
EN EL RESTO DE LA REALIDAD QUE IGNORO
Fui capaz de expresar con el corazón
lo que pensaba.

Así me hice pájaro
y como tal atravesé el país de punta a punta
desde un trozo de cielo pálido
pude observar la algarabía y el aburrimiento
de los días de fiesta.
Hasta que una mañana
volví a ser la mano bajo la tormenta
protegiéndome los ojos en la huida.
Y los ángeles se burlaron
como antes- en la tierra
se reían los niños de mis nacientes alas.
Foto de Alfredo Yañez
1 comentario:
Los ángeles son juguetones y ríen por siempre. La burla de un ángel sólo puede ser comparada con la de un niño como haces tú.
Es encantador este poema, en los tiempos que corren no es fáci encontrar a alguien que exprese con el corazón su pensamiento.
Gracias, me gusta tú poesía.
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