
Los niños aguardan
nuestras sonrisas
y vuelan sus cometas
dejando estelas para no perderse.
Después, el cansancio
les impide ver los
años de almanaques
llenos de caramelos,
cuentos y perfumes.
Pero siempre hay alguno
que almacena en el alma
fantasías, sorbos de anocheceres,
miradas esperanzadas...
como la palabra de un amigo.
Al final queda una nana
con sones de guitarra,
los pechos en labios
amamantando la inocencia,
la mirada virgen,
la mano abierta,
los te quiero.
Al final queda una nana
con sones de guitarra,
los pechos en labios
amamantando la inocencia,
la mirada virgen,
la mano abierta,
los te quiero.
Poema de
Lupe García Araya
y
Pedro Javier Martín Pedrós.
Foto de Javier Sanz
4 comentarios:
Precioso!!!, como vosotros.
Guitarra y poesia...
¿Puede haber una combinación mejor?
Xavier, me sabe mejos los rasgueos de Paco de Lucía, como fondo de la lectura de poemas, que
la de melodias encadenadas, de la maravillosa pelicula . . . que ya tenemos tan escuchada. Yo dejaría a Paco. Perdona, es una opinión personal.
Lo siento querido Anónim@, la música de Ghost, es la seña de identidad de nuestro blog, tienes la posibilidad de escucharla o no.
De momento no tengo que perdonarte de nada, si algún día lo vemos la cambiaremos.
Saludos cordiales estimado anónimo-a
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