22 octubre 2010

Ernesto Cardenal




Tomarse con los brazos el uno al otro,


dándose cada uno a los brazos del otro.


Qué diferente sentirte dentro de uno


que sentirse uno solo dentro de uno es decir, vacío.


¿Será que es soledad tu abrazo


y tus besos sólo sed?


Me parece oírte que de mí no te sacias nunca.


Yo que fui antes buen catador de amarguras.

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