

desnuda sobre su alma
esperando que la llamen.
Sigue ahí
adivinando el parecido
de ese árbol con su vida.

Sigue ahí,
quieta sobre sus pasos
y con soles en la espalda.
Sigue ahí,
pero algún día
se irá al mar a buscar caracolas
y algas para su vida.
Foto de Rolando bunster
2 comentarios:
Qué versos más bonitos Lupe, saludos.
Gracias Manuel.
Que no falte la poesia!
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