Tus manos son hoy como coletas de espuma
que resbalan al tocar la arena.
Miro al infinito y parecen invisibles los recuerdos,
todos los que no estáis...
Y mientras el agua traga como gran monstruo
vuestras caras desdibujadas en la distancia.
Es inmensa la línea del horizonte....
Quisiera veros cubiertos de algas,
enredarlas en vuestros pies dormidos,
como el cielo lo está hoy.

Os quiero sin saber si es real este amor
de siglos y eternidades.
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