guiada por tu aliento,
la mar se hizo brava
en la noche .
Surgíó de las profundidades humanas,
cual Neptuno dando presencia.
En la roca más próxima,
un tridente estremece la tierra
de hierba fresca, en sus acantilados,

derramando suave sangre,
verde.
Y allá, donde el mar
quiere romper el silencio,
la calma persigue a Neptuno
tras los reflejos nacarados
de la Luna.
Imágen Srra
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