25 enero 2009

Poema de Maria Gomez Martinez



No necesitaron nunca

intercambiar curriculums

de fracasos por amantes.

Ni se exigieron la prueba del sida

para follar sin condón.


Ni siquiera fue necesario

dejar constancia de haber leído

a Bukowsky ni conocer a Buñuel

para escribir poemas con las manos,

como se comen las sardinas.

Y las uvas.
Foto de Joan Castelló

No hay comentarios: