10 junio 2009

Poema de Dante Medina



CARTA DEL QUE TODAVÍA NO SE ARREPIENTE


Dios:

Soy malo con mi mujer

¿qué hago?


No te escribo para que de un toque

milagroso

me conviertas en santo.


Nomás quítame las ganas

de pegarle a mi mujer.


Es todo lo que pido

y es mucho.

Porque, ¿sabes?, me encanta pegarle.

A veces ya mejor la mando

para la iglesia

para que se refugie

de los golpes

que de todas maneras le he de dar

por vida de Dios!


Pero con tu ayuda, Diosito,

ya se me van a quitar las ganas de pegarle.

Por favor,

a vuelta de correo,

dime cómo.


Te prometo que te lo voy a tomar a milagro.
Foto de omar soto

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