26 octubre 2010

Pablo Guerreo.

Ved un campo de jaras, nieve siempre reciente.
Sentid la soledad de las viejas encinas.
Empapaos de un cielo añil hasta la aurora.
Contemplad las estrellas como oro olvidado.
Y sentid los colores de esta tierra de luna.
Así sabréis, con sólo una mirada
que esta gente
pertenece a la raza de los enamorados.

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