
Alguien tendrá que detener esto.

Alguien, no sé quién,
debería abrir alguna puerta de su morada,
—su corazón incluso—
y generoso decir, a pesar de sus heridas:
—Entra, esta es mi casa,
bebe de mi agua
y reposa para siempre de la huida.
(Desplazados del paraíso)
Foto de Loreto Lopez Baltar
2 comentarios:
¡¡¡Ohhh!!!
"Y reposa para siempre la huída", qué gustazo...
Gracias, es un poema amigo.
Esto sí que es un poema; hondo, conmovedor, y que te invita a pensar y a no quedarte quiero...
Fernando Vélez
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