
ERA EL OLOR A LLUVIA y una cierta tristeza.Nada más
que una luz hermosísima entre los maizales.
He vivido bastante.

Agosto: campos segados y atardeceres lentos. Caminos
ya muy viejos, campesinos, moras muy dulces, tordos, manzanilla.
Morir ahora sería echar a andar y dejar atrás este momento, su belleza.
2 comentarios:
Dejas entrever que disfrutas la vida Aurelio, en lo sencillo, en lo que tienes, en tus sentidos. Y lo mejor es que después vas y lo dices.
Un abrazo.
Aurelio: Me encantan tus poesías, te brotan como la vida misma. Sin
rebuscamientos, con la sencillez de lo elemental,de lo cotidiano.
Pero en tu poesía la vida se trasforma, sube el nivel de lo trascendente. Al por qué último.Tú
haces brotar la yema puber en flor.
No pienses en la muerte, no la hay, es una continuidad de vida,de
un modo a otro que no podemos entender. Gracias amigo, por estos regalos que nos ofreces, de tanto en tanto. ¡Que bello sería un díálogo contigo!
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