
Ángela Serna * Lupe García Araya
También yo cerré la puerta
a la nostalgia,
bebí el vaso del olvido
y reconocí en aquel vacío
algo parecido a la incertidumbre.
Entonces, sentí el escalofrío de la Muerte.
Vi tus zapatos
También yo cerré la puerta
a la nostalgia,
bebí el vaso del olvido
y reconocí en aquel vacío
algo parecido a la incertidumbre.
Entonces, sentí el escalofrío de la Muerte.
Vi tus zapatos
y los silencios persiguiéndote
como enredadera
en los balcones.
Sentí cómo la noche
tensaba la cuerda de tu voz
y el tenue fieltro de tus guantes
revolviéndose en la sombra del ángulo
más oscuro del salón
El tiempo se detuvo
con olor a canela.
Guardé un trozo de cielo,
donde cada domingo pinto
el color de la semana.
Sentí cómo la noche
tensaba la cuerda de tu voz
y el tenue fieltro de tus guantes
revolviéndose en la sombra del ángulo
más oscuro del salón
El tiempo se detuvo
con olor a canela.
Guardé un trozo de cielo,
donde cada domingo pinto
el color de la semana.
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