02 abril 2010

Antonio Gala



Tengo La Boca Amarga


Tengo la boca amarga y no he mordido;

el alma, atroz, y la canción, tronchada.

No sé qué fuerza traigo en la mirada,

ni qué traigo en mi cuello, de vencido.

No sé ni cómo ni por qué he venido.

Esto es todo: llegué; no sé más nada.

No me importa el quehacer ni la jornada,

y me da igual herir que ser herido.

La sangre, a punto, se impacienta y arde

por inundar la alcoba a la que vine,

donde fui tan feliz que fui cobarde.

Sólo pido al amor que no se obstine.

Me sentiré a su orilla cualquier tarde

para que alguien, de paso, me termine.
Imágen de MASEN

No hay comentarios: