Ya no te busco,
es inútil enredarse en tus labios.
Soy como una amapola azul y melancólica
que añora el polvo del verano.
Las despedidas nocturnas de la luna
son como sombras agrietadas de color
que caen temblorosas a punto de estallar.
A veces rozan y hacen daño,
pero se pierden como figuras en el fuego.

Oloroso me llega tu recuerdo
como manojo de flores,
y anochece sin ti.
Sin ti he descubierto una soledad serena
presagiando muertes de seres extraños.
Fue como caer desnuda en el vacío
y de pronto resurgir al infinito de los besos.
Fue como dibujar miles de estrellas vagando por el universo.
Fue como querer a inquietas palomas que alzasen el vuelo
y desaparecer entre telarañas de rincones inertes.
Foto de Roberto Heredia.
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