos más idóneos para hacerles frente, proporcionando a las intervenciones ese mínimo de organización que garantice su continuidad y su eficacia,- y “gratuidad” no en el sentido económico, sino en cuanto a desinterés, a no exigir contrapartidas ideológicas o de otro tipo ni buscar reconocimientos, ventajas o intereses personales.

Nuestro objetivo es la continua actualización constante y la diversificación de los recursos, acorde a las nuevas necesidades que la realidad nos va presentando.
Proyecto Hombre viene funcionando a través de sus diversos dispositivos de atención a las personas drogodependientes, asesoramiento a educadores y familia, e intervenciones en campos de prevención, etc., gracias al buen hacer de sus profesionales, pero sin duda también, gracias a un elevado número de voluntarios/as. Por todo ello es necesario que el Voluntariado cuente con un programa bien desarrollado que incluya, necesariamente, una formación adecuada y una cualificación que haga más eficaz su labor.
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