Quizás si tus dedos formas
en círculos sobre mi piel,
entendería el idioma
de los pájaros,
las formas de los charcos
o el vuelo de los ángeles.
Quizás si tu alma
formase una con la mía,
atraparía el tiempo en un cristal,
como una flor disecada

entre las páginas de un libro.
Por eso a veces,
bordo sonrisas junto a la ventana
y despido a mariposas
que vuelan solitarias.
También mando telegramas
con carácter urgente
a los que nunca tuvieron
noticias de nada.
Imágen de Juan Villalobos Cabrera
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