
Poema colectivo creado por los quince autores
participantes del libro por el orden siguiente:
Víctor Manuel García Méndez
Lupe García Araya
Pedro Javier Martín Pedrós
Nieves Granero Sánchez
Francico Peralta Gutiérrez del Álamo
Pepa Giráldez Tinoco
Antonio Manuel Fernández Morala
Ángela Serna
Aurelio González Ovies
Kathya M. Rodríguez
Claudia Villafañe
Jose Luis Caramés Lage
Catalina Zentner
Ana Segura Maqueda
Dionisio López Fernández
POEMA COLECTIVO
Hay un sol
en tus ojos
muriendo a diario.
Y un otoño
regalándote tardes
llenas de silencios.
Hay olor
en tus manos
desprendiendo tristeza.
Y cielo de ceniza
en tu boca
que ya no sonríe.
Hay gestos de mármol
que esquivan
mi aliento.
Y una luz
que ilumina
la estancia de nada.
Hay lágrimas que laceran al alba
porque la noche
se inventó para repartirlas.
La noche
con sus paréntesis de silencio
recortando las sombras.
Haya nada brevemente todo.
Hay un sol
en tus ojos
muriendo a diario.
Y un otoño
regalándote tardes
llenas de silencios.
Hay olor
en tus manos
desprendiendo tristeza.
Y cielo de ceniza
en tu boca
que ya no sonríe.
Hay gestos de mármol
que esquivan
mi aliento.
Y una luz
que ilumina
la estancia de nada.

Hay lágrimas que laceran al alba
porque la noche
se inventó para repartirlas.
La noche
con sus paréntesis de silencio
recortando las sombras.
Haya nada brevemente todo.
Todo nadamente en tus labios,
en tus ojos,
en tus ojos,
en tu boca en cada otoño
y en cada madrugada.
Hay un sueño náufrago
que bendice tu mundo
y el mío.
En esta distancia absurda
navega mi soledad
en la barca del recuerdo.
Caíste al mar en forma de sirena
y entre las algas verdes te vi nadar
hacia el mundo de mis nostalgias.
Luz redentora
espejo milagroso
y en medio de la noche
un cisne navegando hacia el silencio.
Mi sonrisa
no se refleja en tu espejo.
Tú ya no eres parte de mí.
Toda la soledad
de la vida
nos persigue.
Hay un sueño náufrago
que bendice tu mundo
y el mío.
En esta distancia absurda
navega mi soledad
en la barca del recuerdo.
Caíste al mar en forma de sirena
y entre las algas verdes te vi nadar
hacia el mundo de mis nostalgias.
Luz redentora
espejo milagroso
y en medio de la noche
un cisne navegando hacia el silencio.
Mi sonrisa
no se refleja en tu espejo.
Tú ya no eres parte de mí.
Toda la soledad
de la vida
nos persigue.
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