En ciertos momentos,
cuando la soledad está tan cerca
que parece mi sombra,
se estremece mi cuerpo
y escriben poemas mis manos.
Porque entonces,
no tiene prisa el mundo
y el reloj encarcelado en mi pecho
es el único tambor
que rige el universo.
Y es en esos instantes fúnebres
cuando presiento la impotencia
y mis ojos crean cauces de lágrimas
hasta el delta de mis labios.
Y yo desearía ser menos humano,
para sólo temblar
cuando tuviese frío.
Foto de Krümelchen
4 comentarios:
¡Qué maravilla de poesía!
Es como un cuerpo de amor y de dolor tan bien trabado, que parece haber nacido solo.
Enhora buena, Francisco.
¡Qué maravilla de poesía!
Es como un cuerpo de amor y de dolor tan bien trabado, que parece haber nacido solo.
Enhora buena, Francisco.
¡Qué maravilla de poesía!
Es como un cuerpo de amor y de dolor tan bien trabado, que parece haber nacido solo.
Enhora buena, Francisco.
Xavier,perdona, la repetición no ha sido adrede,la verdad es qu no se como ha sido´, se ha escondido la ventna, he intentado sacarla y he visto atónita la trilogía. ¡que verguenza he pasado. Por favor, eliminalo si puedes. Tan precioso que está ahora AZULDEMAR y voy y lo estropeo. Disculpa, por favor.
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