Desde la ventana de nuestro blog, queremos compartir con todos nuestros amigos este tercer libro“ Abrazos de Náufrago “ de la colección “Poesía en la distancia “, así iremos abriendo, poco a poco, las páginas del mismo.Ana Segura Maqueda* Antonio Manuel Fernández Morala
Cuando le abrí la puerta
a la nube peregrina,
no supe que...
llenaría de sombras la estancia
de mis sueños.
No sabía que mil estrellas se regalarían,
no sabía que tus labios me olvidarían.
Que el viento se celase de tu presencia.
Que la almohada solitaria lloraría.
Cuando le abrí la puerta
a la nube peregrina; la luna,
casi moría.
Más si las sombras se esfumaron,
no fue porque la nube se marchara,
no fue porque eligiera otras estancias.
Fue sólo por la luz de tu mirada
que sabiendo de su poder sobre las sombras,
volvió a llenar la estancia
de sueños de arco-iris
separados sólo por una nube blanca.
Y ahora se hizo la mañana reposando en el rocío.
Los almendros rebosan primavera entre miradas.
El arroyo trae agua de rosas blancas entre sus adentros.
El remolino del viento baila con tu pelo, mientras la tarde colorea ocres de silencio.
Silencio, se esconde la soledad entre manos hundidas en la nada.
Silencio……., silencio.
Cuando le abrí la puerta a la nube peregrina;
Se llenaron de sueños las sombras de tu recuerdo.
Y sí…., sí; casi vivía.
2 comentarios:
Un poema lleno de calor, que hace de las palabras caricias del alma. Gracias. Hoy necesitaba algo así, sensible. Belén.
Nos alegra haberte servido de algo Belén.
Un beso.
Javier
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