18 mayo 2010

Lupe García Araya, Del libro " Poesía en la distancia "


Arrópame con esa ternura

que algunas veces

me mandas a escondidas.

Lléname las manos de colores

y mi casa de mar.

No sé quién eres

ni por qué vives en mí,

pero algunas tardes te encuentro

y paseamos de la mano.
Los niños nos sonríen

cómplices de nuestras miradas

y nos regalan lunas.

Pongo mis zapatos en la ventana

esperando una ola de besos

infinitos,

y me afano por buscar el tiempo

donde nada tenia nombre.

2 comentarios:

julia dijo...

Precioso poema Lupe. Hoy precisamente en un correo leo "¿Necesitas algún encantamiento en tu vida? ¿Es aburrida y habitual? ¿Te sientes preparado para el toque de lo extraordinario? Si es así, los ángeles te invitan a abandonar tu dependencia de lo “real”, lo racional, lo tangible y lo predecible, para entrar en el mundo poco frecuentado del misterio, que está allí donde miremos. Rodéate de personas y actividades encantadoras y verás lo que ocurre". "Busco formas de conservar la frescura y la sorpresa en mi vida".

Tu poema tiene ese toque fresco...

Un beso

Lupe dijo...

Yo sigo empeñada en buscar "ese tiempo donde nada tenia nombre".
Un abrazo grande Julia,no tardes en dar señales de vida.