
Bio-bibliografía
Nacido en 1969, en Madriz, aunque con sangre por los rincones del Jerte. Me pongo a estudiar números. Me dicen poco. Me hacen sociólogo por la vía del doctorado, comprendo algo más. Publico dos libros sobre movimientos sociales, en particular el último (Nuevos Movimientos Globales, Ed. Popular) es reflejo de mi activismo en la construcción de otras realidades desde entornos varios: proyectos agroecológicos, centros sociales autogestionados, Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa. Anudo estos lazos, añado emociones y edito mi primer y único poemario: Los Vínculos (Editorial Isla Varia). Preparo Utopistas y Desutópatas.
Al principio
Al final una fecha de mármol:
el día en que vinimos al mundo
la tarde en que cayó un gran palacio.

A medio camino veréis
vosotras, que sabéis del lento transcurrir de las nubes
dos cuerpos amoratados de cariño
una multitud abrazándose como un lento bosque.
Pero al principio, lo que se dice al principio
miradas, roces
horrores comunes, utopías de barro
pude que tan sólo
un aliento encontradizo.
Nacido en 1969, en Madriz, aunque con sangre por los rincones del Jerte. Me pongo a estudiar números. Me dicen poco. Me hacen sociólogo por la vía del doctorado, comprendo algo más. Publico dos libros sobre movimientos sociales, en particular el último (Nuevos Movimientos Globales, Ed. Popular) es reflejo de mi activismo en la construcción de otras realidades desde entornos varios: proyectos agroecológicos, centros sociales autogestionados, Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa. Anudo estos lazos, añado emociones y edito mi primer y único poemario: Los Vínculos (Editorial Isla Varia). Preparo Utopistas y Desutópatas.
Al principio
Al final una fecha de mármol:
el día en que vinimos al mundo
la tarde en que cayó un gran palacio.
A medio camino veréis
vosotras, que sabéis del lento transcurrir de las nubes
dos cuerpos amoratados de cariño
una multitud abrazándose como un lento bosque.
Pero al principio, lo que se dice al principio
miradas, roces
horrores comunes, utopías de barro
pude que tan sólo
un aliento encontradizo.
Imágen de Isidoro Beltrán Sánchez
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