22 octubre 2010

Pedro José Vizoso

LOS SUBURBIOS DEL SUEÑO
Yo desperté en la madrugada rota.
Busqué tu blanco cuerpo: sólo pude
tocar el humo oscuro de tu ausencia.
Dejé la cama de herrumbroso hierro.
Busqué la luz del alba. Era de noche.
Salí a la calle. El tiempo, consumado,
en relojes de mármol se espesaba.
Yo era una sombra que buscaba sombras.
Sólo encontré inmundicias. La ciudad
ya no estaba en la historia. En todas partes
una fría blancura se adueñaba
del silencio y sus fósiles poliédricos.
No amanecía nunca. Yo cruzaba
los suburbios del sueño y ya mis pasos
tejían una red que me ceñía,
y me aplastaba el peso de mis pasos.
Cada puerta era un signo, negra runa,
una letra vacía, indescifrable.
En un muro sin fin tracé en la noche
la cifra de mi muerte. Era tu nombre.
(1990)

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