
Bio-Bibliografía
Luis Somoza murió el diecinueve de enero del año dos mil seis, lo encontramos tirado al final de un callejón con el pecho reventado a balazos, le habían cortado el cuello le habían seccionado los pulgares y una locomotora había pasado por encima de su cabeza.
La banda terrorista eta había dinamitado la calle por la que transitaba su auto cuando se dirigía a urgencias por causa de un infarto de miocardio agudo (y era el cuarto).
Tenía cáncer, sida, sífilis, estrabismo y era adicto al disolvente, la aviación estadounidense le había confundido con las montañas de Paquistán justo en el momento en el que Rusia había hecho estallar una bomba termonuclear de cincuenta y ocho mil kilotones sobre su ciudad para intentar parar el tsunami que arraso el sur de Europa poco antes de que Hercolobus engullera toda la tierra haciendo que el sol reventara por simpatía con la fatalidad y ahora donde estaba el sistema solar hay una supernova en la esquina de una galaxia colisionando con millones de super cúmulos porque un mega agujero negro acaba de tragarse todo nuestro universo y luego se ha plegado sobre si mismo para terminar desapareciendo en la nada.
Luis pasara a la historia por su historial medico, su expediente académico, el libro de familia de su familia, y por haber publicado unos pocos de poemas en un par de revistas y tener pendiente un futuro poemario.
NOSOTROS COMO UN REPUESTO
haz el favor de sacarlo de mi lengua
que ya estoy cansado y quiero dormir
La ventana está abierta veo
a parte de atrás del jardín que no existe,
me saludan los vecinos que no tengo,
mañana
será otro día en falso
un lunes o un jueves mecánico
¿que sé yo?
Cierra los ojos como el que cierra el mundo para ver que no lo
vean,
que somos como dos lentes de cristal metidas en el culo de un
tuerto

como la necesidad que tengo de negarlo todo
de pretender escaparme
de robar pornografía en las gasolineras
de expandirme por el estampado de las cortinas.
La necesidad de acompañarte por el universo para tomar nota de
tu existencia,
para poder estar seguro que no te olvidas de recordar
todos los hechos de todas las épocas de todos los mundos
de todos los hombres de todos los días que tienes
de contarme al revés el tiempo después de darle
otra vuelta de tuerca a tu cabeza.
La necesidad que tengo de pedírtelo de nuevo.
Escucha el sonido que hacen tus pensamientos al brillar
escucha
el sonido
de tu mente.
Foto de frau l. aus z
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