14 julio 2010

Jose Ángel Buesa,


CANCIÓN NOCTURNA


A los pies de tu cama, como un perro,

se echó mi corazón.

Noche tras noche

gime calladamente su reproche

y sufre injustamente su destierro.

Allí está. Nada importa que lo aparte

tu pie pequeño y cruel.


Allí, en la sombra,

calla el grito de amor con que te nombra,

para no despertarte.




Noche tras noche, hasta que llega el día,

gime un reproche y sufre su destierro

Tú no lo sabes,

—nadie lo sabría.

Y a los pies de tu cama, como un perro,

mi corazón espera todavía.

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