Han pasado muchas soledades por mi casa.
Ninguna dejó paga y señal para acordar el trato.
¿Será que mi casa no resulta acogedora
con tanta luz de sombra en los rincones?
Se fueron todas con una sonrisa confortable
y aunque al cerrar la puerta no dijeron nada
me abandonaron más solo aún de lo que estaba
como quien hace para volver con una excusa.
He decidido vaciar por completo la entrada
de huellas antiguas inquilinas. Blanquearé
las paredes para que ninguna memoria infecta
encuentre cobertura.
Si es necesario me desharé de mí como un mueble
y sólo seré una estancia más, con holgura suficiente
para imaginar un trastero o una pequeña buhardilla.
También bajaré el precio. Necesito alguna soledad
caritativa que me pague puntualmente las facturas
de estar solo.
Foto de uwl63
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